General Electric traslada producción de México a EE. UU.: ¿Qué significa para el país?

Esta decisión responde a políticas arancelarias implementadas por la administración del presidente Donald Trump, que buscan incentivar la manufactura nacional.
Por Redacción PPD
Ciudad de México, 14 de agosto, 2025.- La decisión de General Electric Appliances de trasladar parte de su producción de refrigeradores, cocinas de gas y calentadores de agua desde México hacia Estados Unidos genera una mezcla de retos y oportunidades para la economía mexicana.
La compañía anunció una inversión de más de 3 mil millones de dólares en sus plantas estadounidenses de Kentucky, Georgia, Alabama, Tennessee y Carolina del Sur, lo que incluye la creación de más de mil empleos en Estados Unidos y la modernización de sus instalaciones. La producción trasladada incluye cocinas de gas que actualmente se fabrican en México.
Para México esto significa pérdida de empleo y oportunidades industriales, asi como la transferencia de la fabricación de cocinas de gas y otros electrodomésticos significa una reducción directa de actividad en las plantas mexicanas, afectando empleos calificados en el sector manufacturero.
Esta decisión responde a políticas arancelarias implementadas por la administración del presidente Donald Trump, que buscan incentivar la manufactura nacional.
Dependencia de inversión extranjera, ya que México pierde la oportunidad de consolidar su posición como centro de producción regional de electrodomésticos, reduciendo el efecto positivo que tiene la inversión extranjera en la economía local.
Y un gran Impacto en proveedores locales, donde las empresas mexicanas que forman parte de la cadena de suministro de GE Appliances podrían ver disminuida su producción y contratos, afectando indirectamente a cientos de trabajadores y pequeñas industrias.
Contrario a lo anterior, los posibles beneficios para México sería desarollar una mayor competitividad de las plantas restantes, ya que la decisión de GE podría impulsar a otras compañías a modernizar sus operaciones en México para mantener atractiva la inversión extranjera.
Así como las plantas que continúen en México podrían enfocarse en procesos más especializados o de mayor valor agregado, generando empleos mejor remunerados y con mayor tecnología.
La salida parcial de GE abre espacio para que otras empresas locales o extranjeras ocupen los nichos de mercado y fortalezcan la industria nacional.
Aunque el traslado de producción representa una pérdida de actividad económica inmediata para México, también puede verse como un llamado de alerta sobre la necesidad de fortalecer la competitividad industrial y diversificar la inversión extranjera.
La capacidad de México para retener y atraer nuevas inversiones dependerá de políticas que promuevan infraestructura moderna, incentivos fiscales y desarrollo de talento especializado.
Con esta inversión, GE Appliances habrá destinado un total de 6 mil 500 millones de dólares a sus operaciones en EE. UU. desde la adquisición por parte de Haier en 2016.