
¿Cómo despertar la conciencia ciudadana?
Por Gabriel Rigo Gutiérrez E.
Hermosillo se caracteriza por ser una ciudad relativamente tranquila, si se compara con las grandes metrópolis del país. En alguna ocasión, platicando con alguien que se había mudado de la Ciudad de México, y tenía apenas un año viviendo acá, me dijo sorprendido: “aquí hasta hay de esos cuatro altos en las avenidas y te dan el paso, eso es muy bonito”.
Si usted lo ve desde fuera, hasta cierto punto, la sociedad hermosillense conserva un poco ese ánimo de respeto. Peeero ya sabe que hay de todo en la viña del Señor, no faltan los irrespetuosos que causan daño en la vía pública y cuando lo hacen, resalta tanto como el prietito en el arroz.
Ahí tiene usted el ejemplo de las esculturas a lo largo del boulevard Hidalgo en el Centro de la Ciudad. La del “Pitahayero” que a cada rato es vandalizada… Frente a Catedral estaba una escultura de una niña con una paloma que constantemente era dañada y la última vez que pasé por ahí ya no estaba (espero que esté en restauración)… ¡Y no se puede vigilar las manos a todos, sería imposible!
Pero tampoco considero que por unos cuantos groseros, se debe dejar de exhibir este tipo de arte… Y aunque en el fondo es una cuestión cultural y que nos llevará años, por algo se debe comenzar.
En una ocasión, me platicó un vecino de la Colonia Modelo que su vivienda tiene una barda que da a una calle muy transitada. Pintó la barda completa de color blanco. No pasó ni una semana cuando amaneció grafiteada. Cubrió con pintura el grafiti… Y unos días más apareció otro garabato… No se cansó y lo borró. Inició una “guerra” de pintura contra los grafiteros… Ya molesto, se reunió con varios vecinos para buscar alternativas. Acordaron estar vigilantes y colocó una lámpara que ayudó a inhibir el vandalismo.
Es cierto que son varios factores los que influyen para lograr tener una sociedad de respeto, en primer lugar la cultura, la autoridad y el espíritu de comunidad.
Y es que todos en el fondo tenemos conocimiento del bien y el mal, sólo que nos hacemos locos, por eso es necesaria una autoridad fuerte que delimite, vigile y castigue cuando se requiera. Pero además, la madurez social implica tomar conciencia de que los bienes públicos te pertenecen a ti ciudadano y también al vecino de enfrente y a todos. Porque todos pagamos y nos beneficiamos con ese bien.
Una vez en un parque de Las Quintas un estudiante del CBTIS 132 se subió al resbaladero de plástico para niños. Si bien el material es resistente, su función es para los pequeños. Le hice ver esta situación al joven imberbe e irónicamente se molestó infantilmente, pero bajó del juego… A veces es necesario que entre todos cuidemos de nuestras instalaciones sin esperar la intervención de una autoridad ya de por sí lenta.
Por eso cuando anunciaron el Parabús Refrigerado con energía solar, pensé con pesimismo que no durará mucho… El miércoles estuve ahí platicando con los vecinos y coinciden que el reto es cuidarlo de los malandros… Si observa bien, el éxito de este proyecto de parabús (único en Latinoamérica), al igual que las estatuas, o los resbaladeros en los parques, depende completamente de ti y de todos nosotros. Nadie más. Tomar conciencia activa de que somos una comunidad. Ese es el paso que nos falta dar ¿A poco no sería fregón que todos reconocieran a la “H” por saber cuidar lo nuestro?