Diputados recorren la ruta del migrante
Por Gerardo Moreno/
Un grupo representativo de legisladores mexicanos y centroamericanos se llevaron la tarea de generar leyes, políticas y acciones para atender a los migrantes
Las jóvenes migrantes llenas de pena y temor se tapaban la cara con el pelo, con las manos, con lo que tuviera cerca, ante el asecho de los flashes de las cámaras de los reporteros y acompañantes de los diputados integrantes del Consejo Parlamentario Regional sobre Migración (COPAREM) que realizaban una gira por la frontera norte de México.
La primer escala era el Centro de Atención al Migrante en Hermosillo, un sitio dependiente del Instituto Nacional de Migración (INM), en el cual alberga por un periodo de aproximadamente 20 días a los migrantes que fueron aprehendidos y esperan de ser deportados a su país de origen.
En la Estación tienen a 68 personas de los cuales 28 son menores y aproximadamente 20 mujeres. Principalmente son de origen guatemalteco, luego del Salvador y Honduras. Con pena platicaban su historia y la travesía que quedó trunca para cruzar a los Estados Unidos.
Con timidez o bajando la vista, las jóvenes contaban su historia. Tenían aproximadamente un mes de salir de su país de origen y aseguraban que lo peor que les había pasado era estar ahí encerados. Pedían que les aseguraran cuánto tiempo estarían ahí y les dejaran salir de los cuartos.

“Solo podemos dormir, no nos dejan hacer otras cosas”, “queremos lavar la ropa, no sé, hacer algo, manualidades tal vez”, solicitaban las migrantes a la Senadora Gabriela Cuevas que trataba de obtener de ellas el por qué migraron.
Una joven mujer estaba ahí con su pequeño hijo Sebastián de apenas un año de edad, venían desde Guatemala y ahora estaban a la espera que el INM los regresara a su país. Los niños comían frituras mientras reporteros y diputados trataban de hablar con ellos, apenas y soltaban un par de palabras.
Mientras un grupo de muchachos estaban en el pequeño patio jugando con un balón de futbol desinflado. “¿De Honduras nadie viene?”, gritaba con enfado un joven que se juntaba con sus paisanos, al ver que no llegó legislador representante de su país.
Cuando preguntabas ¿de dónde son? “Mexicanos”… gritaban como esperando que los oyeran las autoridades del INM. Todos los hombres aseguraron que volverían a intentar cruzar la frontera en la próxima oportunidad.
Un señor de Guatemala narró que él ya estaba a punto de subir al tren que lo llevaría a California. Pero se encontró a una mujer hondureña que ya no podía caminar porque tenía los pies hinchados, le compartió la poca agua que le quedaba e hizo una fogata para que los encontrara “la migra”. A él lo trajeron a Hermosillo, a ella a un hospital en Agua Prieta.
Sensibilizarse de la situación de los migrantes
La COPAREM es una comisión que se formó para trabajar conjuntamente todos los países expulsadores de migrantes de Centroamérica y Caribe, incluido México. Aprovechando que la reunión le tocaba a México, la senadora Ana Gabriela Guevara (presidenta del Consejo junto con la diputada federal Amalia Dolores García Medina) los invitó a una gira por la frontera de Sonora y Baja California.
En esta ciudad, el sábado por la mañana realizaron una rueda de prensa donde informaron que la intención de la gira era que los diputados se dieran cuenta de las condiciones en que los migrantes viajan, así como sostener reuniones con autoridades migratorias y centros de asistencia humanitarios.
Los diputados asistentes a la gira fueron Karina Sosa, Julio César Fabián, Gloria Elizabeth Gómez y José Vidal Carrillo de la Asamblea Legislativa de El Salvador; Jean Paul Briere Samayoa, del Congreso de la República de Guatemala; y Lucía Alba del Congreso de la República Dominicana. Faltaron los representantes de Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
De México asistieron la diputada Lorenia Iveth Valles Sampedro, la senadora Gabriela Cuevas Barrón, Ana Gabriela Guevara y Amalia Dolores García Medina.
Junto al muro fronterizo
El segundo punto de la agenda fue trasladarse hasta Nogales. Ahí cruzaron la frontera a pie y sostuvieron una reunión en el Consulado Mexicano en Arizona. La idea: cuestionar sobre su labor y la forma en que retienen y repatrian a los menores. Esta junta generó más dudas que respuestas, consideró la legisladora dominicana Lucía Alba.
Junto con un impresionante aparato de seguridad que incluía la Policía Federal, Estatal y Municipal así como elementos del INM —alrededor de 20 vehículos entre todos—, la comitiva pasó a la colonia “Buenos Aires” de Nogales, Sonora, una colonia conflictiva e insegura, donde muchos migrantes aguardan una oportunidad de cruzar a la frontera que se encuentra a unos metros.

De ahí se pasaron justamente a un lado del muro. Los diputados quedaron asombrados ante la magnitud de la valla. La diputada Karina Sosa comentó que es increíble que se construya este tipo de estructuras para evitar el cruce a un país.
Por su parte la senadora Ana Gabriela Guevara externó que realmente es indignante e impotente ver el muro fronterizo y saber —como seguro piensan los migrantes—, que están tan cerca los Estados Unidos y no puden ir. En el lugar los legisladores aprovecharon para tomarse fotos y selfies para registrar el acontecimiento.
Antesala del infierno
Ya el domingo los legisladores mexicanos y centroamericanos viajaron a Altar, Sonora, la última parada antes de cruzar por el desierto hacia los Estados Unidos. Ahí visitaron el Centro Comunitario de Atención al Migrante y Necesitado (CCAMYN) que dirige el Padre Prisciliano. El sacerdote no se encontraba y fueron recibidos por Denisse Robles, la encargada.
Ahí los diputados dieron una rueda de prensa y recorrieron el lugar. Al momento había siete migrantes, aunque la joven Denisse Robles platicó que al día llegan alrededor de 30, ahí se les da comida y techo por tres días y se les explica lo terrible que será el cruzar el desierto.

Aseguró que llegan al alberge más hombres, solo una mujer y un niño al mes. Todos concuerdan que lo peor del camino son los asaltos y las extorsiones tanto de criminales como de las mismas autoridades, pero también están conscientes del sufrimiento que les puede esperar con el calor extremo.
Un joven salvadoreño se encentraba acostado bajo una sombra, sorprendido como los demás migrantes por los agentes del INM y temerosos que los fueran a detener, pues no es frecuente verlos por Altar. Platicó a Primera Plana que salió hace un mes de su hogar y lleva dos días en el albergue y aseguró que intentará cruzar a los Estados Unidos donde lo único que le da miedo es el calor.
Posteriormente la comitiva siguió la ruta rumbo a Caborca. Ahí sostuvieron una reunión privada de la COPAREM y después pasaron a Sonoyta a ver la puerta del infierno, que es el desierto que cientos de migrantes caminarán para tratar de llegar a Estados Unidos.
De ahí fueron a Mexicali donde sostuvieron una reunión con autoridades del Migración de Baja California y visitaron el Hotel del Migrante, el martes sostuvieron en Tijuana una reunión con el Colegio de la Frontera Norte y visitaron el río de Tijuana, donde también cientos de personas esperan la oportunidad de cruzar la frontera.
Los legisladores coincidieron que fue un buen ejercicio salir de sus oficinas y constatar lo que viven los migrantes, sin embargo se llevan la tarea de trabajar en leyes, pero principalmente acciones inmediatas para atender el urgente problema.