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Fundamento filosófico de la ideología de género

Por Dr. Jorge Ballesteros/

El estado dominado por esta la ideología decretará qué tipo de educación recibirán nuestros hijos y no nos podremos oponer a ello, ni criticar, disentir o no estar de acuerdo porque sería considerado delito y terminaríamos en la cárcel

Es una ideología (es decir, es un sistema de pensamiento cerrado) que defiende que las diferencias entre el hombre y la mujer, a pesar de las obvias diferencias anatómicas, no corresponden a una naturaleza fija, sino que son unas construcciones meramente culturales y convencionales, hechas según los roles y estereotipos que cada sociedad asigna a los sexos.

Desde muchos ámbitos de poder, y desde muchas universidades norteamericanas se ha intentado dar, desde los años 60, a los estudios de género un rango científico y ha tenido como plataforma de lanzamiento la Conferencia Mundial de Naciones Unidas.

Esta ideología está presente en todas las Agencias de las Naciones Unidas desde los años 90. En concreto, en el Fondo para la Población, UNICEF, UNESCO y OMS que han elaborado muchos documentos con categorías propias de esta ideología.

La ideología de género, surge a finales de los años 60 en Estados Unidos. Era una época influida por el marxismo —el marxismo estaba de moda en todos los ambientes intelectuales universitarios en todo el mundo occidental—.

Es la época de la revolución sexual. Justo en aquél año del 68 se acababa de comercializar por primera vez la píldora anticonceptiva y parecía que se habría con ella otro horizonte en materia de sexualidad. La humanidad se empezaba a poder separar la sexualidad de la reproducción.

En esa época surgen una serie de feministas muy radicales, originariamente son todas estadunidenses con formación en la universidad alemana, muy influidas de marxismo y de estructuralismo.

El nuevo enunciado feminista radical constituye una teoría crítica; una teoría comprometida que busca entender y explicar la sociedad para poder cambiarla. Pretende eliminar la diferencia entre hombres y mujeres y no sólo aspira a modificar las leyes, sino que se enfrenta a la tarea de cambiar todo el discurso del conocimiento humano: la forma en que entendemos el mundo, en que nos relacionamos con él y la forma en que nos relacionamos hombres y mujeres.

Los fundamentos filosóficos de las teorías radicales de género son la revolución sexual, el freudomarxismo, la interpretación reductiva de la historia y “Desconstruir para resignificar”.

La absoluta “revolución sexual de clases”, que pretende que la distinción de sexos desaparezca. El absoluto control de la reproducción por parte de la mujer, incluyendo el aborto a petición. La total liberación sexual, incluyendo el derecho absoluto a tener relaciones sexuales con otros individuos sin importar la edad, el número, el estado civil, los vínculos familiares o el sexo. En definitiva, la sexualidad se convierte en un juego, en un pasatiempo, y en una finalidad en sí misma.

Esta ideología propone la búsqueda de la “liberación total” del hombre en todos los órdenes, tras la de-construcción del lenguaje, de las relaciones familiares, de la reproducción, de la sexualidad, de la educación, de la religión, de la cultura, de la religión, de Cristo, etc.

Cuando el hombre se libere de todo eso —dicen— será libre. Para la ideología de género ese paso necesario es impedir que la mujer se dedique a su hogar y al cuidado de sus hijos, porque eso la hace “desigual”. «No debería autorizarse a ninguna mujer a quedarse en casa para cuidar de sus hijos”.

La ideología de género propone la destrucción de la familia tradicional, del matrimonio, de la moral, de la religión, de nuestra legislación, de nuestro sistema educativo, de toda nuestra cultura, es una revolución sexual que arrasará con el mundo actual como lo conocemos.

Es como todas las dictaduras intolerante, autoritaria, que se impondrá por la fuerza policiaca ya que el estado dictaminará que la ideología de género y todo lo que propone es legal y castigara con prisión al que disienta.

El estado dominado por la ideología de género, es el que decretará qué tipo de educación recibirán nuestros hijos y no nos podremos oponer a ello, ni criticar, disentir o no estar de acuerdo  porque será considerado delito y terminaremos en la cárcel.

¿Un futuro distópico? No, un presente real, pues ya se impuso en España y en la mayoría de Europa y en varios estados de la Unión Americana también en algunos países latinoamericanos, en nuestro país, la Suprema Corte y el presidente de la República, tratan de convertirlo en ley, así pues, ¿qué esperamos? ¡Hay que luchar contra ello mientras podamos hacerlo!

*Asociación Sonorense de Filosofía (ASFIL)