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El origen de Hermosillo quedó totalmente enterrado en la presa

Por Gerardo Moreno Valenzuela

 

El pasado 18 de mayo se cumplieron 324 años de la fundación de Hermosillo, que inició siendo el pueblo de la Santísima Trinidad del Pitic, justo donde hoy se encuentra la Presa Abelardo L. Rodríguez. Y contrario al pensamiento general de que una estructura que se asoma cuando la presa está seca, es el sitio donde nació la ciudad, la realidad es que el lugar exacto está a unos 300 metros, y es una zona ya totalmente sepultada bajo tierra.

El Cronista de la ciudad de Hermosillo, Ignacio Lagarda Lagarda, explicó que el origen de Hermosillo viene antes del año 1,700; cuando la tribu Pima tenía un asentamiento a las orillas de los Ríos San Miguel y Río Sonora, llamada Pitiquin o Pitic, que es lugar donde se juntan los ríos o lugar rodeados de ríos.

Durante ese año la tribu Seri, venía constantemente de la costa a atacar el asentamiento Pima, y por eso el gobierno Virreinal mando a Juan Bautista de Escalante a calmar la situación y apaciguar a los Seris, una vez que logró detenerlos pleitos, fundó legalmente la comunidad de indígenas cocomacaques Santísima Trinidad de El Pitiquín, o El Pitic.

“Llego a ese Pitiquin y reunió otra vez a la gente que ahí había vivido, se reunieron como unas 100 personas, entre niños y adultos, y el venía acompañado del sacerdote Jesuita Ádamo Gilg, con el líder de los Pimas cocomacaques, Pedro Baricua, como traductor, habló con ellos y Juan Bautista de Escalante, en nombre del Rey y en base a las normas que había desde entonces, con las cédulas reales, que decían como se debía fundar un pueblo y ahí fundó, oficialmente, este pueblo del pitiquin, o refundo en nombre del Rey”.

Precisó que el 18 de mayo de 1,700 se celebraba la fiesta católica de la Santísima Trinidad, entonces, por eso se nombra a esa comunidad indígena como la Santísima Trinidad del Pitic, y ahí fue donde inicia el origen de la ciudad de Hermosillo.

Después, en 1742, Agustín de Vildósola fundó el presidio del Pitic, al pie del cerrito de la Cruz, que está a un lado de la Casa de Cultura. Este presidio era un cuartel militar y los que vivían en el Pitiquin se fueron a vivir alrededor del cuartel militar, precisamente para protegerse de los ataques Seris, que siguieron ocurriendo.

En 1,777 fue elevada a la categoría de Villa y en 1928, ya como país independiente, esa villa se elevó al grado de Ciudad y se le puso Hermosillo, en honor al general José María González Hermosillo y Chávez.

“En honor del insurgente independentista, José María González Hermosillo y Chávez, que había intentado traer la independencia a Sonora, pero no logró llegar hasta aquí porque el gobernador de Sonora fue y lo atacó y derrotó… Se regresó a su tierra, los Altos de Jalisco, y siguió luchando a favor de la independencia durante ocho años, es el segundo insurgente más antiguo de la Independencia y logró obtener el grado de mariscal de campo”.

 

¿Qué pasó con los vestigios del primer asentamiento?

Ignacio Lagarda Lagarda platicó que él, personalmente, logró localizar el lugar exacto donde estaría la Santísima Trinidad del Pitic, que luego que la mayoría de los ciudadanos se mudaron al Presidio del Pitic, a este lugar se le llamó “Iglesia vieja”, donde algunas personas vivieron hasta que se creó la Presa Abelardo L. Rodríguez.

El cronista de Hermosillo explicó que logró encontrar unos planos antiguos donde venía trazada el pueblo de “Iglesia Vieja”, donde ya se tenía una idea de por dónde estaba, con eso logró encontrar a tres personas que vivieron en ese lugar y aprovechando que en 2009 se secó la presa, fueron hasta dar con el lugar exacto.

“Me dijeron exactamente dónde estaba ese pueblo, utilizando como referencia los silos de la antigua cementera, que también se inundó, y la antigua calera que también se inundó, pero queda un molote de la antigua chimenea de la calera y de ahí se ubicaron, se orientaron y me dijeron aquí, como referencia, entonces ahí localicé con GPS el lugar”.

Explicó que los cilindros que se asoman en la presa eran de la vieja cementera, detrás de ella está una estructura que sobresale de la tierra, que era la chimenea del lugar donde se producía cal para la cementera.

Dijo, que algunos piensan que ahí estaba la Santísima Trinidad del Pitic, pero no, el pueblo estaba a unos 300 metros de ahí, alejado, además que la cementera y la calera se construyeron tiempo después de la fundación del pueblo.

“Esa es la calera de mucho años después, entonces lo que era la Santísima Trinidad del Pitiquin o de la Iglesia vieja, no quedó nada, porque las casas eran de adobe, no tenían cimientos de concreto y si las tuvieron se quedaron sepultadas por el azolve de la presa, no hay rastro, lo único que queda es la localización con GPS”.

 

Orgullo de nuestras raíces

Con esto escribió parte del Libro “Historia de Hermosillo, Origen, Fundo Legal, Antiguos Ejidos”, donde pone los mapas y croquis, con topografías y trazos del lugar exacto donde nació la ciudad de Hermosillo, Sonora, algo importante para saber de dónde venimos y eso ayuda a saber quiénes somos.

“El conocer la historia sirve, aparentemente piensan que no sirve para nada, pero sirve para conocernos a nosotros mismos, para conocer a los demás, y si conocemos a los demás, entendemos a los demás, y por lo tanto somos mejores seres humanos y si somos mejores seres humanos somos mejores ciudadanos, por eso es importante saber de dónde venimos, cómo somos y porque somos como somos”.

Además, dijo que conocer la historia también sirve para dejar de decir que, ¿por qué Hermosillo se llama así, si el General no llegó a esta tierra? Sin embargo, Sonora peleó en la Independencia a favor del Virreinato, por eso no llegaron los insurgentes a nuestra tierra, pero la ciudad se llama así por uno de los generales que más lucharon por la independencia y eso debe ser motivo de orgullo.

“Y sentirnos honrados de que un hombre, un general, mariscal de campo, que luchó tanto por la independencia, ocho años, estar orgullosos de llevar su nombre en la ciudad, y por lo tanto estar orgullosos de ser hermosillenses y nacer en Hermosillo”.

Aclaró que las construcciones más antiguas de Hermosillo que siguen en pie serían las casas que están en los alrededores del Cerro de la Campana, que son casas que estaban cerca de lo que sería la Villa del Presidió del Pitic.

Fuera de ahí las construcciones más antiguas serían la capilla del Carmen y lo que está en los alrededores del centro cívico de Hermosillo y son los vestigios del Hermosillo de antes, que hoy cumple los 324 años de su fundación.