‘Estoy cansado de esconderme’
«Ya déjenme, ¿qué se creen?», les dijo en tono altanero María de los Ángeles Pineda Villa a los agentes de la División de Inteligencia de la Policía Federal, cuando la tomaron por el brazo para someterla.
El ex Alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa fueron detenidos ayer a las 2:30 horas en una casa de la Calle Cedro, en Iztapalapa, luego de un seguimiento que tuvo como clave y punto de partida a su hija Yazareth Liz.
La mayor de los cuatro hermanos Abarca Pineda tenía una cuenta de Facebook a la que subía videos y fotografías donde aparecía con familiares y amistades.
Aunque la cuenta era privada, para las corporaciones federales fue fácil acceder a los materiales y conocer a todo su círculo inmediato.
De acuerdo con fuentes federales, las autoridades identificaron a Noemí Berumen Rodríguez como una de las amigas que más frecuentaba Yazareth, sobre todo a raíz de que sus padres huyeron tras la desaparición de los 43 normalistas en Iguala.
Oficiales de inteligencia de la Policía Federal ya habían montado guardia permanente sobre Berumen, luego de que acudió a una casa de Iztapalapa que resultaba sospechosa por su aspecto y, al mismo tiempo, se comunicaba por teléfono con su amiga.
«La casa en que se encontraron (Abarca y Pineda) daba la impresión de estar abandonada y (es) la razón por la que se empezó a sospechar de la persona», dijo ayer el Procurador Murillo Karam sobre Noemí Berumen.
Abarca y su esposa parecían estar de paso, pues dormían en un colchón inflable y al lado tenían una maleta grande color de rosa y otra pequeña, oscura.
La madrugada de ayer, tres grupos de la Policía Federal con 20 agentes cada uno, ingresaron a tres domicilios de Iztapalapa en forma simultánea.
El operativo estuvo dirigido por Enrique Galindo Ceballos, comisionado de la corporación.
Cuando los agentes federales ingresaron a la vivienda de Cedros, hallaron acostado al matrimonio más buscado de México. A pesar de la situación, la mujer no perdió su estilo sobrado, dijeron oficiales, a la hora de someterla, pero su marido asumió una actitud pensativa.
Al salir de su última guarida, los dos lucían pálidos. A bordo de la patrulla de la Policía Federal, rumbo a la SEIDO, Abarca articuló unas palabras.
«Estoy cansado de estarme escondiendo», dijo a los agentes, a quienes les confió que ya no aguantaba la presión.
‘Todo acabó rápido, como en 20 minutos’
José Luis Abarca eligió para esconderse una vivienda de difícil acceso en Iztapalapa.
Se localiza en el número 50 de la Calle Cedro de la Colonia Tenorios, en la intrincada zona de minas de aquella demarcación capitalina.
«Familia Berumen Rodríguez», dice en una placa metálica colocada en la parte superior de la puerta.
El inmueble de tres niveles, pintado de colores rosa y lila, tiene un zaguán de aluminio y dos protecciones metálicas que fueron tapadas con tablas de madera.
Los vidrios de la puerta principal -que da a la calle- también fueron cubiertos con papeles, de manera que no es posible, desde el exterior, observar lo que sucede adentro.
En la planta baja hay un garage, espacio donde ayer se observaba una manguera verde y una escalera de aluminio sobre loseta blanca.
La puerta de acceso a la estancia principal estaba entreabierta. Los ventanales, todos, fueron cubiertos con mantas, bolsas de plástico negras y papel aluminio.
En las habitaciones, las autoridades hallaron varias mesas, sobre las cuales había vasos recién usados y sobras de alimentos. También una repisa de madera con enseres domésticos.
En uno de los baños había toallas y prendas colgadas.
De acuerdo con algunos vecinos, hasta hace alrededor de un mes la casa fue ocupada por trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que la rentaban a la familia Berumen.
Cuando los electricistas la desocuparon, los propietarios sacaron los muebles y cubrieron la fachada.
«La casa en que se encontraron daba la impresión de estar abandonada», señaló ayer el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam.
Hace varios días, vecinos observaron que una mujer -al parecer Noemí Berumen Rodríguez, quien también fue detenida ayer- entró a la vivienda en una camioneta blanca o beige.
Alrededor de las 2:15 horas del martes, elementos de élite de la Policía Federal (PF) llegaron a la Calle Cedro, en lo alto de un cerro de Tenorios, una colonia popular con altos índices delictivos.
Unos se apostaron en la calle para vigilar el perímetro, mientras otros cortaron el cable del interfono y sacaron un ariete para forzar el zaguán y entrar a la vivienda.
«Llegaron muchos carros y patrullas, se escuchó mucho movimiento de gente. Ya después se oyó cómo estaban abriendo la puerta, pero muy pocos vecinos salimos a ver.
«Después hubo gritos y otra vez mucho movimiento, jamás nos imaginamos que ahí estaba ese señor (Abarca)», comentó una vecina.
En el interior se encontraban el ex Alcalde de Iguala y su esposa María de los Ángeles Pineda Villa, quienes no opusieron resistencia.
En el operativo de la PF, que duró menos de media hora, no hubo un solo disparo.
«Todo fue como en 20 minutos, fue muy rápido, cerraron el portón y se fueron. Nosotros nos enteramos de lo que pasó hasta que vimos las noticias», agregó otra vecina.
La vivienda, en la que incluso quedaron focos prendidos tras el dispositivo, no fue asegurada por ninguna autoridad. Tampoco se colocaron sellos ni se dejó vigilancia.
Enlace a vídeo: La detención de la pareja más buscada de México, los Abarca
REFORMA