“Sí le cambiaría el nombre al PRI”: EDLH

En entrevista con “Primera Plana”, el nuevo dirigente del tricolor es enfático al señalar que su partido debe someterse a una autocrítica constante y comprender los nuevos tiempos; “debemos ser más revolucionarios y menos institucional”, subraya
Por Gabriel Rigo Gutiérrez
Ernesto de Lucas Hopkins no se anda entre las ramas y lo afirma sin temor: es de los que opinan que el PRI debe cambiar de nombre, pero no solo en lo que se refiera a sus iniciales, sino en las formas, rompiendo con la ancestral verticalidad y abriéndose a una revolución en su interior.
Pero para lograr lo anterior, De Lucas Hopkins está consciente del reto y platica las principales líneas estratégicas que seguirá.
A continuación la charla completa:
Ha pasado poco más de medio año del 1 de julio, y como dicen en la vida todo llega, todo pasa, todo cambia… finalmente hoy es el nuevo dirigente del PRI en Sonora. ¿Cómo recibe esta encomienda?
Partiendo de una realidad, el primero de julio tuvimos unos de los peores resultados en toda nuestra historia, muy similares a los obtenidos en el año 2000, similares a los resultados del 2009 (en lo local); con una crispación social en el estado de ánimo de la gente, que cada vez le otorga menos credibilidad a los partidos políticos, mayor lejanía por parte del ciudadano de los temas políticos y obviamente donde unos de los iconos que representan esto, pues es sin lugar a dudas el Partido, que llega una credibilidad muy baja, con pocos resultados positivos y un partido que tiene enorme reto y gran responsabilidad de comprender cabalidad qué fue lo que hizo que el ciudadano le negara el voto el pasado primero de julio.
En el plano personal, en su familia cómo vieron este cambio… En un año pasó de ser secretario de Educación, luego candidato, después regidor, ahora presidente del PRI… ¿Qué le dicen en casa a Ernesto cuando regresa el papá, el esposo?
Fíjate que todos, mis hijos, mi esposa, conocen perfectamente cuál es mi pasión, mi convicción… Siempre he recibido el respaldo, el ánimo respectivo, y uno de los procesos más difíciles en el plano profesional, es que siempre he tratado de equilibrar mi trabajo y la exposición pública. Esa línea delgada que separa los problemas de afuera con los de casa.
En lo particular, que tengo 27 años entre el matrimonio y el noviazgo con mi señora, tengo tres hijos varones y creo que todo este tiempo que me ha permitido tener esa apertura ese respaldo, sí trato cada vez, que puedo de no involucrar a mi familia con acá, pero sin lugar a duda, si no tuviera el ánimo respectivo, no hubiese podido tomar esta decisión.
En tu trayectoria, hemos visto que los diversos cargos que ocupas, le imprimes una huella personal. Escuchábamos el sábado, durante la toma de protesta, que buscará que el PRI sea más revolucionario que institucional… ¿Por qué esta determinación que incluso, para algunos pudiera parecer contradictora al espíritu del partido?

Yo creo que es contradictoria al espíritu de la última etapa del partido, recordarás que cuando nace el PRI como partido nacional revolucionario PNR, nace como un espacio para darle pie a todos eso reclamos que existía en la sociedad de hace 109 años, que gesta en el movimiento precisamente revolucionario que luego cuando ya Plutarco Elías, como presidente se organiza como partido donde hoy la etapa que el PRI continúa sin entender en el plano nacional, es justo que desde aquí en Sonora donde se origina el fundador de todo este partido nos toca de cara al siglo XXI; hoy el ser más revolucionario y menos institucional, implica cambiar la temeridad tradicional que tiene el priista por prudencia, no es lo mismo ser temeroso que ser prudente; es cambiar el arrebato, por la pasión de vivir lo que realmente implica ser revolucionar; es cambiar la costumbre, por la innovación, hoy en día no hemos sido capaces de entender las grande causas que los ciudadanos en México tienen; es dejar de ser brabucones, pero sí ser valientes; es eliminar ese esquema tradicional del priista en sus formas sumisas, por ser unidos; es cambiar la vagancia por astucia; es dejar el tradicional entreguismo y no confundirlo con lealtad que se la que se requiere en estos momentos al partido; es hacer a un lado al fanatismo y darle lugar a la convicción; y es entender que hoy por hoy la mayoría de los ciudadanos no tiene partido político, es levantar la voz para ser autocrítico, dejar el atrás las viejas formas de “-¿qué horas son? -las que usted indique Señor gobernador o Señor presidente”. Esa institucionalidad, que luego se gesta en una de las nuevas etapas del PRI, que lo hace ser apéndice de sumisión al presidente en turno de la República es algo que nunca cambiamos y que teníamos toda la oportunidad de hacerlo en el año 2000 cuando dejamos de ser el partido hegemónico y eso bueno pues yo creo que fue lo que implicó que cuando recuperamos la presidencia 12 años después de haberla perdido, en lo más mínimo se entendió. Una revolución es cambiar esas armas de hace 109 años por las actuales: hoy las redes sociales implican el hacer valer ideas, el hacer ideas autocríticas, entender el nuevo rol que se juega de difusión rápida, de contacto directo con todos los sectores de la sociedad.
¿Y cómo hacerle para romper esa tradición que el priista ya trae en el ADN y finalmente acabar con esa verticalidad?
Yo en lo particular cuando entré a este partido no teníamos absolutamente nada que perder (como tampoco tenemos ahora) y sí teníamos en aquel entonces el reto de mantener la gubernatura (como justo estamos en este momento). En aquel entonces se hablaba de la ola Fox, ahora del tsunami López Obrador, pero aquí al menos para toda una generación de priista, la palabra fácil nunca ha existido, nunca nos ha tocado tener nada fácil y en ese sentido creo que es la visión que tenemos que imprimir siempre dando el ejemplo siempre teniendo apertura siempre siendo abiertos en autocríticas y siempre dejándolo otra vez a un lado nuestra institucionalidad, este entreguismo. Creo que nos tenemos que cambiar más que el ADN, el chip. Entender la realidad por la cual hoy atravesamos y vuelvo insistirte el desprestigio de todos los partidos políticos, del cual por supuesto que el PRI no escapa.
En la sociedad hay una percepción un tanto negativa sobre la imagen del PRI, la cual está ligada a la corrupción, casos como la “Casa Blanca” de Peña Nieto, Odebrecht, a nivel nacional, incluso en lo local, la alcaldesa Célida López hizo señalamientos en contra del ex alcalde Maloro Acosta. En este sentido ¿a qué se compromete como dirigente para cambiar esta percepción negativa?
Sin duda es uno de los principales retos que tenemos, pero por eso tenemos que ser claros, francos, directos y concisos: no son los partidos los que cometen actos de corrupción, son los gobiernos. Eso es algo de lo que tienes que partir. Los partidos rara vez en automático reciben los aspectos positivos de un gobierno, y absolutamente en automático reciben los aspectos negativos, por eso es lo que llamo ser menos institucional, porque aquí no estamos para seguir solapando ningún acto de ningún funcionario ni de un gobierno. Y sí estar denunciando excesos que se puedan presentar, ese fue un grave error del PRI, el haber permitido y haberse mantenido ajeno al debate, a la crítica, a señalamientos, permitiendo que se dieran este tipo de eventos que mucho calaron a la sociedad y con toda la razón lo reprochó y terminó en acciones el pasado 1 de julio.
¿Entonces estarás dispuesto a alzar la voz, si sale algún alcalde o incluso el gobierno del Estado?
Tan estoy dispuesto que, creo que muchos se sintieron extrañados cuando el sábado le hice un llamado a los funcionarios públicos que se comportaran como servidores, no como funcionarios. Que dejaran de preguntarse qué iba a hacer el partido por ellos, y mejor se preguntaran qué van hacer ellos por el partido. Y la propia respuesta se la estaba dando yo: que comenzaran a actuar con eficiencia, eficacia, honestidad.
Señalando también enfrente de todos, que quien generaba actos de corrupción no era el partido, eran los funcionarios dentro de los gobiernos y los iba hacer acompañar de algo que estamos por lanzar que será el “Observatorio del Actuar Priista”. Ahí estarán grupos críticos que puedan valorar a todos los funcionarios y lo puedan hacer desde la perspectiva de pluralidad de tolerancia, transparencia y apertura del partido.
Por otra parte ¿Cuál será su papel como líder de la oposición?

Mira tenemos que volver a hacer política local, voltear a ver y atender las causas y necesidad de los municipios y sus respectivas regiones. Tenemos que hacer un traje a la medida de cada una de las áreas pero siempre con una visión: no venimos aquí para ser oposición por ser oposición, y precisamente lo que tanto harta y crispa al ciudadano, son los pleitos estériles entre políticos. Donde se tenga que ser oposición se va señalar siempre acompañando a cada crítica de una respuesta con la solución respectiva. Y donde se tenga que reconocer (así sea un partido distinto), se va hacer. Creo que esa es la madurez y responsabilidad que tiene que imperar de aquí en adelante.
Rumbo al 2021 ya hay algunos que han manifestado su interés por buscar la candidatura al gobierno de Sonora, tal es el caso de Ernesto Gándara y Ricardo Bours… ¿Cuál es el mensaje a ellos y a los que deseen una candidatura?
Quien tenga una aspiración a un cargo desde una regiduría hasta el máximo cargo que va estar en disputa, no puede esperarse a que se den los tiempos, el mejor ejemplo lo tenemos hoy con alguien que estuvo 18 años en campaña y es presidente de la República y que se aplique a la época actual, la famosa frase de Emiliano Zapata de que la tierra es de quien la trabaja. Que desde ahora empecen a trabajar y generar consensos, mantener apertura y encausar trabajo.
Creo que aquel cliché de el que se mueve no sale en la foto es absolutamente lo contrario, ahora se tiene que mover para salir en la foto y tener una oportunidad de ser considerado a cualquier cargo.
Sin embargo todo esto también pudiera generar ciertas divisiones y en este caso eres el árbitro, por decirlo de alguna manera… ¿qué límites o parámetros vas a establecer, por ejemplo entre grupos como los de Gándara o Bours, para que al final no salga lastimado nadie?
Ninguno. Solo que hablen las cosas como deben hablar, que lo digan de frente. Que dejen atrás la marrullería y que llamen a cosas por su nombre.
No sé quién sí, eso depende de cada quien. Pero te puedo decir quién no, y precisamente “quién no” es cualquier funcionario del partido. No se vale ser juez y parte. De ahí en adelante, quien quiera realmente trabajar por la unidad, por construir un proyecto, estarán los espacios del partido. Quien no lo quiera hacer así, es libre, siempre y cuando se respeten los estatutos del partido, se atenga a la apertura y valentía de decirlo, sobre todo la madurez para entender cuáles son las posibilidades reales por el trabajo hecho.
¿Cómo es su relación política y personal, con la Gobernadora?
Política, es de mucha apertura, por eso me atrevo hablar como hablo, porque creo que pensamos incluso muy parecido. Este es el partido de la gobernadora. Así como he dicho que vamos a señalar cualquier exceso del Gobierno del Estado, también debe quedar claro que vamos a defender todos los avances que ella está realizando desde el gobierno. Este va ser un partido donde no nos da vergüenza decirlo: se le da su lugar, se valora, se le aprecia y se entiende que en equipo con las mujeres es como vamos a sacar las cosas adelante. Es el principal activo que tenemos hoy, por eso la vamos a cuidar, defender, y cuando digo cuidarla, es llamándole a cuenta a todos los que forman parte de su gabinete.
En lo personal, es una de mis mejores amigas. Compartimos una visión de valores muy arraigada y creo que tengo toda la confianza en aspecto personal y profesional para hacer equipo con ella y decirle las cosas que se tienen que decir y apoyarla.
Finalmente ¿consideras que se le deba cambiar el nombre al PRI?
Sí. Pero no nada más el nombre, debe ser más allá, en las formas.