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Héctor Langston, el IMSS le niega dictamen de invalidez y está a punto de perder su casa

Héctor Langston, diagnosticado con enfermedad poliquística en hígado y riñones, denuncia la insensibilidad y cerrazón del IMSS e INFONAVIT al no otorgar dictamen de invalidez por su condición

Por Gabriel Rigo Gutiérrez E.

Al caer el sol, el termómetro marcaba 40°C, una tarde cualquiera de julio en Hermosillo. Héctor Langston amablemente nos recibió en la humilde vivienda de su mamá, en Lomas del Madrid, al norte de la ciudad. Un abanico soplaba aire caliente como secadora.

En la Oficina de la Gobernadora recibieron su petición, pero el INFONAVIT hizo oídos sordos a la recomendación.

En las manos de Héctor, un abultado archivo con copias, originales, estudios médicos y más documentos acumulados por casi diez años de peregrinar de una oficina a otra, sin tener una respuesta favorable a sus suplicas (más que peticiones).

Hace diez años, Langston Cortés trabajaba en un boliche al final del boulevard Morelos. Era el encargado del almacén. Aunque su pasión siempre ha sido la música, desde joven tocaba en el grupo versátil “Génesis”. Según recuerda, podía rasgar las cuerdas del bajo hasta cinco horas sin descanso. Pero esos son otros tiempos, hoy no tiene ni las fuerzas para sostener el instrumento en su hombro (pesan hasta cinco kilos).

El músico se hunde lentamente en el sillón de la sala y comienza a platicar.

Cuando trabajaba en el boliche, de la nada sentía mareos y un intenso dolor en la espalda. Fue el 10 de mayo de 2009 cuando mientras estaba con los preparativos para una carne asada en su casa, fue al baño y comenzó a orinar sangre. Tres días permaneció así entre la incertidumbre, fiebre y dolor.

Ahí comenzó su calvario.

Acudió por su cuenta y se atendió en clínica San José. Al principio sospechaban que se trataba de cáncer, pero tras una tomografía arrojó que tenía invadido de quistes tanto hígado como riñones.

El estudio elaborado señala: “riñones con presencia de múltiples e incontables quistes simples corticales de entre 5 hasta 30 mm de diámetro”. El hígado también con “identificación de múltiples lesiones quísticas dispersas hacia ambos lóbulos hepáticos de entre 10 hasta 40 mm”.

Los doctores le confirmaron que para esta enfermedad no hay cura. Y aunque pudiera parecer muy común, no se han desarrollado medicamentos para tratar el padecimiento que con el tiempo es progresivo.

A Héctor le pasaron muchas cosas por su mente, sobre todo su familia.

Y es que una de las mayores preocupaciones, confiesa, era que para esa altura ya había sacado una casa por medio de un crédito de INFONAVIT. Desde años atrás pagaba esta deuda, la cual le descontaban vía nómina. Una vivienda ubicada en “La Caridad”. El único patrimonio para sus tres hijos.

“En el Seguro me dijeron no hay nada qué hacer”

Con los días, eran más frecuentes los agudos dolores en riñones que lo doblaban al punto de no poder desempeñar su trabajo.

Hacia noviembre de 2010, acudió al Seguro Social donde el médico Javier Quezada Núñez del IMSS, corroboró el diagnóstico: enfermedad renal poliquística. El mismo doctor le confirmó al paciente que su enfermedad no tenía cura y ahí no había nada qué hacer.

Después de esto, narra Héctor, las cosas no volvieron a ser igual. Se agotaba muy fácilmente. El dolor por dentro le quemaba, tanto que no podía estar ni mucho tiempo sentado, ni tampoco parado.

A la vuelta de los meses comenzó a fallar a su trabajo. Se llegó a desmayar hasta tres veces.

Esta enfermedad, explica, hace que el riñón vaya creciendo en tamaño como pelota, llegando a presionar a otros órganos, de ahí el temor que siente, por un aneurisma, derrame cerebral o hasta terminar con diálisis.

La impotencia frente al burocratismo

Con la enfermedad a cuestas, Héctor determinó salvar su patrimonio. Así que decidió buscar a los directivos del IMSS para conseguir un ‘Dictamen de invalidez’, el cual se otorga —según la Ley del Seguro Social— a quienes están imposibilitados para seguir laborando debido a una enfermedad que no está relacionada con su trabajo.

Con esta ‘Invalidez’ refiere el músico, más que buscar una pensión, su único interés es que le liberen la deuda de su casa. Pero para su sorpresa, la enfermedad renal poliquística no está dentro del catálogo del IMSS.

Este rechazo le ha significado una enorme impotencia y desesperación.

Ya que, al haber dejado de trabajar por su situación de salud, el INFONAVIT no tardó en presionarlo para pagar su crédito. Y tal ha sido esa presión, que hasta con abogado de por medio, los sacaron de su vivienda. A Héctor y su familia no les quedó de otra más que irse a casa de su mamá, mientras sigue el litigio.

En la lucha diaria, buscando alternativas

Héctor dejó de trabajar y comenzó a buscar alternativas para curarse. Acudió a terapia de imanes, consumió productos de Herbalife, llevó unas terapias de ozono, la última fue una supuesta operación para ponerles células madres en un hospital de la Ciudad de México, mismo que, al igual que todas las anteriores resultó un rotundo fracaso a la sazón de un fraude.

Para poder financiarse estos tratamientos, comenta que ha vendido desde su auto hasta lo que no; sus amigos músicos ya le han organizado desde rifas hasta bailes y conciertos. Se dice muy afortunado y les da gracias a sus amigos y a Dios porque siempre han estado para ayudarle. Sin embargo siente que su estado de salud no mejora.

En tres años adelanta, lo más seguro es que esté en diálisis. La enfermedad, afirma, es irreversible.

Actualmente solo toma enalapril para controlar la presión, otro medicamento debido a una insuficiencia renal de semanas atrás, uno más para limpiar la sangre de coágulos, y a raíz de todo esto para poder dormir consume tafil.

En octubre del 2017 acudió a la PROFEDET (Procuraduría Federal d la Defensa del Trabajador) para solicitar un dictamen médico para la cancelación del crédito de Infonavit, pero nuevamente la decepción: la enfermedad no existe en el tabulador. A pesar de que el médico de la PROFEDET aceptó era un padecimiento grave, pero no están facultados.

Han sido tantas las puertas que ha tocado Héctor que fue hasta Palacio de Gobierno con la gobernadora Claudia Pavlovich. En su oficina entregó una carta explicándole su caso y en respuesta el Ejecutivo dirigió la misiva a la delegación del INFONAVIT. Pero, al igual que siempre, no pasó nada.

La música: remanso de paz

Ahora busca una posibilidad para poder rescatar su casa. Desgraciadamente, añade, no puede ir a pedir trabajo porque lo considera poco ético, sabiendo su estado de salud. Por el momento solo da clases de guitarra a niños, pero no le da ni para la despensa, pero finalmente es la música lo único que le da paz, lo único que le queda frente a esa eterna sinfonía burocrática de terror.