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“El éxito requiere talacha y esfuerzo”: Anna Baranzini

“El éxito requiere talacha y esfuerzo”
“El éxito requiere talacha y esfuerzo”

Entrevista con Anna Baranzini, empresaria sonorense, fundadora de “Inmobiliaria Annba”; con importante activismo en proyectos sociales en la Costa de Hermosillo

Por Gerardo Moreno Valenzuela

Abriéndose paso en un terreno predominantemente a cargo de hombres, logrando realce e impulso al campo sonorenses, imprimiendo un sentido humanista en esta labor e incluso logrando diversificarse en diferentes industrias, Anna Baranzini Hurtado, es muestra de cómo lograr el desarrollo empresarial en Sonora junto a la responsabilidad social.

Anna Baranzini está a cargo del área administrativa de las tres grandes empresas familiares, que son CarBaCo y Luz Elena S.R.P, dedicadas a la agricultura con campos añejos en la Costa de Hermosillo y Guaymas; y la Inmobiliaria Annba, de reciente creación; las tres 100% sonorenses, donde llegan a emplear a más de mil personas en temporadas altas, que duran nueve meses del año.

 

Las raíces en el campo

El grupo empresarial Luz Elena nace en los años 40´s, cuando el padre de Anna, Carlos Baranzini, decide migrar de Italia, llegar, instalarse y apostarle todo a trabajar los campos agrícolas de la Costa de Hermosillo, que en ese momento no se aprovechaban.

A base de esfuerzo, sabiéndose adaptar a las condiciones climáticas del verano sonorenses, apostando a cultivos de largo plazo —como la nuez—, y con alianzas estratégicas. Fue que logró consolidar las empresas agrícolas, que es de las más importantes, donde prácticamente el 100% de lo que produce es de calidad de exportación.

Anna Baranzini nació en 1970 en Hermosillo, viendo el ejemplo de su padre de siempre luchar por lo que uno quiere, y que el trabajo duro y bien hecho siempre trae su recompensa; decidió irse a estudiar la carrera de pedagogía en la Universidad Panamericana, y posteriormente una maestría en administración en el Tecnológico de Monterrey.

Después encontró su primera pasión en el apoyo a las Instituciones de Asistencia Privada; se fue a vivir a Guadalajara, Jalisco, donde se encargaba de conseguir fondos para asociaciones que garantizan la educación de la mujer. Ahí duró 10 años trabajando, cosechando muchos éxitos e importantes relaciones.

Sin embargo, hace 10 años, las compañías agrícolas comenzaron a tener crecimiento, y fue ahí que recibió la oferta de su padre de venir a administrar el Grupo Empresarial y tuvo que tomar una decisión coyuntural.

“Mi papá me dice, oye mijita están creciendo las empresas, necesito gente de confianza, por qué no te vienes a vivir para acá y vienes a trabajar al grupo… Tuve que tomar una decisión, y pensé ‘estoy trabajando ahorita para otros pero tengo que trabajar yo por lo mío’, y entonces me vine a trabajar a Hermosillo, en las empresas agrícolas”.

 

Vida empresarial

Llegar a administrar las empresas familiares fue un triple reto enorme: primero la actividad agrícola no se veía como un campo de acción para una mujer; segundo, por su formación humanista cuando alguien pensaría que se ocupa una persona con capacidades netamente técnicas; y tercero por venir con ideas del centro del país y querer implementarlas en el norte.

Por eso la estrategia que implementó fue no llegar a confrontar, sino a conciliación, aprender todos los procesos, ver con quienes había que tratar en las empresas y fuera de ellas, y luego ya instalarse firmemente.

“Entonces me costó mucho trabajo ir forjando un prestigio… fue navegar con bandera conciliación, conocer los procesos, los cultivos, las organizaciones y sinergias. Poco a poquito poder, por un lado, formar mi equipo de trabajo con mucha confianza, y por otro hacer sinergias con varias organizaciones e instituciones, y así poder aportar el conocimiento que yo traía”.

Platicó que trabajar tantos años como recaudadora de fondos le ayudó en saber como tratar con diferentes tipos de personas, tener un conocimiento amplio del carácter humano de cada ser y saber sacar lo positivo de cada colaborador. Con eso logró consolidarse ella en el puesto y formar su equipo de confianza.

“Ya la segunda etapa fue miel sobre hojuelas, comenzamos a hacer muchos planes fiscales, trabajar a favor del personal, colaborar con estas instituciones asistenciales como es el Patronato de la Costa de Hermosillo, y a tener participación proactiva en Conejo Nacional Agropecuario y en Coparmex”.

 

Nace la inmobiliaria

Hace cinco años, al ver las complicaciones para el campo son cada vez mayores con el cambio climático y la escasez de agua en la región, decidieron como familia y grupo empresarial, diversificar un poco más las actividades empresariales y de esta forma decidieron crecer y fundaron la Inmobiliaria Annba.

“Y ahorita que está la situación del cambio climático, el agua, que va a ser un bien muy cotizado, tenemos que cuidar mucho el acuífero de la costa de Hermosillo, vienen tiempos difíciles”.

Platicó que se dieron cuenta que la familia iba creciendo y era necesario institucionalizar las empresas familiares, ver quién las va a dirigir para después no pelarse.

“No creas que es un proceso fácil, porque el institucionalizar las empresas familiares tiene su complicación, porque estás trabajando con hermanos… pero creo que en la distinción está la riqueza, en la pluralidad está la riqueza, y hay que apoyarnos de la grandeza del otro para poder ir creciendo y muchas veces tienen que ceder un montón y con eso avanzan juntos, y así sacar mejores proyectos, y así salió esta inmobiliaria”.

 

Intenso activismo social

Anna Baranzini platicó que al ser convencida de la importancia de la educación y de brindar un buen entorno familiar a todos sus colaboradores, incluidos los jornaleros que cada temporada regresan a trabajar dignamente al campo sonorense, es que comenzó a involucrarse en proyectos sociales para apoyarlos.

En estos momentos colaboran con el Comedor Comunitario de la Costa, donde no se permite que los menores de edad y adultos mayores pasen un día sin tener alimentos balanceados y nutritivos.

También está colaborando activamente con el Patronato de la Costa de Hermosillo, donde buscan instalar programas, acciones y conseguir que logren el impulso real de esta comunidad.

Además, está en el Banco de Alimentos de Hermosillo, donde buscan poner su granito de arena para acabar con el hambre en el municipio; incluso busca sumar siempre a sus colaboradores, para que apoyen como voluntarios en esta labor.

Y actualmente es encargada de la Comisión de Responsabilidad Social de la Coparmex Sonora, donde en colaboración con otras mujeres empresarias buscan impulsar acciones en beneficio de toda la comunidad hermosillense.

“La verdad estamos muy contentas porque somos muchas mujeres bien trabajadoras y no nos interesa, soy bien sincera, no nos interesa la foto; nos gusta trabajar y tenemos en común que nos gusta trabajar a favor de todos. Yo creo que esa es la grandeza y lo que nos va a hacer trascender”.

 

Saber decir que no

Anna Baranzini platicó que realizar todas estas actividades, el sector empresarial, apoyo a causas sociales y la vida personal, no sería posible sin el firme apoyo de su familia, el cual dijo es un pilar esencial en su vida.

“Es difícil, pero hay que tener nuestras prioridades, y yo la tengo muy clara y digo no voy a sacrificar a mi familia por mi éxito profesional; estoy convencida que, si cuido bien mis convicciones y mis principios, el éxito profesional va a llegar, porque el éxito no lo puedes buscar de una manera directa, lo buscan teniendo muy cuidado la base que te conduce a él y uno de tus pilares es tu familia, otro eres tú mismo. Tenemos que buscar los equilibrios y ser personas felices”.

Para esto, aclaró que es necesario tener claras las prioridades y saber decir que no; que si hay algún encuentro o evento empresarial que se junta con una reunión familiar impórtate, lo mejor es ir con la familia y dejar el negocio para después.

Aclaró que es todo un arte, pero siempre las personas que tiene más responsabilidades son las que mejor aprenden a organizarse, y ahorita teniendo a las manos las herramientas digitales para todo, es mucho más fácil.

Además, recalcó que esta preocupación por la familia es necesaria también bajarla a todos los colaboradores, ya que, si consigues que las personas que trabajan contigo también logren, con su salario, satisfacer todas las necesidades de la familia y conseguir sus metas, ellos trabajan mejor y la empresa crece y los empleados crecen junto con ella.

 

Tiempos difíciles

Anna Baranzini platicó que los últimos años, tanto por la pandemia del Covid-19 como por el cambio climático, el desarrollo de las empresas agrícolas, particularmente de la costa de Hermosillo, ha sido muy complicado. Sin embargo, con mucho impulso han logrado mantener todos los empleos que generan y garantizar el salario a todas las familias que colaboran con ellos.

Por eso dijo, el primer reto inmediato para ella como administradora de las empresas familiares es lograr mantenerlas como están en estos momentos, para lograr que no se pierdan empleos.

Después, dijo, ya habrá que realizar inversiones para atraer más tecnologías para consumir menos agua y hacer más eficientes los cultivos y crecer como compañías agrícolas.

Y sin duda, seguir diversificando las empresas familiares, como consolidar la empresa inmobiliaria, sin descuidar el apoyo e impulso a la comunidad, porque eso también dará fortaleza a las familias, al estado y a las mismas empresas.

 

Consejos

Por último, aprovechó para dar algunos consejos a los jóvenes emprendedores: Primero que nada, tener conocimiento personal, saber tus habilidades, competencias, qué es lo que quieres; segundo buscar un mentor, guía o un coach, una persona con experiencia que te marque la ruta a seguir y sirva para no perder el objetivo; tercero saber que el éxito requiere talacha y esfuerzo diario, no se logra de la noche a la mañana; y por último estar enamorado de lo que se hace.

“Lo que sea, si es a la cultura de la belleza, agricultura, comercialización, periodismo, o lo que sea, tienes que hacerlo con amor. Porque si no estás enamorado de tu trabajo, donde muchas veces le dedicas más a tu trabajo que a tu familiar, si no estamos enamorado y no nos apasiona nuestro trabajo, la verdad difícilmente logramos nuestras metas”.