‘Bots’, fake news y trolles violentos influyeron en la campaña electoral

En México cerca de 81 millones de personas acceden al Internet desde su celular, ahí se desarrollaron las campañas; bots, fake news y trolles violentos saturaron la conversación, hasta desplazar las propuestas de los candidatos
Por Gabriel Rigo Gutiérrez
Aunque durante esta campaña electoral, las calles no fueron tapizadas de pendones y carteles, toda esta contaminación visual parece haber desbocado en las redes sociales.
Los trolles, fake news, y una cascada anuncios de candidatos saltaban al abrir un video en Youtube, o bien, al recorrer el time line de Facebook o Twitter. La encendida violencia verbal o gráfica, de ‘bots’ acechando cualquier comentario en contra de su candidato.
Las redes están redefiniendo la conversación durante las campañas electorales.

Para entender este fenómeno, Federico Cirett, Doctor en Ciencias Computacionales por la Universidad de Arizona, platica con “Primera Plana” y abunda sobre puntos claves.
“En 2012 había según Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) 41 millones de personas con acceso a Internet en el país, de los cuales al menos 9 millones accedían por medio de computadoras desde su hogar. Hoy en día, el número de usuarios de Internet en nuestra nación es de 85 millones de personas y se estima que al menos 81 millones de personas acceden al Internet utilizando un dispositivo móvil”.
En este sentido, un 62% de la población en México puede ser alcanzada por una campaña de medios digitales vía Smartphone. Y todo tipo de material —ya sea meme o noticia—, puede transmitirse en tiempo real.
El mensaje: de lo virtual a lo real
En las redes sociales, según explica el especialista y docente universitario, la persona común solo hace ‘amigos’ a quienes conoce (escuela, trabajo o actividades), por lo que los mensajes que recibe y difunde en sus redes sociales son afines a sus preferencias políticas.
Pero ¿cómo se teje la conversación de lo virtual a lo real? Así lo explica Federico Cirett:
“Facebook y Twitter están optimizados para mostrar los temas sobre los cuales interactuamos más. De esta forma, las redes sociales se convierten en cajas de resonancia de mensajes acordes a la posición política de cada quién. Los partidos políticos apenas ganan adeptos haciendo campaña en redes sociales, pero hacen más leales a sus seguidores. Esta información salta de las redes sociales a nuestras pláticas del día a día, con frases como “¿ya viste el último meme de x candidato?, ¿no?, Déjame te lo envío” o “mira este video (sobre una plaza semi-vacía)”. Lo interesante aquí es que la información viene de familiares o amigos, no de los medios de comunicación tradicionales… y solemos darle más validez a algo que viene de alguien muy cercano a nosotros”.
Robots manipulan las redes
Un análisis científico llamado “Botometer” —elaborado por la Indiana University Network Science Institute (IUNI) y el Center for Complex Networks and Systems Research (CNetS)—, asegura que al menos la mitad de los seguidores de los candidatos presidenciales eran «bots».
Al respecto se le cuestionó a Cirett Galán si estos “sistemas” podrían ser factor para manipular opinión pública en el país.
“Básicamente dice —el reporte— que las cuentas que siguen en Twitter a los 4 candidatos presidenciales son en su mayoría robots (53%), esto es, cuentas automatizadas que escriben tweets solo para influenciar la conversación en esta red social”, apunta.
Sin embargo, resalta que estos bots aún son fáciles de detectar. Y es que actúan en forma coordinada, envían mensajes en forma simultánea, tienen pocos seguidores, conversan entre sí, entre otras características.
“Su objetivo principal es guiar la conversación en Twitter hacia temas que le favorecen a su candidato o que ‘enlodan’ a sus contrincantes. Y creo que en el caso de las elecciones federales de 2018 en México, han logrado influenciar a la población, pues estos mensajes han sido retomados por periodistas y medios tradicionales y han hecho eco de los mismos: hoy en día la población en general cree que Ricardo Anaya es un fraudeador y que Andrés Manuel López Obrador es un peligro para México y que hará cualquier cosa por el poder”, indica.
Exceso de información y enojo

Otra característica de esta campaña fue el exceso de información y como todo exceso, termina por dañar. En este caso, las propuestas pasaron a un segundo término, como lo explica Oscar de la Cruz, presidente de la asociación Revo Sonora.
“Por una parte el exceso de información genera que el usuario no pueda discernir. Solo en tu muro de Facebook, vas scrolleando y ves una, otra y otra propuesta, que después de un tiempo ya ni recuerdas qué ni quién promueve tal iniciativa”, menciona.
Un rasgo que llamó la atención a De la Cruz, es el referente al ambiente de enojo entre los twitteros de Sonora.
“Vimos muchos comentarios de odio tanto en Twitter, Facebook y Whatsapp. Aunado a esto, las fake news o noticias falsas que subieron de tono y descalificaron mediante cuentas falsas. Recordar que internet es una tierra sin ley, y en las redes también estuvieron aquellos que les gustan las campañas negras”.
La lucha contra los “bots” en el futuro
Este último punto es un desafío tanto para las autoridades como para los dueños de las redes. De la Cruz considera que las grandes compañías deberán activar filtros para evitar esos comentarios que denigran o dañan.
Pero además, los ciudadanos también deben hacer su parte denunciando estos contenidos.
Para Federico Cirett lo que viene en próximos comicios es claro: inteligencia artificial, con lo cual será más difícil detectar a los bots.
“Los avances en Inteligencia Artificial y Procesamiento Natural de Lenguaje permitirá la inclusión en Twitter de robots que podrán actuar de una forma más humana haciendo RT a videos de gatos, comentando el clima o la última película de súper héroes, además de inyectar los mensajes que alteren la conversación política en Twitter”, comenta el Dr. Cirett.
Ante este panorama, las autoridades electorales y sus técnicos deberán estudiar, el mundo virtual es escurridizo y ya demostró su potencial.