Desapariciones, un fenómeno desbordado en Sonora

Por Gabriel Rigo Gutiérrez E.
En Sonora las autoridades siguen con los ojos cerrados ante el desbordado fenómeno de las desapariciones forzadas, una situación que se ha recrudecido en los últimos años, con esta nueva escalada en la encarnizada guerra entre grupos del crimen organizado.
La cifras son escalofriantes, tan sólo el año pasado en nuestra entidad se reportaron 729 personas catalogadas como “desaparecidas y no localizadas” (según datos públicos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas). Un año antes en 2023, se habían contabilizado 243 desaparecidos… Y en 2022, se reportaron 206 víctimas.
El incremento de estos casos, sin duda obliga a que las autoridades repiensen la estrategia de combate a la inseguridad, pero sobre todo de atención a las víctimas y sus familias.
Nos queda claro que la fallida política del Lopezobradorismo de “abrazos, no balazos” les dejó a criminales la cancha libre para operar. Pareciera que más que nunca la impunidad se encumbró en nuestra tierra.
Y miren si no, el fenómeno de las “narco-fosas” o cementerios clandestinos —a veces un lamentable destino en casos de desapariciones—, tristemente hoy se ha vuelto común, y lo peor, esta violencia brutal empleada por cárteles en México comienza a “normalizarse”.
Aquí un dato que nos da luz sobre esto: de 2018 a 2023 se localizaron 154 fosas clandestinas. Cajeme ocupa primer lugar con 61 casos.
Sin ir muy lejos, la semana pasada en un predio sobre la Carretera 26, rumbo a la Costa de Hermosillo, ahí encontraron 40 narco-fosas. En casas abandonadas, en lotes baldíos, en caminos rurales, en campos agrícolas, por todos lados están comenzando a surgir estos cementerios… pero ojo, cuando digo “encuentran”, no me refiero a las autoridades, claro que no, son los colectivos de madres buscadoras las que hacen ese trabajo.
Usted podrá cuestionar sus métodos, contactos y demás, pero ellas han dado con desaparecidos. Tan sólo el año pasado hallaron 164 cuerpos en diferentes municipios.
¿Que cómo lo hicieron? Con palas, picos, varillas, voluntad, pero sabe cuál es la herramienta más poderosa que tienen… Es la esperanza, y aunque muchas en lo más profundo de su ser no quisiera encontrar al desaparecido, a la vez, dar con la víctima es lo único que les dará paz a sus corazones…
A todo esto… ¿qué hace el Gobierno? Existe una Comisión de Búsqueda, que se estableció hace años, con presupuesto y personal para operar. Pero hace dos semanas “presentó su renuncia” Javier Díaz, que era Comisionado y es hora que todavía no han designado nuevo titular.
Por una parte, es justo decir que con Díaz la Comisión tuvo más dinamismo, además de cercanía con los colectivos y sobre todo atención para brindar apoyo en las labores de campo de las buscadoras… El detalle es que, como suele suceder, ante este tipo de renuncias, muchos salen por la puerta de atrás, y olvidan que se les brindó la confianza para desempeñar ese cargo y se les pagó para que dieran resultados… Por respeto a la gente, mínimo deberían estar obligados a rendir cuentas. ¿O de plano en Sonora no importan los desaparecidos?