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De Primera Mano | Las tragedias colapsan campañas

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

SI, LA HISTORIA nos enseña que el destino puede involucrar a los políticos en escenarios afortunados, pero también muy desafortunados. No sólo eso. Un acontecimiento doloroso se transmite en la conducción de una campaña política.

En el año 2009, en Hermosillo, el entonces candidato del PRI a la gubernatura, Alfonso Elías Serrano, llevaba una delantera de 10 puntos sobre su principal adversario, Guillermo Padrés Elías, hasta antes del incendio registrado en la Guardería ABC, donde fallecieron 49 niñas y niños, dejando secuelas de por vida a varias docenas más.

La consecuencia inmediata fue la paralización de la campaña del priísta. A un mes de los comicios, ya sólo fue cuestión de esperar. El sentimiento se volcó a favor del panista.

La emoción que genera el dolor y, sobre todo, el conocimiento real de la responsabilidad de un gobierno en el desenvolvimiento de una tragedia, lo sabe MORENA y sus principales firmas, comenzando por el Presidente de la República.

Quizá por ello, las mentes más perversas del lado de la “cuatroté” reaccionaron de inmediato al saberse del colapso de vagones de la línea 12 del Metro la noche de este lunes en la ciudad de México y comenzaron a sembrar la idea de que el origen del accidente había sido un “sabotaje”.

Doce horas después de estos hechos, el gobierno de la ciudad de México informaba del registro de cuando menos 24 muertos y más de setenta heridos. “La tragedia más grande en la historia del transporte público en la capital de la república”, admitiría en “la mañanera” el canciller Marcelo Ebrard, ampliamente recordado por haber “modernizado” la Línea 12 del Metro cuando fue jefe de gobierno del Distrito Federal, de 2006 a 2012.

Y en los videos difundidos, aparece claramente Mario Delgado, el hoy dirigente de MORENA, como el secretario de finanzas del gobierno de Marcelo, acusado de pagar un sobreprecio a los proveedores de los suministros de la Línea 12.

Pero además, empezó la memoria colectiva a documentar no sólo la obstinación de Ebrard en aquel momento por instalar “vías férreas” a pesar de las recomendaciones sustentadas de utilizar neumáticos ante los movimientos telúricos recurrentes en la capital de la república, sino que también se exhibieron los “twitts” y fotografías en Facebook, donde la ciudadanía alertaba de problemas en la estructura de los trabes y pilares que soportaban las vías aéreas del Metro.

Las consecuencias están a la vista. Insistir en la estrategia del “sabotaje” resultaba contraproducente ante la contundencia de las advertencias y la terquedad de gobiernos que abandonaron el mantenimiento de las líneas de los trenes, aunado a la “austeridad republicana” implementada por la “cuatroté” que propició el olvido y la ausencia en la supervisión.

¿Echar la culpa a pasados gobiernos como es la costumbre del actual régimen?

Impensable. La izquierda a través del PRD y luego de MORENA, han encabezado los gobiernos en la ciudad de México desde hace 30 años.

¿Pensar en que esta tragedia le pegue a las campañas de MORENA en el país?

Eso lo sabremos el próximo domingo seis de junio.

Lo que sí es cierto es que los errores se acumulan en un gobierno centralista, beligerante e intolerante como el que encabeza López Obrador. Ante este escenario, una tragedia de estas dimensiones produce un sentimiento que se vuelve exponencialmente en contra de quienes evidentemente son los responsables.

… Y se refleja en las urnas.

EN LOS DIFERENTES grupos afines a MORENA en Sonora, hay quienes no han podido ser “apaciguados” y han aumentado su agravio y tomado la decisión, algunos de ellos, de abandonar el barco o atacar a quienes son sus dirigentes… Quienes tomaron las instalaciones de ese partido en Hermosillo han difundido con amplitud su coraje y sus deseos por hacer llegar sus quejas para que sean escuchadas por el propio Presidente de la República… No hay nada peor dentro de una campaña política que las consecuencias que provoca el llamado “fuego amigo”… Y esto último no parece interesarle a Alfonso Durazo, el candidato al Gobierno del Estado, envuelto en su soberbia de despreciar a sus propios militantes y a sectores esenciales en la entidad, convencido de que ganará “porque la gente agradecerá en las urnas el apoyo económico enviado por López Obrador”… En Hermosillo, un aliado de Durazo, el candidato del Partido del Trabajo a la presidencia municipal de Hermosillo –Jesús Celaya– se ha abierto fuerte en contra de Célida López Cárdenas, la candidata a repetir en la oficina más importante del Palacio Municipal… Todas estas escisiones producen tarde o temprano un colapso de las estructuras… Y no se puede volver atrás.