Estertores finales de Mercados Santa Fe
Por Feliciano J. Espriella/
En este escenario, se pensaría que la planta laboral de la cadena comercial, cuya problemática no parece tener solución, recibirán íntegro las liquidaciones que les corresponden
El día de mañana podría ser el final definitivo de la cadena comercial Santa Fe, fecha en que se emplazó a la huelga que había sido inicialmente programada para el pasado 01 de diciembre.
Al parecer la empresa no está en posibilidades de ofrecer garantías de otorgar las liquidaciones de ley que les corresponden a los trabajadores para evitar el estallamiento, en cuyo caso sería el principio del fin.
Se considera inminente el rompimiento definitivo que significaría el tiro de gracia para este fallido intento comercial que iniciaron en alianza el empresario sinaloense Ernesto Echavarría Salazar con su socio Trigio Cañedo Urías y los empresarios sonorenses Roberto y Sergio Mazón Rubio.
Hace unas semanas la dirección general de Mercados Santa Fe intentó empezar a liquidar al personal pagándoles únicamente el 25 por ciento del importe de los finiquitos. Argumentaban que la situación de la empresa no tenía posibilidades de ofrecer liquidaciones completas y si entraba en proceso de quiebra podrían quedarse sin cobrar un solo centavo.
Los quisieron asustar con el petate del muerto pero los trabajadores no cayeron en el garlito y reaccionando con rapidez interpusieron el emplazamiento a huelga.
La CTM asegura que apoyará a los trabajadores
El estallamiento de la huelga fue diferido en buena parte por la intervención del líder de la CTM Javier Villarreal Gámez, quien ha sido fuertemente cuestionado sobre los motivos ulteriores que podría haber tenido para detener lo que hubiera sido el final definitivo de la empresa.
Sin embargo, en corto me comentó el pasado miércoles que tanto la central obrera que lidera, como la Secretaría del Trabajo a cargo del Horacio Valenzuela Ibarra, así como todas las dependencias de gobierno involucradas, no permitirán que se les escatime un centavo de sus liquidaciones a los trabajadores.
De hecho se ha señalado que la propia gobernadora Claudia Pavlovich ha demostrado mucho interés en que las dependencias a su cargo protejan los derechos de los trabajadores de la mencionada firma.
En este escenario, se pensaría que la planta laboral de la cadena Santa Fe cuya problemática no parece tener solución, recibirán íntegro las liquidaciones que les corresponden.
Sin embargo, hace seis años cuando se presentó la quiebra de su antecesora, la cadena de autoservicios VH, la central obrera no logró hacer nada a favor de quienes laboraban para la empresa, que fueron los que llevaron la peor parte. En aquella ocasión el entonces gobernador Guillermo Padrés dio muestras claras de que su interés estuvo de parte de los patrones y se dejó al garete a los empleados.
Lo que en lo personal también me causa algo de escozor, es que a escasos tres días del inicio de la huelga o en su defecto acuerdo obrero-patronal, Villarreal Gámez daba la impresión de un total desconocimiento del probable desenlace. Vaya, ni siquiera estaba consciente de que quedaban sólo 72 horas para el acontecimiento por el que se quedarán sin fuente de ingresos varios miles de familias sonorenses.
Un ambicioso proyecto que nunca se concretó
El principal accionista de la empresa quien además es considerado uno de los capitales más fuertes del estado de Sinaloa, al parecer inició esta aventura con la intención de desarrollar un proyecto por demás ambicioso. Tenía grandes planes de expansión en los que se incluían importantes ciudades de la Unión Americana e incluso Canadá.
No era precisamente profano en la actividad del comercio de abarrotes, desde hacía varios años venía participando como socio en la cadena de autoservicios sinaloense Mercados Zaragoza.
Puso para ello al frente de la empresa a un exitoso ejecutivo del ramo con mucha experiencia y empezaron a operar con bastante agresividad. Guillermo Washington Espinoza de los Monteros, el nuevo director general, había desempeñado muy importantes posiciones ejecutivas en Wall Mart de México, era además amigo de la familia Echavarría y gozaba de la confianza del principal accionista
En el primer año de operación Washington realizó varios viajes de negocios al lejano oriente en los que concretó compras muy ventajosas para su empresa. La nueva cadena de nombre Santa Fe, empezó a ofrecer increíbles ofertas en enseres domésticos y electrónica, recuperando pronto una buena parte de la clientela que la anterior administración de VH había perdido.
La incompetencia de segundas manos los hundió
Lamentablemente a Washington al parecer le impusieron ejecutivos de nivel medio que no pudieron con los puestos. Llegaron de otras ciudades recomendados, según señalan algunos empleados, por uno de los socios.
Como suele suceder, su incompetencia la trataron de ocultar poniéndole piedras en el camino al director, quien finalmente se vio obligado a renunciar.
Se inició entonces el declive cuyo desenlace fatal está muy próximo. Muy posiblemente mañana.
Por hoy fue todo, gracias por su tolerancia y hasta la próxima.