El General Álvaro Obregón cabalga de nuevo

Por Franco Becerra B. y G.
Por la misma avenida que conduce a la Hacienda del Nainari en ciudad Obregón, se encuentra un extraordinario recinto histórico: el Museo Sonora en la Revolución (MUSOR), ubicado en la residencia que habitó don Francisco Obregón Tapia con su esposa María Ortiz de Obregón y sus hijos: sobrio espacio impregnado de la memoria del General Álvaro Obregón Salido.
Don Francisco coleccionó fervorosamente cientos de objetos, fotografías y valiosas cartas de su padre, documentos que son exhibidos en el Musor, en cuya concepción participó el historiador José Rómulo Félix Gastélum, donde se presenta una museografía interactiva que de manera didáctica conduce a los visitantes por la gesta revolucionaria.

La residencia de la familia Obregón Ortiz fue adquirida por el Gobierno del Estado de Sonora, siendo el gobernador Eduardo Bours Castelo el principal impulsor para convertirla en museo.
Mejor escenario no se podía pedir para celebrar un libro que a cien años de su aparición continúa oliendo a pólvora: “Ocho mil kilómetros en campaña”.
La presenta una detallada recopilación de la campaña bélica del Gral. Obregón por el territorio nacional, en extenuantes jornadas a lomo de caballo y ferrocarriles guerreros, enfrentando batallas en las que su ejército recorrió una distancia equivalente a la que media entre Sonora y Paraguay.
El evento se realizó la agradable noche del viernes 8 de diciembre en los jardines del Musor, con la presencia del Lic. Manlio Fabio Beltrones Rivera como invitado especial, acompañado de los historiadores Humberto Valdés Ruy Sánchez y Joaquín Robles Linares, y como testigos el alcalde de Ciudad Obregón Faustino Félix Chávez, el Secretario de Educación y Cultura Ernesto de Lucas Hopkins y el Director del Instituto Sonorense de Cultura, Mario Welfo Alvarez Beltrán.
Ante una selecta concurrencia de obregonenses y miembros de la familia del General, Margarita Obregón Ortiz, hija de don Francisco, a nombre de la familia agradeció el apoyo por preservar la memoria de quien cariñosamente los Obregón llaman: “Papá grande”.

Margarita señaló la relación amistosa que se creó entre su padre y el joven estudiante de economía Manlio Fabio Beltrones, amistad que se consolidó a lo largo de los años en reuniones donde haríamos bien en imaginar que rondó siempre la sabrosa charla y el café de altura.
En el año de 1989 al desempeñarse el Lic. Beltrones como Sub-Secretario de Gobernación, don Francisco le pidió a su amigo la intervención para rescatar el brazo del General, que durante décadas fuera exhibido en el monumento de Álvaro Obregón, en el mismo sitio que ocupó el restaurant campestre La Bombilla, donde el caudillo de la revolución fuera asesinado en 1928.
El Lic. Manlio Fabio Beltrones atendió la petición de su amigo y en un acuerdo con el Presidente Carlos Salinas de Gortari logró convertir en una realidad el deseo largamente esperado por doña María Tapia de Obregón: que el brazo de su esposo reposara junto a sus restos en Huatabampo, su tierra natal.
El Dr. Joaquín Robles Linares, ex presidente de la Sociedad Sonorense de Historia, tomó la palabra para destacar la importancia que el libro Ocho mil kilómetros en campaña representa para la memoria histórica de México, al compartir con la audiencia interesantes apuntes de la obra editorial que viera la luz en 1917. Excelente intervención del también Coordinador General de la Casa de la Cultura de Hermosillo.
Por su parte, el Ing. Humberto Valdés Ruy Sánchez, quien además de ser reconocido en Sonora como un buen funcionario, se reveló en su nueva faceta de historiador al presentar una investigación sobre el Álvaro Obregón, a partir de una arista novedosa: la genealogía, ciencia de la historia que estudia los ancestros de las familias.
Como resultado de ocho años de una profunda investigación, llevaron a Valdés Ruy Sánchez a remontarse hasta siglo XVI, época en la que el historiador descubrió una línea directa de los Obregón con San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús y también militar.
El Ing. Valdés con su investigación, tiene en puerta la edición de un libro sobre el general Obregón que será una extraordinaria aportación a la cultura histórica de nuestro país.

Tocó el turno al Lic. Beltrones, que lucía sereno, cómodo, pues se encontraba en el espacio donde conoció la colección histórica de don Francisco Obregón, con quien compartió su admiración por el general invicto de la revolución, admiración que según sus palabras, se gestó durante su niñez al escuchar anécdotas de la epopeya revolucionaria relatadas por personajes del obregonismo, donde el General sonorense fue siempre la figura central.
Esta experiencia confirma que la tradición oral será siempre el vehículo más fiel del conocimiento.
El Lic. Beltrones agradeció la invitación a la familia Obregón por la velada, a la vez que reconoció la intervención de los comentaristas Valdés Ruy Sánchez y Robles Linares.
Quienes tuvimos el privilegio de presenciar el evento, tenemos claro que el General Álvaro Obregón continúa cabalgando con los ideales que forjaron a nuestra nación.

El lector de Ocho mil kilómetros en campaña, descubrirá que no es la fuerza avasalladora la que gana batallas, sino la estrategia inteligente, como la que desplegara el General Obregón frente a la poderosa División del Norte en las memorables batallas del Bajío.
Pancho Villa así lo comprendió, cuando era tarde…muy tarde.
Agradezco la invitación a esta conmemoración que me hicieran mis estimados amigos Roberto y Margarita Obregón Ortiz, así como la compañía fraternal de Antonio y Luis “El Güero” Obregón Luken.
Finalizo comentando a los lectores de “Primera Plana”, que durante mi estancia en Ciudad Obregón conocí la histórica Hacienda del Nainari, caro anhelo que cumplí gracias a la invitación de Octavio “Tavo” Vargas Obregón, nieto del General e hijo de doña Mona Obregón Tapia, en una grata visita que relataré en una futura crónica.