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IMSS receta fármacos baratos y menos efectivos

REFORMA/

Médicos del IMSS alertaron que el programa de sustitución de fármacos en hospitales para abaratar costos provee medicamentos menos eficientes.

«Hay una alta probabilidad de que el costo por paciente para el Instituto sea más caro y con mayores repercusiones crónicas», pues se incrementarán costos por hospitalización, incapacidades e incluso pagos por invalidez, indicaron en un documento entregado a autoridades del IMSS.

Según un oficio del Seguro, del pasado 17 de marzo, se informa sobre los medicamentos del denominado Programa de Sustitución Terapéutica 2015 para tratar la hipertensión, diabetes o cáncer.

El mismo incluye por ejemplo la sustitución de la insulina de efecto prolongado (glargina), por la de efecto intermedio, cuyo costo es cuatro veces menor, pero con limitada eficiencia.

La oficina de Comunicación Social del IMSS indicó que la sustitución de la insulina se aplica desde hace siete años. Admitió que el programa privilegia medicamentos sustitutos de menor costo, pero vigila su eficacia con citas de control.

«Su objetivo es que, ante la equivalente seguridad y eficacia terapéutica de varias alternativas de medicamentos se privilegie la de menor costo», precisó en un comunicado.

La eficacia de los sustitutos se vigila a través de la respuesta clínica de pacientes mediante citas de control, indicó.

En caso de que no funcione el medicamento sustituto, señaló, se suministra otro.

En tanto, los inconformes aseguran, incluso, que algunos medicamentos ya no son útiles para el control de padecimientos o tienen mayores efectos adversos.

«La sustitución podría originar un mal control de estas enfermedades, por lo que el costo por paciente será más caro», sostienen médicos del Hospital General de Zona 1-A Venados, en un oficio de inconformidad que entregaron a sus autoridades el pasado 2 de junio.

«Médicos adscritos a este hospital nos deslindamos de las posibles consecuencias», indicaron.

Si no logran controlar a pacientes con los medicamentos sustitutos, afirman, se incrementará la saturación de consulta, urgencias, hospitalización, incapacidades y, en algunos casos, los pagos por invalidez.
Acuden a CDHDF

Los médicos del Hospital Venados interpusieron una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), pues aseguran que la disposición viola los derechos que tienen para ejercer su profesión de forma libre y sin presiones.

En entrevista con REFORMA, algunos médicos acusaron que están atados de manos.

«Nos quitan los fármacos que tienen mayor protección de complicaciones crónicas, sus efectos secundarios son menos severos y se requieren menos dosis al ser de acción prolongada», criticó una doctora.

Un especialista del nosocomio explicó que no es posible sustituir los medicamentos al 100 por ciento, pues a algunos no les controla la hipertensión la nueva medicina.

Otro médico advirtió que en Psiquiatría retiraron tres antipsicóticos para corregir alteraciones cuando la persona está fuera de la realidad. 

«Los tres medicamentos que quitaron son quetiapiana, clozapina y olanzapina. Nos están pidiendo que cambien por la risperidona y la mayoría ya pasó por ese medicamento y no les sirvió», alertó.

«Una paciente llegó llorando. Me dijo: ‘En 50 años, es la primera vez que estoy bien. Llevó seis meses bien con quetiapina y usted me sale con que me la va a quitar'», refirió.

En el Hospital General de Troncoso se empezó a sustituir insulina de acción prolongada por la de acción intermedia.

«Con el sustituto hay mas riesgo de que el paciente desarrolle hipoglucemia», externó un endocrinólogo.

‘Dijeron que ya no se va a recetar’

A sus 67 años de edad, doña Emilia padece hipertensión y el único medicamento que le controla su enfermedad se llama candesartán.

Sin embargo, desde mayo se lo negaron, tanto en la Unidad Familiar 10 como en el Hospital General de Zona 1-A Venados, del IMSS.

A la mujer le recetaron otro fármaco que ya ha probado y que no ha sido efectivo en su tratamiento.

«El médico familiar (de la Unidad 10) nos dijo: ‘Ya no vamos a recetar candesartán, porque recibimos un comunicado en el que ese medicamento, entre muchos otros, ya no se puede recetar'», contó Carlos Castillo, hijo de Emilia.

Lo mismo, refirió, ocurrió con los médicos del Hospital Venados, quienes explicaron que no recetaban ese medicamento porque ya no lo iban a surtir.

Ante esa situación, la familia ha tenido que comprar el medicamento que debe tomar todos los días y que cuesta 459 pesos por 28 pastillas.

«Mi mamá recibe como mil 500 pesos de pensión. Si tuviera que comprarlo ella, no le quedaría para comer y sus gastos», criticó Carlos.

En la misma situación están al menos 16 pacientes de la misma unidad que padecen hipertensión, por lo que buscan organizarse para interponer una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.

«Pensamos también pedir una auditoría al IMSS y, si es necesario, hacer denuncias penales en caso de que el cambio de medicamento afecte la salud de los pacientes», externó Castillo.