Fomentar la salud del sistema respiratorio e inmunológico

Las primeras recomendaciones es estimular el sistema inmunológico, reforzar las defensas (prevenir es mucho mejor que tratar)
Por Marina Brauer y Téllez-Girón
Debido al aumento de personas que se han visto afectadas por el famoso COVID es importante incrementar las medidas de prevención ya que afortunadamente contamos con una gran variedad de plantas que contienen compuestos antimicrobianos y que nos defienden contra las infecciones.
El cuerpo cada día se carga más por toxinas debido a su funcionamiento normal aunque se siga una dieta sana. Los procesos fisiológicos producen residuos que debieran ser eliminados, pero una parte consigue atrincherarse en el cuerpo. Además el consumo de alimentos refinados con aditivos, o excitantes, el contacto con alérgenos y productos químicos presentes en el entorno incluso el estrés aumentan la concentración de agentes tóxicos en el organismo.
La omnipresencia de tantos productos químicos artificiales, los compuestos volátiles que ensucian el aire, los alimentos manipulados, las aguas tratadas, las radiaciones electromagnéticas, etc., son muchos los agentes extraños que nos atacan cotidianamente. No es extraño que sea cada día mayor la incidencia de enfermedades relacionadas con la presencia de toxinas en el cuerpo.
Las primeras recomendaciones es estimular el sistema inmunológico, reforzar las defensas (prevenir es mucho mejor que tratar). Para desinfectar el ambiente y prevenir contagios en casa, en el trabajo podemos utilizar aceites esenciales por medio de vaporizadores con los siguientes productos que tienen un efecto comprobado contra bacterias comunes: CANELA, Citronella, Clavo, Lima, Limón, Orégano, Romero, Árbol del té, Tomillo y Eucalipto.
Los extractos antibacterianos más potentes y utilizados de las plantas son los aceites “esenciales” porque contienen la esencia de la planta y porque estos aceites no se mezclan con agua. Los compuestos fenólicos o fenoles. Estos infiltran las membranas oleosas del organismo unicelulares que son las bacterias, por lo que las abren y las matan.
Otras recomendaciones importantes para la temporada de frío:
Paseos diarios al aire limpio si se puede realizar en el campo, la montaña o el mar, pero mínimo es necesario sobre todo las personas mayores que tomen el sol de la mañana mínimo 15 minutos antes de las 11am. Porque estimula la pineal y evita los cuadros de depresión.
ALIMENTOS SALUDABLES: todos los alimentos con capacidad para estimular nuestro sistema inmunológico: ajo, cebolla, poro, tomillo y jengibre por su acción Mucolítica, antibacteriana y anti-vírica. Recuerde siempre los que aportan la valiosa vitamina c, limón, naranja, toronja, kiwi, guayaba, pimiento rojo, rabanitos, betabel, perejil fresco, cilantro e infusiones de malva y jengibre que reduce la histamina del cuerpo y estimula el sistema inmunológico.
Consumir regularmente fruta y verdura fresca, y cruda mejor si es biológica por su aporte de vitaminas minerales y enzimas.
Incluir semillas crudas, frutos secos, germinados, cereales integrales, algas y jengibre en la dieta diaria.
Aprovechar los grandes beneficios del aguacate, alcachofas, papa, coliflor y brócoli, que refuerzan el sistema inmunológico y depuran el sistema hepático y renal.
Consumir vegetales de color naranja, verde como espinacas, zanahorias, calabaza orejones, albaricoques secos) por su contenido en betacaroteno (pro-vitamina A), muy importante para la salud de las mucosas.
Incluir alimentos fermentados, como lácteos, yogur natural, kéfir, queso de cabra (siempre y cuando no tenga mucosidad).
Recuerde que los virus entran en contacto con otros niños a través de la inspiración o por la boca a través de sus dedos. En ambos casos pasan el esófago, bajan al estómago y siguen su trayectoria al intestino.
Si los niños tienen una buena línea de defensa: si la mucosa y la flora intestinal están en buen estado van a repeler a los agresores y les negarán la entrada al organismo y serán excretados con las heces. Si la flora intestinal está dañada, desequilibrada y fuera de servicio por distintas razones (dieta inadecuada, tratamientos con antibióticos en forma etc.) fácilmente pueden pasar los invasores a través de la mucosa hacia la sangre y penetrar dentro del organismo, donde afectarán el tejido más apropiado para ellos.
En cuanto al sistema respiratorio, el cuerpo intenta defenderse de ellos, produciendo moco, donde estos se quedarían enganchados. Con un ataque de tos, o estornudos se expulsa el moco infectado hacia el exterior. En este caso la primera regla es excluir la leche de vaca, también hay que evitar los huevos, el azúcar, las harinas y por supuesto los alimentos procesados, refinados e industrializados.
Consejos caseros:
Realizar lavados nasales con agua tibia y unas pizca de sal marina natural. También se puede utilizar spray nasal de agua de mar.
Para personas adultas. Mezcle media cucharadita de bicarbonato en media taza de agua, agregue dos gotas de aceite de árbol de té. Enjuague completamente la boca pero no lo trague.
Jabón para las manos: ralle una barra de jabón común en una olla con suficiente agua, tibie para que se disuelva pero que no quede muy acuoso y agregue 4 gotas de aceite de árbol.
Por último recuerde que el lavarse las manos en exceso perjudica la piel, cuando la limpieza se convierte en obsesión y la persona pasa a ser una maniática de la limpieza y hay una cantidad de detergentes y bactericidas que las amas de casa han acumulado. Una tendencia apoyada en la publicidad permanente los cuales su uso excesivo acaba por impregnar las sábanas y ropa blanca que está en contacto permanente con la piel. Y aunque la piel humana es una eficaz barrera protectora, no constituye un muro infranqueable, especialmente si la limpiamos en exceso con demasiada frecuencia con jabones, geles (eso sin contar los geles antivirus actuales).