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Hogar Estudiantil Kino para Mujeres

Para continuar con el legado del Padre Pedro Villegas, hace unos meses se puso en marcha este proyecto de gran impacto social, para ayudar a jovencitas en situación vulnerable a que continúen con sus estudios profesionales

Por Gabriel Rigo Gutiérrez E.

Hacía más de diez años que no atravesaba esa reja. Parecía que nada había cambiado: el pequeño camino empedrado de acceso. La frondosa buganvilia de flores magenta extendiéndose a lo largo de la barda. El aroma a pasto verde recién bañado. El sonido de las palmeras al viento. Y al fondo, la residencia donde vivió el Padre Pedro Villegas Ramírez. Aunque algo muy significativo sí había cambiado, en la entrada fue colocado un letrero anunciando el “Nuevo Hogar Estudiantil Kino para Mujeres”.

Se trata de un proyecto de gran impacto social, para ayudar a jovencitas en situación vulnerable que buscan continuar sus estudios profesionales y se cristalizó apenas hace tres años, auspiciado por la “Fundación Padre Pedro Villegas”, con ayuda de la de Asociación de Egresados de la Universidad Kino y el respaldo de la misma Unikino.

En el jardín de la antigua casa del Padre Villegas en la Colonia Casa Blanca, con el apacible sonido de fondo de una fuente artificial, Diana Frock, directora de Hogar Estudiantil Kino y el Ing. Miguel Cruz Ayala, presidente de la fundación, narraron a “Primera Plana” que la idea de esta obra tiene profundas raíces en un anhelo del fundador de las Instituciones Kino desde antes de su muerte en 2012.

El Padre Villegas, fundador de las Instituciones Kino, tenía la inquietud de también establecer una obra exclusiva para mujeres.

“Existía en el Padre una inquietud, incluso meses antes de morir lo expresó, que le hubiese gustado tener una obra dedicada a la mujeres. Muy visionario. De tal manera que cuando murió el padre nos dimos a la tarea de decir qué vamos hacer, no queremos homenajear el legado del padre con historias, queríamos hacer algo que él se sintiera contento y responderle como debe ser. Por otra parte esa necesidad de hacer algo por las mujeres”.

El Hogar Estudiantil Kino, menciona Cruz Ayala, se planeó con todos los principios, valores, formación, disciplina, orden, que el padre nos enseñó. Y es que recuerda que él mismo hace décadas fue de los primeros egresados de esta institución.

“Nosotros estamos haciendo algo que ya vivimos, es otra característica de esta institución que llegó para quedarse y tiene que crecer”, sostiene.

Ayudando a las mujeres más vulnerables 

Expuso que esta Casa tiene un impacto de beneficio social muy importante. Tras diversos estudios, encontraron que un porcentaje muy alto de mujeres en familias con situación precaria, de pobreza, dejaban sus estudios truncos. “Esa mujer que hizo mucho esfuerzo por terminar primaria, secundaria, preparatoria, casi un 70%, sus sueños de ser profesionistas prácticamente desaparecían”, comenta.

Consternado, el presidente de la Fundación, lamenta que es mucha la necesidad y lo ilustra de la siguiente manera: “entre todos los poblados de la Costa de Hermosillo hay más de 3 mil hogares dirigidos por una mujer, con hijos, que trabajan, y la hermana mayor tiene el destino de cuidar a los menores, nosotros dijimos hay que romper este ciclo”.

Cuando lanzaron la convocatoria por primera vez hace tres años se admiraron al darse cuenta de la gran necesidad que hay en Hermosillo. En el arranque recibieron a diez estudiantes, al siguiente ciclo escolar aumento y hoy cuenta con capacidad para tener a 50 estudiantes. “Hemos crecido en poco tiempo, porque estamos muy necesitados de que la obra se desarrolle más”.

La residencia donde vivó sus últimos años el Padre Villegas, en la colonia Casa Blanca, fue adaptada para establecer el nuevo Hogar Estudiantil.

Estancia transformadora

La directora del Hogar Estudiantil Kino explica que dentro las muchachas aprenden a vivir en comunidad, a reconocer que tener aquí un segundo hogar.

Cada una ya trae su vocación para estudiar de las más diversas carreras, maestras, derecho, finanzas, veterinaria, informática, mercadotecnia, ingenieras industriales, etc. Acuden a diferentes universidades, Unison, UES, ITH. Ellas van y cumplen con sus estudios diariamente y regresan acá. Al interior de la casa, entre ellas mismas se organizan, se administran, hay disciplina, y siguen un orden, hay una presidenta, una secretaria, una tesorera.

“La estancia aquí tiene que ser una estancia transformadora de ellas mismas, ¿cómo lo hacemos? aplicando un programa de educación formativa, de valores, principios, aspectos fundamentales para la vida, cuestiones emocionales. Van a ser unas profesionistas formadas con características muy especiales”,  

Diana Fork comenta que cuando llegan acá, las muchachas vienen un poco inseguras, temerosas y es que cambian no solo de escuela, de residencia, de ciudad.

“Aquí no es nada más un alojamiento, es una segunda casa, se les impulsa a que con libertad tomen sus propias decisiones, pero al tiempo se les orienta para que no estén a la deriva, aquí están protegidas y tenemos personal que siempre nos ayuda y les aporta en su crecimiento personal”, comenta la directora.

Apunta que los padres de familia están en “sintonía” con la institución. “Cuando llegan acá las muchachas les decimos, su prioridad es terminar la escuela”.

Las instalaciones de la casa son suficientemente amplias, siempre buscan fomentar un ambiente de respeto. Espacios en las recamaras, sala, comedor, con comida. Un amplio patio.

Un punto clave en la formación tiene que ver con la mística que se percibe desde que uno entra a esta casa. Cruz Ayala confirma que en el Hogar a las muchachas les platican un poco de la historia y la obra del Padre Kino, de Mons. Juan Navarrete, y del Padre Villegas.

Agradecieron que recientemente firmaron un convenio de colaboración con el rector de la Universidad Kino, Julio César Mendoza Urrea, para que las jovencitas del Hogar Estudiantil puedan hacer uso de algunas instalaciones de la institución, lo cual señalan como un elemento más para impulsar la formación de las beneficiarias. Finalmente, y tras la cena que recientemente sostuvieron con más de 100 empresarios para presentarles este proyecto, el Ingeniero Cruz Ayala señala que tienen una “seria responsabilidad” para responder a la sociedad con más crecimiento, más capacidad, porque la sociedad está comprendiendo que es una institución que hace falta, porque la necesidad es mucha. El nuevo legado del padre Villegas, comienza a rendir frutos.