El extraño retorno de Tomás Herrera

¿Qué pecado tan grande cometería la feligresía católica de San Pedro-El Saucito que tendrán como penitencia permanente lidiar con este personaje?
Por Hilario Olea Fontes
La noticia me llegó a través del exitoso grupo de difusión vía Whatsapp de Armando Vázquez Alegría —un interesante modelo de comunicación que vale la pena comentar en otra ocasión— e inmediatamente me ganó la sorpresa.
Y es que, según un oficio firmado por el mismísimo arzobispo de Hermosillo, Ruy Rendón Real, en breve se reincorporará a dirigir una parroquia el polémico Tomás Herrera Seco. Los fieles suertudotes son los de la comunidad de San Pedro-El Saucito.
Aunque tengo más de dos dedos de frente, hasta el momento no logro comprender cómo es que Tomás Herrera ha prácticamente negado las creencias de la Iglesia Católica, renegado en contra de todo y de todos, prácticamente colgado los hábitos, protagonizado escándalos personales de toda índole, participado activamente como colaborador de Guillermo Padrés y aun así lo siguen manteniendo en el roster de los sacerdotes locales.
Desde hace muchos años que se autodenomina periodista, escritor, historiador, filósofo, teólogo comunicador, coach de capacitación, director de la fundación CREES y hasta poeta. Es decir, ya no se cataloga como “padre” o como “sacerdote”. Para constatar esta pequeña omisión hay que revisar su portal http://www.tomasherrera.com/ o su página de Facebook https://www.facebook.com/fundacioncreescapacitaciones/.
El tiempo que tiene viviendo en Hermosillo (asegura ser originario de Palencia, España) no se ha cansado de despotricar en contra de las autoridades eclesiásticas y la labor de la Iglesia en la localidad. El más reciente botón se dio el pasado 5 de mayo, cuando se reunió con los integrantes del grupo Madrugadores-Hermosillo, en donde afirmó —entre otros lapidantes conceptos— que la Iglesia de Hermosillo “está muerta” y que “tiene un divorcio total con la sociedad”.
Años atrás, cuando inició su labor como titular del Instituto de Capacitación del Nuevo Sonora Ciudadano en el sexenio padrecista, el entonces arzobispo José Ulises Macías declaró que Herrera no tenía inconveniente en ser funcionario público, porque no se trataba de un puesto de elección popular, caso que sí se contrapone con la ley eclesiástica.
“El encontró ese lugar donde cree que con sus cualidades puede dar formación humana dentro de lo que a él le corresponde, a elementos que forman parte de la autoridad y del gobierno del estado”, dijo, pero además afirmó que no estaba suspendido, que no estaba fuera de la iglesia… “No tiene comunidad propia, no tiene iglesia, porque imposible que pueda con dos trabajos. Yo creo que terminando el periodo tendrá que regresar”. ¡Y regresó!
Mucho antes, a finales de la década de los 90’s, en una entrevista para el semanario Primera Plana, llamó al arzobispo —emérito en ese momento— Carlos Quintero Arce, “bufón de los ricos”.
Reconozco que este señor es inteligente y astuto. Ha sabido relacionarse en círculos políticos, sociales, intelectuales y económicos de Hermosillo. Hay muchas personas que lo admiran, incluyendo grandes amigos míos. Pero también existe gran cantidad de leyendas urbanas que provienen de voz de vecinos de las parroquias donde ha ejercido, de policías de tránsito que supuestamente le “perdonaron” algunos pecadillos, e incluso de comentarios que permanecen en foros de Internet y redes sociales.
En lo personal me consta que cuando estuvo en la Capilla de Villa de Seris, Nuestra Señora de la Candelaria, eliminó —por sus pistolas— devociones tradicionales de las señoras del pueblo.
Es prácticamente difícil asimilar cómo es que una persona que se dedicó en su vida de adulto joven a ser mánager del grupo infantil español Parchís (él mismo lo reconoció), se instaló en Hermosillo hace casi tres décadas con el título de “sacerdote”.
Ahora que desempolvará el hábito y se encargará de la capilla de San Pedro-El Saucito (lugar donde se dice que posee un predio con instalaciones bien equipadas), trato de imaginar qué oscuros secretos conoce de los líderes religiosos como para haber evitado en todo este tiempo ser expulsado permanentemente de la Diócesis de Hermosillo.
*Columna “Punto y Seguido”, publicada en el portal informativo Ehui.com.
Twitter: @oleafontes