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El pez por su boca muere (parte 2)

Una de las principales causas y tal vez la de mayor peso en la epidemia de obesidad en México, es el alto consumo de productos procesados, muchos de ellos calificados como productos chatarra

Por Feliciano J. Espriella

En México, de cada cien personas que fallecen, 35 fueron como consecuencia de enfermedades del corazón o diabetes. Las enfermedades cardiacas causan el 19.9% de las defunciones en México y la diabetes el 15.4%. En ambos padecimientos, el principal factor externo que las origina, es la alimentación.

Somos, después de Estados Unidos, el segundo país en el mundo con los mayores índices de obesidad y el líder indiscutible en obesidad infantil. Según los estudios de las autoridades sanitarias, el 90% de los casos de diabetes mellitus, se relacionan con la obesidad.

Estas dos causas de mortalidad, enfermedades cardíacas y diabetes, según se viene denunciando desde hace varios años, son una verdadera epidemia mucho más agresiva y peligrosa que la pandemia del Covid-19, pero a diferencia de ésta, las causas de aquéllas, no sólo no se combaten, sino que se estimulan y se promueven.

La temible diabetes

En este contexto, no es de extrañar que el crecimiento de dichas epidemias viene siendo exponencial. Veamos cómo se ha desarrollado la tendencia de crecimiento de una de ellas, la diabetes:

En 1980, fallecieron por diabetes en México 14,626 compatriotas; 20 años después se triplicó y los fallecimientos por diabetes en nuestro país en el año 2000 fueron 46,614; a como ha continuado la fatídica tendencia, para este año se volverán a triplicar, pues ya en el 2016 los fallecimientos por diabetes llegaron a 105,574.

La diabetes mellitus es una enfermedad que se origina debido a la combinación de diversos factores, entre los que se encuentran la edad, la obesidad, el sedentarismo, la alimentación inadecuada, los antecedentes familiares y algunos factores genéticos.

Hipertensión arterial, el asesino silencioso

 Este apelativo le ha venido dado por el hecho de que la hipertensión es un trastorno progresivo capaz de producir daños irreversibles en las paredes arteriales de órganos tan importantes como el corazón, los riñones o el cerebro sin presentar ninguna sintomatología.

La hipertensión arterial es un trastorno muy frecuente en nuestro medio. Se estima que 4 de cada diez adultos es hipertenso, aunque una gran cantidad lo desconoce.

Entre los principales factores de riesgo figuran las dietas malsanas (consumo excesivo de sal, dietas ricas en grasas saturadas y grasas trans e ingesta insuficiente de frutas y verduras), la inactividad física, el consumo de tabaco y alcohol, y el sobrepeso o la obesidad. Todos ellos susceptibles de modificarse y controlarse.

Uno de los factores más influyentes en su aparición es la edad y el sobrepeso. A medida que vamos incrementando nuestro peso corporal y nuestra edad, también vamos incrementando los niveles de tensión arterial.

Sobreconsumo de alimentos chatarra

Una de las principales causas y tal vez la de mayor peso en la epidemia de obesidad en México, es el alto consumo de productos procesados, muchos de ellos calificados como productos chatarra, así como las bebidas embotelladas, entre las que destaca la internacional Coca Cola, cuyo consumo lideramos a nivel mundial.

Los alimentos procesados son aquellos que no se consumen en el estado natural en el que se encuentran en la naturaleza. Este término se suele asignar a los que son tratados industrialmente, agregándoles diversos productos adicionales.

Entre ellos destacan los conservantes (como la sal), los saborizantes artificiales, colorantes o alimentos que son sometidos a altas o bajas temperaturas, cambio de su consistencia, mezclas con otros alimentos o por el tipo de presentación y envasado.

También está la carne procesada, como el jamón, salchichas, embutidos o perritos calientes, que además de aumentar el riesgo de cáncer y otros perjuicios para la salud, pueden producir enfermedades microbianas como la listeriosis, estafilococo o botulismo.

 Mercadotecnia, ignorancia y falta de información

Las despensas y mesas de los mexicanos se llenan a diario con productos cuyo valor nutricional es mínimo y en muchos casos nulos, y su ingesta altamente perjudicial a la salud.

Por ejemplo, destacan en los desayunos de millones de niños mexicanos los cereales que en realidad son confites (golosinas), pues lo que más suelen traer es azúcar y son en base a cereales refinados que pasan por diversas etapas hasta llegar a esos envases tan atractivos y que se promocionan tanto en los medios.

Otro producto de alto consumo infantil son las galletas. No es ninguna novedad que al revisar las etiquetas de las galletas nos encontramos con una larga lista de ingredientes, entre los cuales se suele encontrar la sal, pese a que suelen ser galletas dulces, esto no es impedimento ya que favorecen su duración.

¿Y qué decir de las papitas y botanas? Existen decenas de frituras que se encuentran prácticamente a unos pasos de los hogares y las escuelas en donde los niños o sus padres las adquieren un día sí y otro también.

Si quiere comprar frutas, verduras y alimentos sanos, la gente tiene que recorrer varias cuadras y a veces kilómetros para encontrar dónde comprarlos. En cambio, un Oxxo o cualquier otra de las llamadas tiendas de conveniencia, las encontramos a la vuelta de la esquina.

Recientemente Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, en una entrevista radiofónica declaró que los Oxxos son un cáncer para México y que somos los mayores consumidores de coca cola del mundo.

Es muy fácil comprar comida chatarra y refrescos embotellados, cuyo consumo, además, se promueve mediante la inversión de miles de millones de pesos en campañas publicitarias y en contrapartida no hay nada que nos alerte acerca de los ingredientes nocivos que contienen los productos que llevamos a nuestras casas.

Nueva norma de etiquetado

 Actualmente existe un etiquetado obligatorio desde hace varios años con los componentes nutricionales demasiado técnico que nadie entiende y con el que presumiblemente los consumidores son alertados de los riesgos inherentes en cada uno de los productos. La verdad es que no ha servido absolutamente para nada.

Ante este tétrico panorama, las actuales autoridades federales promovieron cambios en las leyes respectivas y de allí se creó la obligación de un nuevo etiquetado que verdaderamente informe y alerte de los peligros a los consumidores

La norma de etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas (NOM 051) que advierte de contenido considerado como excesivo de grasas, calorías y sal entrará en vigor el próximo primero de octubre, aunque se considera un periodo de “coexistencia” de productos de la norma vigente y la nueva norma durante 60 días.

Este viene a ser un primer paso y muy importante para un combate frontal a la obesidad sobre todo la infantil. Sin embargo, por lo extenso y la importancia del tema, lo abordaremos en una fecha próxima.

 

Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.

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