Por Francisco Javier Ruiz Quirrín
Lunes, 29 de Febrero de 2016
Tres noticias de impacto para Sonora
EL GOBIERNO de Sonora generó esta semana que acaba de pasar tres notas que generarán un gran impacto para Sonora y los sonorenses… Aunque a muchos de estos les pase de noche.
La primera es la llegada de la industria lechera “La-La” al Estado. Una inversión inicial de 400 millones de pesos para el establecimiento de una planta industrial en Ciudad Obregón no sólo no es poca cosa, sino que pone en evidencia un nuevo tiempo, positivo para todos sin duda, de lo que se vive ahora en nuestro suelo.
Apenas en el pasado reciente, antes del 13 de septiembre, los inversionistas no querían saber nada de Guillermo Padrés. Hoy tocan la puerta de palacio de gobierno y la invitación a quedarse en Sonora es aceptada.
“La-La” en Sonora representa muchas cosas. Es algo más que generación de cientos de nuevos empleos. Es abrir a la imaginación y creatividad a los empresarios regionales del ramo porque la competencia ha llegado para quedarse. Es un voto de confianza al gobierno de Claudia Pavlovich, son razones para pensar que habrá menos violencia en el sur del Estado, es ayuda a los desayunos escolares en las escuelas de educación básica. Es la generación de una percepción de que pronto el rostro de los sonorenses será de optimismo porque habrá más demanda ante la oferta de trabajo.
El anuncio de la llegada de “La-la” quedó en una nota y una foto en el papel, una crónica y un audio y video en la radio y la TV. En lo particular creo que es mucho más que eso y que es exponencial para todos, incluídos los medios de comunicación.
El segundo caso fue el anuncio del titular del Isssteson, Enrique Claussen, de que para conservar la existencia de este organismo y dada la ruina heredada del pasado reciente, se vio en la necesidad de despedir a 200 empleados. Ningún sindicalizado, ninguno enfermo, ninguna mujer embarazada o en etapa de lactancia.
Sin razón jurídica, excepto sus deseos de no quedarse sin trabajo, los despedidos se manifestaron y hasta tomaron las calles cercanas del Hospital Ignacio Chávez, de donde se les notificó a 33 enfermeras y enfermeros que estaban fuera de ese nosocomio.
Claussen insistió en que los estudios arrojaron que por cada cama del Hospital Chávez, había 11.5 personas para su atención, cuando el protocolo establecía un número máximo de entre cinco y seis personas para la atención de un enfermo. Una nómina tremendamente obesa, también heredada por el pasado reciente.
Un automovilista intolerante atropelló a un manifestante y en las redes sociales los mismos que provocaron el caos económico como herencia al actual gobierno, más otros que determinaron irse con el más débil, criticaron enormemente la presencia policiaca y al alcalde Maloro Acosta, por haber enviado elementos de seguridad a restablecer el tránsito vehicular a miles de hermosillenses que se afectaron por la manifestación.
Es seguro, que si hubiese muerto el manifestante atropellado, la crítica se hubiera volcado entonces contra Maloro “por no haber enviado a la policía a imponer orden”.
Finalmente, la sensibilidad provocó que ninguna enfermera del Hospital Chávez fuera despedida, aún siendo eventual. Sin embargo, si había médicos o enfermeras que por privilegios y comisiones sindicales no se presentaron a laborar o bien, corruptos que aprovechan el equipo del nosocomio para su beneficio personal, ahora la están pensando más de dos veces para seguir con sus prácticas, porque se saben a partir de esta semana, vigilados.
Son las consecuencias de las acciones de un gobierno que simple y llanamente está obligado a poner orden y a ejercer su autoridad, eso sí, conforme a lo que dice la Ley. El “arrojo” de Claussen, con todo y las posibles insensibilidades que pudieron haberse presentado, sentó un precedente para todo el gabinete estatal: Hacer que la Ley se cumpla, aunque para ello tengan que poner el lomo para recibir todo tipo de ataques.
El tercer anuncio trascendente del gobierno fue el sacar del centro federal de readaptación social de Hermosillo, a 91 reos peligrosos y reubicarlos en otras cárceles.
La importancia de ello estriba en la justificada convicción y temor de los sonorenses ante la operatividad de ese cefereso en la capital del Estado. Los grandes criminales no llegan solos a una zona y la plaza se convierte en vulnerable ante la inseguridad. Es un gran logro del Gobierno del Estado el haber sido escuchados por el gobierno federal para lograr ese movimiento. Y bueno, el gobierno está obligado a hacer las cosas bien y no aspirar a manifestaciones de agradecimientos por ello.
QUÉ ORGULLO observar a los mexicanos en la meca del cine mundial, alrededor de los premios “Oscar”… Aquí en Sonora tenemos también a nuestros ganadores de los premios por sus extraordinarias actuaciones en la política… Por ejemplo, para la película “El Renacido”, el favorito para llevarse el galardón siempre fue Alejandro López Caballero, porque luego de habérsele dado por muerto con las derrotas de los pasados comicios, renació y su mano se sintió en el Congreso del Estado… En “Marte” la gran actuación fue de Roberto Romero López… Un sueño para él es esconderse en aquel planeta… “El puente de los Espías” con la gran actuación de Javier Alcaraz, Luis Enrique Montejano y todos sus trolles atacando a periodistas, pensando que pasan de incógnitos cuando están plenamente identificados… “Spotlight” o “En Primera Plana”, donde las actuaciones estelares se dieron en el caso de Gisela Peraza y sus revelaciones sobre la Casa de Gobierno en el sexenio 2009-2015… “La Habitación” tiene a un gran actor en la competencia y es Jorge Morales Borbón… Las razones son más que evidentes… “La Gran Apuesta” ha sido estelarizada por el actor Guillermo Padrés… Parte de su fortuna está sobre la mesa del despacho de los abogados Fernández de Ceballos y Lozano Gracia, bajo el lema “por la libertad cualquier precio sale barato”… “Brooklyn” tiene un gran reparto… Roberto Dagnino, José y Miguel Padrés… “¡Qué bonito es Nueva York para todos ellos!”