De Primera Mano | Hermosillo y Cajeme: Las cartas sobre la mesa

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín
A RESERVA de cumplir con los protocolos del procedimiento estatutario ante el árbitro electoral, el gran encontronazo en los dos municipios más grandes del Estado ya tienen sus principales protagonistas.
La trascendencia del papel que jueguen las y los candidatos a las presidencias municipales de Hermosillo y Cajeme podría influir de manera determinante en el resultado de la contienda por la gubernatura.
Ernesto Gándara, Ricardo Bours y Alfonso Durazo se juegan la mitad del triunfo o de la derrota en estos dos municipios.
Cajeme y MORENA no podían caer en el grave error de acceder a los caprichos de su actual alcalde y correligionario, Sergio Pablo Mariscal, quien había levantado la mano para buscar reelegirse, incluso buscó una opción más metiendo en la lista a su esposa.
Pero la administración de Mariscal ha sido un verdadero desastre, amén de los estrepitosos fracasos en materia de seguridad pública, donde la recomendación del entonces secretario de seguridad pública federal, Alfonso Durazo, (sugirió la designación de un militar al frente de la Comisaría de Seguridad Pública) se convirtió en un aumento exponencial del número homicidios dolosos. Sólo por mencionar un ejemplo, hasta el día lunes 22 de este marzo se habían contabilizado 41 asesinatos en Ciudad Obregón.
El candidato “palomeado” por Alfonso se llama Javier Lamarque Cano, actual diputado federal. Ya había ocupado la alcaldía del lugar por el PRD. Se enfrentará al candidato a vencer, Rodrigo Bours, quien de nuevo (hasta ahora) irá “por la libre” y a Abel Murrieta, señalado para abanderar Movimiento Ciudadano.
Por el PRI está propuesta la exsenadora Lina Acosta, a quien se le ven pocas probabilidades de triunfo. Se advierte en el Yaqui un enorme grado de dificultad para que repita MORENA en palacio municipal.
En Hermosillo, el encontronazo se dará entre Célida López Cárdenas y Antonio Astiazarán Gutiérrez. Ella, quiere reelegirse. Está haciendo historia. Y si alcanza su propósito hará más.
David Figueroa Ortega, el candidato de Movimiento Ciudadano, dará de qué hablar y su imaginación y creatividad en campaña le permitirán tener un crecimiento importante. Quizá lo interesante aquí sería responderse, ¿a quién le quitará votos David?
Astiazarán ya fue alcalde de la tierra que lo vio nacer, Guaymas y la verdad sea dicha de paso, tuvo una gestión muy exitosa. Su esposa –Patricia Ruibal- es de Hermosillo y “Toño” hacía tiempo ya, había fijado su residencia en la capital del Estado.
Como candidato al Senado en el 2018 por el PAN, no le fue tan mal en votos en la capital del Estado. Tiene la gran cualidad de haberse mantenido vigente, buscó ser candidato del PAN a la gubernatura y es un político muy completo e impuesto a sacar la tarea en las posiciones que ha ocupado, entre ellas una diputación federal.
Célida ha crecido mucho. No sólo eso. Cuenta con una estructura que ha sabido aprovechar como presidenta municipal y si se lanzó para buscar repetir en el cargo, es porque al medirse, concluyó que podía obtener el triunfo.
Ya veremos el desenvolvimiento de los tres en campaña y por allá a mediados de año, poder establecer un diagnóstico más certero.
Por lo pronto, la pregunta es ¿Qué tanto podrá aportar cada uno de esos candidatos a su “gallo” al Gobierno del Estado?
INEVITABLE no horrorizarse con informaciones de “nota roja”, como la que trascendió ayer en Guaymas, al ser detenidos unos sujetos que mantenían privadas de la libertad en el interior de un automóvil ¡a cuatro mujeres!… Luego, al mediodía y en pleno centro del vecino puerto, el asesinato de dos jóvenes, uno de ellos menor de edad… Qué triste, qué frustrante y qué impotencia al corroborar diariamente, que las autoridades de todos los niveles han doblado los brazos ante la delincuencia en Sonora… Qué terrible además, cuando ha desaparecido nuestra seguridad personal y la de la familia para salir de casa… Es un aspecto que la historia lo registrará y pondrá a cada responsable en el lugar que le corresponde.
POR CIERTO que ayer, 23 de marzo y a 27 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio, que Alfonso Durazo pretendió visitar la tumba de su exjefe y amigo, en Magdalena, pero que suspendió el periplo al reportarse la presencia de “gente extraña” en la región… A estas alturas habría qué preguntarle al también candidato de MORENA a la gubernatura, si estaría dispuesto a repetir aquella declaración que estableció al renunciar la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en el sentido de que –según sus datos- “no había zona en el país donde prevaleciera el dominio de bandas delincuenciales”.