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De Primera Mano | Transporte público, problema sin solución

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

BLOQUEAR el crucero más importante de la capital del Estado (Rosales y Boulevard Encinas), no es suficiente para la lucha que desde hace meses están sosteniendo los choferes del transporte público.

Quizá unos meses atrás este tipo de manifestaciones podrían ser atendidas por algún funcionario de la Dirección General del Autotransporte del Gobierno del Estado y acordar una mesa de negociaciones para buscar acuerdos.

Ahora no es así.

El que cientos o miles de hermosillenses automovilistas se vean perjudicados ante un bloqueo en el que no hay para dónde avanzar o retroceder, tampoco es razón en este tiempo para que se busque una solución al problema en las instancias correspondientes.

Es que es muy probable que se haya llegado a una conclusión: No hay solución. Simplemente eso.

Los operadores del transporte urbano en Hermosillo se quejan amargamente desde hace meses, de que el patrón o concesionario (representado por un señor residente de la ciudad de México, de nombre Jesús Padilla) no les paga el salario comprometido bajo un contrato y ni siquiera los tiene dados de alta como derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social.

“Es terrible –nos comenta en entrevista Apolinar Castillo, dirigente del sindicato de choferes- cuando llevas a tu esposa o a tus hijos al Seguro Social y encontrarte con un rechazo porque no están dados de alta por el patrón”.

“No hay pago de horas extras y se nos quiere obligar a trabajar más horas de las que nos corresponde”. Es otra de las quejas de los operadores.

Por su lado, Jesús Padilla asegura que ha cumplido con el contrato colectivo de trabajo, pero que tampoco el Gobierno del Estado le ha pagado su parte correspondiente a los compromisos contraídos para la mejorar la operación del transporte público.

Por el lado del Gobierno del Estado, Edgardo Amaya es el titular de la Dirección del Autotransporte y conoce muy bien el tema, porque fue el encargado de administrar la requisa cuando se determinó luego de una licitación, la designación del nuevo concesionario del servicio.

Él desempeña el papel de estar en medio de un sándwich, porque sabe que Padilla no cumple, pero tampoco cumple el Gobierno del Estado.

Esos incumplimientos repercuten en los trabajadores del volante y sus familias.

La parte final de esta cadena está en los usuarios del servicio y en los automovilistas que pierden tiempo, citas y otros compromisos, por los constantes bloqueos que paralizan el tráfico vehicular.

Los primeros, se quejan constantemente del mal servicio del transporte urbano. Los segundos, aspiran a no verse en medio de una larga fila de automóviles y camiones, sin poder avanzar, ni retroceder.

Habrá qué decirlo con todas sus letras: La corrupción y la incapacidad genera este tipo de problemas sin solución.

“Nuestra lucha continuará. Esperemos que nos atienda el nuevo gobierno que encabezará Alfonso Durazo”, nos dijo muy resignado, Apolinar Castillo.

Es, además, el clásico final de sexenio con un transporte público en ebullición. Es un fenómeno recurrente cada seis años.

EL ABANDONO a sesenta días de concluir la administración estatal y a 62 del periodo de las y los presidentes municipales, es un fenómeno que se repite en varias regiones del Estado… Por ejemplo, la periodista Connie Peraza reporta que en Navojoa, la alcaldesa Rosario Quintero ha acelerado las obras para pavimentar y rehabilitar el sistema de agua potable para su casa, pero el resto de las colonias están hechas un desastre y sin atención alguna… Mientras tanto, en Cajeme, se está haciendo historia… No se recuerda un ayuntamiento colapsado, con una bonita ciudad con sus calles destrozadas y sus parques y jardines “mechudos”… Ni hablar de la ola violenta… No hay día que no se reporten homicidios dolosos… Nada más, nada menos, ayer asesinaron a tres personas en Ciudad Obregón… En Guaymas, tres asesinatos en menos de dos horas y la ubicación de una hielera con un cuerpo desmembrado… Son escenarios de terror… ¿Y alguien ha visto cuando menos una acción de parte de la autoridad federal, estatal o municipal que pudiera hacer pensar a la delincuencia organizada que existe autoridad en el Estado?… Los sonorenses continúan esperando.