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¿Dientes a la Profeco?

Por Feliciano J. Espriella/

Los políticos mexicanos han sido desde tiempo inmemorial verdaderos expertos en maquinar organismos, instituciones, leyes y reglamentos cuyo objetivo final es el de proporcionar a la población atole con el dedo.

Las Comisiones de Derechos Humanos de todos los estados, las contralorías internas de todas las instancias de gobierno, así como las Procuradurías Federales de Protección a diversas cosas han sido dignos émulos de la Carabina de Ambrosio. Desde sus inicios hasta nuestros días a todo lo largo y lo ancho de nuestro vasto territorio nacional, sólo han servido para tres cosas: 1) para nada, 2) para nada y 3) para nada.

No es extraño pues fueron creadas como perros guardianes pero sin colmillos. Todas han pasado por lentos procesos de evolución. En sus etapas iniciales fueron sólo normativas. Al tiempo se les confirió la facultad de revisión y bastante después la de aplicar sanciones, pero no tienen facultades coercitivas y las sanciones no son exigibles. Las pagan sólo quienes quieren hacerlo.

Reformas a la Ley Federal de Protección al Consumidor

El pasado 15 de octubre los senadores Ana Lilia Herrera Anzaldo, Héctor Larios Córdova, Miguel Barbosa Huerta, Blanca Alcalá Ruiz, Graciela Ortiz González, Marcela Guerra Castillo, Ricardo Urzúa Rivera, Braulio Fernández Aguirre y Miguel Romo Medina (PRI, PAN, PRD) presentaron al pleno de la Cámara de Senadores una iniciativa con proyecto de decreto que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones de la Ley Federal de Protección al Consumidor.

Dicho proyecto ha sido promovido por parte de la Profeco desde el mes de abril, cuando lo presentó en distintos foros empresariales e incluso en las cámaras de Diputados y Senadores. Sin embargo, el titular de Economía, Ildefonso Guajardo, lo ha mencionado muy poco. Casi nada.

Hay un capítulo completo de sanciones

Hoy las multas que impone la Profeco en los procesos de conciliación si se incumplen no son exigibles. En la nueva Ley se propone que las multas sean exigibles, incluso que pueda haber un proceso de ejecución.

Pretende intervenir también en el comercio electrónico, hoy prácticamente tres de cada cuatro internautas realizan compras en línea, es un mercado que representó en el año 2014 la suma de 162 mil millones de pesos.

Propone en este tema la iniciativa garantizar la confidencialidad de los datos por un lado, pero por otro, que los compradores no tengan menos garantías que las que tienen en un establecimiento físico: datos, correo electrónico, dirección, los datos completos del bien o servicio que se van a comprar y que las garantías sean explícitas.

Se busca ampliar las facultades de la Profeco para que emita alertas dirigidas a los consumidores, sobre todo tratándose de productos que pudieran ser dañinos y poner en riesgo la salud, la vida e incluso la seguridad de los consumidores.

Que pueda prohibir la comercialización y retirar del mercado productos defectuosos que pongan en riesgo la vida, la salud, la seguridad de los consumidores y que esté facultada la Profeco para aplicar llamados a revisión de bienes, productos o servicios como medida precautoria cuando presenten daños o defectos que ameriten ser corregidos, reparados o incluso reeditados.

La IP la rechaza

El sector empresarial no apoya el proyecto, debido a la ausencia de certeza jurídica, argumentan, fundamentalmente en el tema de sanciones, entre las que destaca el pretender incluir cobros de acuerdo con la capacidad económica de cada empresa, reincidencia, medidas de apremio (que sanciona incluso con prisión), intervenir en la definición contratos de adhesión después de ser autorizados por la misma institución.

Se justifica su urgencia en función del volumen de denuncias no resueltas, para que se otorgue facultades de actuación a la Profeco, pues de otra manera seguirá siendo un elefante blanco. Muy costoso por cierto, si lo analizamos desde la óptica de los magros beneficios a la población que año con año reporta.

Homenaje de la pintora Silvia González al fotógrafo Conrado Quezada

Desde el pasado martes, la pintora sonorense Silvia González Ascencio está presentando una exposición de pintura inspirada en la obra del pintor Conrado Quezada Escandón. Sobre esta obra, Carlos M. Valenzuela, Presidente por México de la Asociación Hispanomundial de Escritores, escribió:

“Son momentos únicos, donde se ilumina el alma y se nutre el espíritu, con la magia de la vida y Silvia González Ascencio, al pintar sus emocione en claro homenaje a Conrado Quezada —y su obra fotográfica— deja en sus pinturas el movimiento del color, que hizo suyo”.

Por hoy fue todo, gracias por su tolerancia y hasta la próxima.