Guadalupe García de Rayos llega a México: primera víctima de las políticas migratorias de Trump
Por Daniel Sánchez Dórame
NOGALES, 09 de Febrero.- Después de trabajar más de 20 años sin ocasionar ningún problema en los Estados Unidos donde formó una familia México estadounidense, María Guadalupe García de Rayos, fue deportada desde Arizona hacia Nogales, Sonora, donde relató que primero fue víctima del alguacil Joe Arpaio y después de la nueva política migratoria implementadas por el Presidente, Donald J. Trump.
Al pisar territorio mexicano por primera vez desde los 14 años de edad, cuando migró en busca del anhelado “sueño americano”, la madre de dos jóvenes ‘dreamers’ estadounidense, aseguró que su calvario debe servir de ejemplo a otras familias de latinos e indocumentados en los Estados Unidos para unirse y hacer frente común a la nueva administración federal.
“Hago por mis hijos, para que tengan un futuro mejor, para que sus sueños no se caigan y sigan estudiando en su País, que sus sueños se hagan realidad; fui arrestada por el Sheriff de Maricopa (Arpaio) por una felonía falsa para incriminarme, dure seis meses en prisión y salí en libertad, me presentaba cada año para que me extendieran el permiso, pero mi caso nunca fue cerrado y ayer (miércoles) me presenté voluntariamente a migración a pesar que sabía que me podían repatriar por las nuevas leyes de Trump”, relató María Guadalupe en una conferencia de prensa, junto a sus dos hijos.
En 2008, durante una redada antiinmigrante ordenada por el polémico alguacil Joe Arpaio, esta madre fue detenida en un parque acuático de Phoenix en el que trabajaba, fue condenada por utilizar un número de Seguro Social falso. Desde entonces, se presentó anualmente en las oficinas de ICE, de donde salía sin mayores problemas.
“Yo me presenté ante las autoridades porque no quiero estarme escondiendo como si fuera criminal, seguiré luchando por el futuro de mis hijos para que ellos estén bien y que más familias sepan que es importante que se unan para resistir”, agregó.
Junto a María Guadalupe, estaban sus dos hijos Jacqueline de 14 y Ángel de 16 años, con lágrimas en los ojos ambos vieron como las autoridades de su País natal expulsaban a su madre para siempre de los Estados Unidos.
El miércoles, a pesar su abogado le advirtió de la posibilidad de ser detenida, decidió cumplir con su deber.
Sobre Guadalupe García había una orden final de deportación con fecha de julio de 2013, pero para entonces su caso no se encontraba entre las prioridades de deportación de la administración del ex presidente Barack Obama.
Este jueves el ICE informó en un comunicado que los jueces decidieron que la mexicana no tenía base legal para permanecer en Estados Unidos y fue repatriada hacia México, a través de Nogales, Sonora.