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De Primera Mano | En seguridad, “algo más habrá qué hacer…”

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

LA ANALISTA de política nacional e internacional, la sonorense Ana María Salazar, le dijo a “Proyecto Puente” de Luis Alberto Medina, que sería un error que el nuevo Gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, retomara la fracasada estrategia de seguridad puesta en práctica por el Presidente López Obrador y que consiste en “abrazos y no balazos”.

Y es que Sonora se ha colocado en el foco de la atención periodística nacional, no sólo por contar con cuatro ciudades en el “ranking” de los cien municipios más violentos de México, sino porque asesinaron a una integrante del grupo de mujeres rastreadoras de tumbas clandestinas y están amenazando de muerte a otras tantas.

Ya se han utilizado cientos y cientos de líneas en notas, reportajes, columnas y artículos de opinión, documentando la imparable violencia en varias regiones de Sonora y sin que haya alguna autoridad de los tres niveles de gobierno que demuestre su voluntad de imponer el imperio de la Ley.

Cajeme, en el Valle del Yaqui, tiene un registro al día 20 de este mes de Julio, de más de 45 homicidios dolosos. En los últimos tres años, se han impuesto récords sucesivos en muertes violentas en la región.

Al buscarse las declaraciones del Presidente de la República y de los funcionarios federales encargados de la seguridad nacional, la respuesta no ha pasado del ofrecimiento de aumentar la presencia de elementos de la Guardia Nacional y de la instalación de nuevos cuarteles, pero a pesar de ello nada ha resultado positivo.

En su campaña por la gubernatura, el entonces candidato de MORENA, Alfonso Durazo Montaño, se comprometió a recuperar la paz y la tranquilidad ciudadanas y lo asumió como un compromiso estrictamente personal.

“No dejaré en otras manos esa tarea. Personalmente me encargaré”, dijo al visitar Caborca, uno de los municipios más violentos del Estado.

Hace un par de semanas, cuando Durazo asistió a Palacio Nacional junto con las y los gobernadores electos de MORENA, señaló que a la par de la estrategia aplicada por el gobierno federal en el combate al crimen, “deberán acompañarse otras acciones para lograr eficacia en los resultados”.

Habría entonces qué esperar las “sorpresas” que Durazo implementaría para alcanzar la anhelada paz y tranquilidad en el Estado.

Por lo pronto, los homicidios de alto impacto, incluído el de la “rastreadora” en busca de su marido desaparecido, Arantxa Ramos, continúan llenando espacios periodísticos a nivel nacional.

Sólo se espera que las amenazas de muerte denunciadas por otras lideresas de ese grupo de buscadoras, no se hagan realidad.

Y EL VERDADERO polvorín está en territorio Yaqui… Increíble, pero cierto, para temer lo peor esa desaparición de un grupo de nueve integrantes de la etnia, lo que ha encendido los focos de alerta y rastrean el lugar y alrededores, no sólo la Guardia Nacional, la Policía Estatal y la Municipal, sino también la guardia tradicional de la tribu… Ante estos hechos el pronóstico es muy reservado.

POR CIERTO, resulta triste que a unos cuantos meses de cumplirse la mitad del sexenio de López Obrador, no se haya concluido oficialmente la ampliación de la carretera de cuatro carriles… Y es verdad, falta cualquier cosa… Los trabajos se detuvieron en las “curvas de Quijano”, en el tramo Imuris-Nogales y por diferencias y litigios entre la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y la empresa constructora responsable de la obra… De plano, el Presidente se olvidó de hacer los anuncios del tiempo en que se terminaría esta gran obra, en la que se han invertido 20 mil millones de pesos… Dio tres fechas para su conclusión… Ninguna se cumplió y el compromiso siempre ha corrido a cargo del gobierno federal… Apenas unos cuantos kilómetros por rehabilitar y una incompleta señalización, están dentro del informe más reciente sobre la carretera de cuatro carriles en Sonora… Una verdadera pena.