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En Semana Santa… ¡peligro, carreteras sonorenses!

Por Imanol Caneyada/

Hay una percepción generalizada en la población sonorense de que la red carretera en la entidad ha sufrido tal deterioro que transitar por ella se ha convertido en un peligro constante.

Con el periodo vacacional de Semana Santa a la vuelta de la esquina, cientos de miles de conductores se desplazarán a lo largo y ancho del estado sorteando baches, algunos muy profundos; recorriendo kilómetros de terracería por las eternas obras que afectan ciertos tramos o arriesgando la vida en aquellas vías cuya estrechez hace que un tráiler en sentido contrario parezca un mandato de muerte.

Lo anterior, aunado a la imprudencia de los usuarios y el uso de alcohol y drogas al volante, hacen de estos días de asueto un coctel de accidentes, algunos de ellos fatales.

También la percepción generalizada de los usuarios de las carreteras en Sonora indica que comparadas con las de los estados vecinos (Sinaloa, Baja California y Chihuahua), las nuestras están muy por debajo en calidad.

Si éste es un indicativo del desarrollo, entonces, Sonora parece ir muy a la zaga.

La cuatro carriles

Vialidad estrella, cruza el estado de sur a norte, de Estación Don a Nogales. Popularmente conocida como la cuatro carriles, aunque su nombre es México 15, su construcción se llevó a cabo en los año 80, con lo que iniciaba la modernización de las vías de comunicación en Sonora.

En su momento, el concepto de dos carriles de ida y dos de vuelta supuso para los sonorenses toda una revolución en el rubro de la comunicación.

Sin embargo, 30 años después, esta carretera federal se ha quedado obsoleta, en gran medida, por la falta de inversión a largo plazo, planificada y profunda, y el constante parcheo que la deteriora aún más.

El flujo, pero sobre todo, el peso del transporte que transita sobre la cuatro carriles ha aumentado considerablemente en tres décadas, no obstante, la estructura profunda que sostiene esta vialidad sigue siendo la misma.

A pesar de que tiene un costo para el usuario (comparado con el de otros tramos en el país) bastante alto, esta carretera presenta muchos tramos sin acotamiento, cruza peligrosamente centros poblaciones en los que, para evitar accidentes, se han colocado topes y reductores de velocidad; carece de iluminación en muchos kilómetros, la asistencia en carretera es prácticamente nula, entronca con caminos rurales de los que pueden salir vehículos muy lentos, como tractores, hasta ganado; y la carpeta asfáltica, por momentos, es una dura prueba para los amortiguadores y la suspensión de los vehículos.

Sin embargo, por concepto de cuota, recorrerla de sur a norte y de norte a sur le cuesta al usuario cerca de 1,000 pesos. La relación servicio/precio es insultante.

Al anterior diagnóstico, hecho desde la simple perspectiva del usuario, el ingeniero Adolfo Harispuru Bórquez, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en Sonora, responde con el siguiente dato:

 Ing. Adolfo Harispuru Bórquez, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en Sonora.

Ing. Adolfo Harispuru Bórquez, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en Sonora.

El actual Gobierno federal comprometió en abril del año pasado una inversión de 15 mil millones de pesos para la carretera México 15, a ejercerse entre el 2014 y 2016, con el objeto de modernizarla y repararla con concreto hidráulico, el cual es mucho más resistente a las altas temperaturas y más barato en su mantenimiento. Las obras ya iniciaron el año pasado en el tramo Estación Don-Cajeme.

Por desgracia, señala Harispuru, de las 10 licitaciones que hay en la actualidad, ya falladas y trabajando a razón de 30 kilómetros cada una, siete se asignaron a empresas foráneas y únicamente tres a sonorenses.

En ese sentido, aclara, la CMIC Delegación Sonora está trabajando con el gobierno federal y los candidatos a gobernadores para que en los tramos restantes que aún no se licitan, tengan prioridad las empresas del estado, las cuales tienen la capacidad técnica y humana para llevar a cabo una obra de esta magnitud, y para que los tramos sean más amplios, no únicamente de 30 kilómetros.

Independientemente de ello, si los tiempos se cumplen y el recurso no se retrasa, por primera vez en tres décadas, la famosa cuatro carriles podría dar un servicio de primer nivel.

Carreteras vecinales

Frente a los 2 mil kilómetros de carreteras cuyo mantenimiento corresponde a la Federación, existen en Sonora 3,600 kilómetros aproximadamente de carreteras pertenecientes a la Red Alimentadora Estatal y alrededor de 17 mil kilómetros de caminos rurales no pavimentados.

El mantenimiento y la modernización de estas carreteras vecinales no federales le corresponden al Gobierno del Estado.

En este punto, la situación se vuelve más grave aún.

Entre 1960 y 1980, la red carretera sonorense tuvo un fuerte impulso en la modernización, principalmente en los grandes centros agrícolas.

En la década de los 80, como ya señalamos, la construcción de la cuatro carriles pretendió crear una columna vertebral moderna que conectara con esta red carretera que favorecía principalmente a los agrotitanes. Sin embargo, la sierra quedó en el olvido.

Los años 90 fueron especialmente pobres en cuanto a pavimentación y modernización de la red carretera estatal.

En el año 2002 los gobiernos estatal y federal celebraron un convenio específico para dar inicio y continuar con trabajos de construcción y reconstrucción en 17 grandes obras de la entidad, según reza un estudio realizado por la Universidad de Sonora en 2003 sobre el estado de la red carretera.

La inversión fue de alrededor de 450 millones de pesos para cerca de 300 kilómetros repartidos en diferentes puntos del estado.

Pero en los últimos 12 años, el deterioro ha sido notable y la inversión, principalmente, se ha aplicado a un mantenimiento superficial que no soluciona el problema de fondo.

Al respecto, el mismo presidente de la CMIC en Sonora realiza el siguiente análisis:

“Si ya se está llevando a cabo una inversión de 15 mil millones de pesos en la carretera principal de Sonora, con más razón debemos voltear a las carreteras alimentadoras y vecinales del estado para impulsar y sostener el desarrollo que esto implica.

“En la actualidad, es una pena, pero esos caminos están muy deteriorados. ¿Por qué? Porque fueron construidos hace mucho tiempo y con otras especificaciones que no resisten, por ejemplo, las cargas del transporte de hoy en día. Ahora estamos hablando de 30 y 35 toneladas. Para que las carreteras soporten esas cargas, tienen que tener ciertos espesores y ciertos materiales resistentes”, explica Harispuru.

3 CarreteraEl mantenimiento que se le da en la actualidad, agrega, no es profundo, no se arreglan las bases, únicamente se parcha la superficie, con lo que su duración es de sólo algunos meses, y a veces se ha llegado al extremo de utilizar tierra para tapar los baches.

“El problema no está arriba, está abajo, en su momento, hace 30 años, estas carreteras fueron operativas, ahora ya no”.

La clave, reflexiona el presidente de la CMIC Sonora, es inversión a muy largo plazo, creando vías especiales para carga con concreto hidráulico, conectadas a las arterias principales, y mantenimiento profundo a las carreteras que más se utilizan.

De momento, las condiciones para ello no están dadas, principalmente por falta de voluntad política.

Algunas cifras de este sexenio

Frente a este diagnóstico, presentamos algunas cifras que se han manejado durante el presente sexenio.

La Junta de Caminos del Estado de Sonora, en 2014, tuvo una asignación presupuestal de poco más de 143 millones de pesos.

De ellos, alrededor de 100 millones se destinaron a los capítulos 1000, 2000 y 3000 (es decir, gasto corriente), y únicamente 40 millones al capítulo 6000, inversión pública.

En 2011, el gobernador Guillermo Padrés anunció que gracias a la coordinación entre Estado y Federación se invertirían 5 mil millones de pesos en infraestructura carretera en Sonora sólo en ese año. Lo hizo en el marco de la Tercera Jornada Regional “Consolidación de Infraestructura Carretera”.

Según datos de la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano (SIDUR), en 2013 se invirtieron en el rubro de Conservación y Reconstrucción de Caminos Rurales y Carreteras Alimentadoras cerca de 500 millones de pesos.

En 2014, siempre según la SIDUR, en el rubro de Obras del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF 2014) para el Estado de Sonora, en lo que se refiere a programa carretero, se asignaron 3 mil millones de pesos.

En lo que se refiere a presupuesto estatal, no se ejerció ni un peso en programa carretero, yéndose todo el presupuesto a obras de electrificación, pavimentación y agua en municipios, mantenimiento de templos e iglesias y desarrollos turísticos y culturales.

Si sumamos los 5 mil millones de pesos anunciados por el gobernador Padrés en 2011 a los 500 millones de pesos ejercidos en 2013 y los 3 mil millones de pesos supuestamente destinados al rubro que nos ocupa en 2014, el total es de ocho mil quinientos millones de pesos que, tanto los expertos como los simples mortales, no vemos reflejados en la realidad.