Cuando los pozos de petróleo se agoten
La preocupación sobre la merma de las reservas de petróleo (que ya es muy cierta) se está haciendo patente en los Estados Unidos y el mundo entero
Por Enrique “Kiki” Vega Galindo
El problema del petróleo, es un problema mundial. Pero sobre todo de las grandes potencias industriales que deben de mantener en acción un escalofriante y aparatoso sistema bélico. Además de sostener su ritmo de producción consumista y sus grandes emporios financieros. Para los países del Tercer Mundo o en vías de desarrollo, por decirlo más claro: estancados. El despilfarro económico de los hidrocarburos se convierte en un grave problema, ya no de existencia, sino de subsistencia. México está incluido dentro de este grupo.
Ahora bien, el problema no es criticar un sistema político-económico sino el de aportar alternativas viables de solución ya no a corto plazo, sino a inmediata solución. Aquí cabe subrayar en primer término que habrá que abstenerse la mayoría de la población de utilizar sus automóviles, y en cambio, utilizar el transporte público y la bicicleta. Pero sobre todo que el ferrocarril sea el encargado de transportar, víveres, mercancías y pasajeros. Tal y como lo hacen las grandes potencias industriales. Habremos de poner nuevas reglas en el juego y adaptar nuestras costumbres a otra cultura y ámbito psicológico.
Desde el año de 1950 los científicos norteamericanos estimaron que el petróleo en los yacimientos mineros de los Estados Unidos duraría 100 años, que por lo tanto habría que realizar un proyecto científico y tecnológico para que el bio-magnetismo de la sociedad norteamericana no sufriera en primer término el uso de la energía eléctrica, que en caso contrario paralizaría la Unión Americana y la hundiría en un caos. Principalmente por que al no haber suministro eléctrico, los generadores no podrían accionar el sistema de bombeo para conducir el agua potable a los hogares. Sobre vendrían enfermedades, hambre, epidemias, la locura y la muerte.
El problema del petróleo ya lo estamos viendo en la actualidad, se ha convertido en una guerra de precios. Pero la pugna se agudiza con el precio de la gasolina para los automóviles. En 1950, W.C. Schroeder, Jefe del Departamento de Combustibles Sintéticos del Departamento de Minas de los EE.UU., calculaba que se podía producir gasolina del petróleo de las arenas bituminosas a un costo de un poco más de dos centavos de dólar por litro.

Estos cálculos estaban basados en pruebas efectuadas en la planta experimental que el Departamento de Minas posee cerca de Rifle, Colorado, lugar donde las arenas bituminosas eran extraídas y transportadas a una gigantesca retorta que separa el petróleo, que había de ser convertido en gasolina, el cual también se usaba para producir aceites comestibles, así como también otros productos similares. Los gastos de producción, transporte, las utilidades y los impuestos elevarían el costo básico de esta gasolina considerablemente. Los derivados de las arena bituminosas del petróleo llegarían al consumidor a un precio comparativo a los productos del petróleo de pozo. Esto no significaba que el mercado se vería invadido con gasolina y petróleo de las arena bituminosas. Por lo general en aquellos tiempos los Estados Unidos y el mundo entero gozaban de una sobreproducción temporal de petróleo crudo, para un número determinado de años. En el año de 1950 solamente los Estados Unidos consumían diariamente 6 millones de barriles de petróleo crudo.
Los científicos plantearon el problema a corto y largo plazo para construir una planta procesadora de las arenas bituminosas, la cual produciría diariamente 100 mil barriles diarios con un costo aproximado de 400 millones de dólares. En ese entonces ninguna compañía petrolera se animaba hacer una inversión en tan gigantesca obra. Ya que disponían de grandes cantidades adecuadas de petróleo para mantener funcionando constantemente sus plantas refinadoras, y pensaban que ese costo era innecesario. Pero en contraparte las pequeñas compañías que invirtieron en el proceso de la transformación de las arenas bituminosas, no permitían los ahorros que son en una producción a gran escala. En cambio en Rifle, Colorado el proyecto se llevó a cabo para demostrar que no había necesidad de una guerra de precios, sino que el objetivo era el de poder satisfacer la carencia de los Estados Unidos en los próximos años y proveerlos de combustible para 100 años más.
La preocupación sobre la merma de las reservas de petróleo (que ya es muy cierta) se está haciendo patente en los Estados Unidos y el mundo entero. Esta arena bituminosa se obtiene de los ríos adyacentes donde se ubican los yacimientos petroleros. El método consiste en excavar y hacer una mina en los pozos “secos” y a las márgenes de los ríos, para sacar la arena, llevarla a una planta trituradora de allí a un almacén, pasarla a los grandes hornos, donde se separa: el gas que va a parar a un depósito, el subproducto se envía a las industrias y a los hogares. El petróleo crudo de las arenas se envía a una refinería la cual produce: combustible diésel, gasolina, combustible para aviones, aceite combustible doméstico, aceite combustible industrial, gas líquido combustible, coque, parafina, asfalto, amoniaco y productos químicos orgánicos.
El alto calor de los hornos que queman la retorta de arena, generan electricidad para el funcionamiento de la planta transformadora, los excedentes se envían a una planta eléctrica y de allí por redes de tendido de alta tensión este subproducto se envía a las industrias y los hogares. Este proyecto fue tomado muy en cuenta por la comunidad de los grandes inversionistas en el petróleo. Quienes procedieron a realizar el plan como una alternativa viable en un futuro.
La mina actualmente existe. La mina es una cantera subterránea, en un principio por día se extrajeron 1,491 toneladas con un costo de 32.9 centavos de dólar por tonelada. Para reducir los costos se emplearon grandes máquinas extractoras, y camiones con una capacidad para 15 toneladas. La mina está escalonada en peldaños a 18 metros de distancia el uno del otro. Un gigantesco taladro múltiple taladra la superficie haciendo un total de 72 agujeros en 6 horas. Se obtienen grandes cantidades de compuestos de azufre, nitrógeno y oxígeno. Con este petróleo se logra en primer término subsanar una demanda exagerada de combustibles cuya problemática ya se está haciendo latente.
Este proyecto es más rápido en cuanto a inversión y ganancias que la costosa labor de explorar la tierra en busca de cavar pozos para valerse de aquel. Por otro lado existen otras alternativas para la producción de combustibles líquidos que se obtienen de residuos agrícolas, como la mazorca del maíz. Por otro lado también se puede obtener carbón de excelente calidad de los campos petrolíferos abandonados.
La solución al problema del abasto de la gasolina en nuestro país México requiere de la astucia de nuestro Gobierno y de la cooperación de científicos y técnicos para comenzar aprovechar nuestros hidrocarburos a través del método del ensayo y prueba, para comenzar una medida de guerra ante la emergencia que en estos momentos pueda provocar una Guerra Mundial por el petróleo.
El pueblo mexicano necesita sentirse seguro, y de que no habrá de sufrir una carestía de combustibles líquidos para satisfacer sus múltiples necesidades. Como la de mantener en función nuestra industria, al menos durante 100 años más. En estos momentos nuestros líderes no deben enfrascarse en una lucha política de intereses partidistas, deben de tomar consciencia en que la problemática de los hidrocarburos no solo es nacional, sino mundial.
*El Autor es: Sociólogo, Historiador, Escritor e Investigador.
Protegido por Derechos de Autor. All Right is Reserved.