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Hay desplazamientos, pero no se investigan

148 víctimas de homicidio doloso en Sonora, la mayoría de ellos fueron cometidos con "otro elemento" y con arma de fuego, según datos de Seguridad Pública
148 víctimas de homicidio doloso en Sonora, la mayoría de ellos fueron cometidos con "otro elemento" y con arma de fuego, según datos de Seguridad Pública

En Sonora hay familias que huyen en silencio de sus comunidades, alejándose de la violencia desatada por grupos del crimen organizado; ni a la academia, ni a las autoridades les interesa estudiar el fenómeno

 

Por Gerardo Moreno Valenzuela

Aunque hay reportajes, denuncias públicas, imágenes y videos de familias desplazadas por la violencia en comunidades sonorenses, la realidad es que es difícil probarlo, porque no hay información oficial al respecto, ni análisis de académicos.

Durante los últimos meses se denunciaron casos como la comunidad del Sásabe, pegada a la frontera norte entre Sonora y Arizona, donde varias familias habrían preferido huir del crítico clima de inseguridad, además, casos similares en Átil, Tubutama, Sonyta y otras comunidades rurales alrededor del desierto de Altar, donde siempre las autoridades estatales negaron la situación.

 

Sí existen, pero no los cuentan

Krimilda Bernal, presidenta del Observatorio Sonora por la Seguridad.

La presidenta del Observatorio Sonora por la Seguridad, Krimilda Bernal Hoyos, explicó que sí hay poblaciones en la entidad donde la violencia sea un factor para que los habitantes decidan migrar o moverse a otra comunidad donde se sientan más seguros, sin embargo, es muy difícil cuantificarlos del todo, porque no hay una autoridad o fuente que indique el número de personas desplazadas.

“Existen sí, pero no lo podemos cuantificar del todo, o sea, no tenemos ni a nivel estatal municipal o federal una fuente de datos como el Secretariado por ejemplo, una base de datos como el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no localizadas que nos indique el número de personas desplazadas tanto al interior de un estado o desplazadas a lo largo o ancho del país y no tenemos tampoco una Ley general de desplazamiento forzado”.

Precisó que es un tema del que se quiere tener una agenda mucho más amplia y priorizar; por parte de sociedad civil hay varias organizaciones, entre ellas la Comisión Mexicana para la Promoción de los Derechos Humanos que llevaba un monitoreo al respecto y la Agencia de Refugiados de las Naciones Unidas quien tiene un registro mundial a través del Observatorio Internacional de las Migraciones y cada año van actualizando las cifras del desplazamiento forzado.

 

Tipo de desplazamientos

Aclaró que ellos dividen el desplazamiento forzado en dos tipos, por violencias y el desplazamiento forzado por fenómenos naturales; y cuando hablan de violencia, podemos verlo la violencia armada, la violencia al interior de las comunidades, la guerra, distintos conflictos armados y demás, como sucede en México y en Sonora.

“De que existen, existen, pero, así como tal no podemos contarlo; lo que tenemos es lo que nos han contado a nosotras y lo que hemos registrado por medio de estos casos que nos llegan”.

Por otro lado, precisó que la situación de violencia en Sonora es complicada, porque todo lo que ha sucedido y nos ha traído en este momento presente, que vivimos en 2024, ha sido por negligencias institucionales de años y también negligencias sociales.

“Las personas tomadoras de decisiones en su momento dejaron que todo esto sucediera, no pusieron el freno, cuando debió de haberse puesto ese freno, y ya sé que no es justo culpar administraciones anteriores, claro, pero esas personas tenían una responsabilidad fundamental en ese momento antes de que la violencia escalara a lo que pues como dije estamos en este momento presente que la violencia parece el acontecer más que diario”.

 

Todavía es momento de reajustar estrategias

Cada semana hay una situación de violencia impactante reportada en medios de comunicación y hay municipios que ya son nota nacional semanalmente o hay otros que son nota estatal a diario, que casi siempre son los mismos Caborca, Altar, Pitiquito, Benjamín Hill, Magdalena, Sáric, Cajeme, Guaymas, San Luis Río Colorado y ahora el municipio de Hermosillo se está volviendo tendencia.

“Sabemos que estamos en un puesto punto importante de poder reajustar y reevaluar las estrategias de seguridad y que se tenían y adecuarlas a lo que tenemos ahora, el cómo poder solucionar de alguna forma y contener esa violencia, para que no escale a algo más intenso y crudo de lo que ya estamos viviendo en este momento”.

En cuanto al papel de las autoridades en el tema de desplazamientos, dijo, que se debe cuidar y reforzar la coordinación interinstitucional para poder atender a las personas víctimas de la violencia en general y específicamente a quienes son forzados a dejar su lugar de origen y se tengan más opciones disponibles en cuanto al apoyo que se le da a las víctimas, como actúan las comisiones estatales y cómo se protegen.

“De alguna forma que se llevará un registro estatal o se tuviera coordinación con otras instancias a nivel nacional que puedan coadyuvar en esas acciones, porque es algo que sin duda no se va a lograr de una sola institución y de un solo gobierno, es algo que va a trascender sexenios, tal vez, o trienios, dependiendo de cada caso, y también para prevenir el desplazamiento forzosos hay que prevenir esas violencias”.

 

Fenómeno que se debe estudiar

Octavio Sánchez, coordinador de la Mesa de Seguridad de “Hermosillo ¿Cómo vamos?”
Octavio Sánchez, coordinador de la Mesa de Seguridad de “Hermosillo ¿Cómo vamos?”

Por su parte, el coordinador de la Mesa de Seguridad de Hermosillo ¿Cómo vamos?, Octavio Sánchez Montaño, informó que en este tema hay muy poca información, los casos que se llegan a conocer es por notas en medios de comunicación o publicaciones en redes sociales, pero no está claro y hay muy poca investigación al respecto.

“Hablando de aquí de Hermosillo, que es nuestra área de influencia, no tenemos información de desplazamientos forzados. Nos enteramos por medios y por redes, que, por la violencia en algunos pueblos, ha habido desplazamientos, realmente hay muy poca información respecto de esto y no hay tampoco una investigación digamos local o estatal respecto de este fenómeno todavía no hay datos”.

Precisó que incluso a nivel nacional es muy poca la información que tenemos y a nivel mundial, la Agencia de la Naciones Unidas para Refugiados pública algunas cifras, por ejemplo, en 2022 dice que hay 108.4 millones de personas desplazadas en ese momento en el mundo, pero en México no tenemos información detallada como la que sí se tiene en materia de carpetas de investigación de los principales delitos o fenómenos sociales.

“Hay un y una Comisión Mexicana de defensa y promoción de los derechos humanos que se ha abocado en algo a este tema, y respecto de Sonora y buscando en sus reportes encontramos un dato de 2020 donde solo reporta 23 personas desplazadas”.

Aclaró que esta cifra es solo un aproximado, porque no son fuentes y modelos de acopio de información sistemáticos, sino que van recogiendo reportes de los propios medios, entonces son muy pocas las fuentes de información disponibles y menos actualizadas, entonces ese es un pendiente.

“Yo creo que es una asignatura pendiente, el que el que se analice este fenómeno de los desplazamientos, para saber qué es exactamente lo que está sucediendo. Porque a fin de cuentas datos duros, duros, no tenemos; sabemos y escuchamos problemas de desplazamiento y es lógico que cuando se concentra violencia en ciertas áreas haya desplazamiento, que puede ser temporal o puede llegar a ser definitivo”.

Precisó que, de acuerdo a la experiencia, cuando hay desplazamientos internos, que se quedan en su país, o externos que es cuando migran a otra nación, las principales causas están identificadas, que son básicamente la violencia y la inseguridad, otra es los desastres naturales, las guerras y en general las alteraciones graves del orden público, donde el estado de derecho no prevalece.

 

Una tarea para la academia

Comentó que se podrían aprovechar la capacidad instalada que tenemos en las instituciones de educación superior en el estado, donde hay investigadores, y el Estado tiene formas de apoyarlos, incluso el propio Conahcyt debería impulsar estudios de esta naturaleza.

“Para tener una radiografía un diagnóstico, que, pues que ubique la problemática y pues mientras más información se tenga, si hay voluntad también, pues hay más posibilidades de ir encontrando caminos de solución”.

En cuanto al panorama de seguridad en Sonora y en Hermosillo, si comentó que los indicadores muestran una tendencia a la baja en los delitos de mayor impacto, tanto a nivel estatal y municipal, incluso la capital tiene la caída más importante en el tema de homicidios dolosos desde el 2021, 2022 y 2023. Al igual que la percepción de inseguridad, sin embargo, este año han ocurrido hechos que pueden impactar.

“Efectivamente empezamos el año se puede decir un poquito con el pie izquierdo, porque ha habido varios eventos, pues aquí esa tarea de las autoridades atajar esto lo más pronto posible, porque Hermosillo, y al decir de muchas gentes, era como una isla en el estado, que se mantenía con una tranquilidad, muy aceptable y nada comparable con la que estaba sucediendo tanto en el Norte como en muchas regiones del sur, y estos estos eventos que ha habido últimamente, pues han alterado la paz que la gente sentía aquí en Hermosillo y es imperativo atacarlos de inmediato”.

 

Urgente recuperar la tranquilidad

Precisó que se debe actuar en dos sentidos primero que nada prevenir que no se repitan y darle solución a los que ya se presentaron, investigar y encontrar a los responsables y someterlos a procesos, es decir, detenerlos y avanzar en lo que proceda. Porque cuesta mucho recuperar la tranquilidad y se pierde con mucha facilidad.

“Hacemos el exhorto a las autoridades, tanto municipales como estatales, que se atiendan de inmediato los incidentes y los problemas que se han presentado, que se actúen en forma preventiva para que no se sigan presentando y recuperar nuevamente la tranquilidad que ya teníamos”.

Comentó que no significa que están resueltos todos los problemas de seguridad, porque cuando decimos que los indicadores son favorables, lo que estamos diciendo es que tiene una tendencia a disminuir los delitos y hay que entender también que para una gente que ha sido víctima, sobre todo recientemente de cualquier agresión o delito, pues la estadística pasa al segundo término.

“Entonces cuando se analizan los datos se analizan en forma global, a sabiendas que sigue habiendo mucha gente afectada y que se necesita seguir trabajando arduamente para que cada vez la gente se sienta menos insegura y además sienta menos, concretamente ya, el ser víctima directamente de un delito”.