Israel abre frentes, mientras el mundo árabe sólo observa

Por Manuel Gutiérrez
Una gran duda ha surgido de la agresividad de Israel al bombardear Líbano e iniciar incursiones terrestres con su ejército y blindados. Esa duda, es la relación que tiene el mundo árabe entre sí, y con relación a gobiernos surgidos de movimientos radicales o fundamental del Islam, caso de Hezbolla, en Líbano o de Hamas, en Gaza, constituidos como frentes militares, pero a la vez, son gobierno legítimos, elegidos por el pueblo y representantes legales de sus países, pomposamente llamados repúblicas en algunos casos.
En realidad, el mito del siglo XX era que la causa Palestina aglutinaba, unía a todo el mundo árabe, que todo el Islam se sentía tocado por las bombas, por los disparos o por la agresiones de los colonos, tan radicales o más que el mismo ejército Israelí.
Ciertamente, es una causa popular, lo de Palestina que llega a tocar lo mismo a Turcos, que a Iraníes, o Iraquíes, también a la República Árabe Saudita, o Qatar o Kuwait, de alguna manera, pero la visión popular, no es coincidente con lo que las dirigencias de esos países desean en sus políticas públicas.
Israel ha mostrado su poderío y su falta de trabas morales, al bombardear con sus jets a Líbano, pero también a los Huties, en Yemen, que han sentido los castigos. De paso las hostilidades llegan a Siria, y siguen en Gaza, es decir Israel parece decir, tengo para darle de palos a todos.
Se supone que Israel es una isla minoritaria enclavada en el mundo árabe, rodeados de pueblos islámicos de todos sabores y colores por todos lados. Egipto, que incluso perdió la guerra de los seis días, Siria, que resultó vapuleada por Israel, y no han visto ganar una sola batalla desde la fundación de Israel desde 14 de mayo de 1948, bajo el amparo de Inglaterra, mediante una cruenta guerra de independencia con todo el apoyo de Occidente, que les permitió someter a Jordania, y Egipto, pero desde entonces quedaron pendientes problemas.
Uno de ellos es la franja de Gaza, una zona palestina en que viven 2.2 millones de personas en una área de 363 kilométros cuadrados, otra zona de migración palestina fue Cisjordania, que fueron separados y confinados por los nuevos colonos judíos, pero el actual gobierno de Netanyahu, encarna un puro estado sionista, reaccionando en forma casi bíblica, en que Dios determina que la gente de Israel, domine y gobierne esas zonas aledañas.
El asunto es dónde quedó el mundo árabe. La verdad, el principal beligerante actual es Irán, aliado en la guerra de invasión de Rusia contra Ucrania, al que dota de drones y misiles, municiones y vehículos. Principal beligerante por Hezbolla, depende en sus apoyos directos de Irán, y otro tanto Hamas, y los mismos Huties de Yemen, que han asolado el Mar Rojo con sus misiles disparando a toda clase de buques que pasen por ahí.
Irán, puede estar indignado, tener muertos por cobrar contra Israel, pero a la vez le teme. Y prueba de ello era no involucrarse de manera directa en la guerra participando con los Huties o con Hezbolla. Irán medita y sabe que participar en esa guerra, es hacerse el blanco del mundo y perder todo.
Por tanto el intento de cobrarse agravios con Israel, al que con 200 drones que toparon con el Domo de Hierro, y no causaron daños por segunda vez, sólo le abrieron la puerta a represalias judías, por lo que Netanyahu indicó que “cometieron un gran error” y no dudará Israel en sancionar a Irán.
En realidad, países como Egipto, Jordania, han buscado un entendimiento con Israel, incluso más lejos, una paz cimentada en beneficios económicos para ambos. Esta receta les encanta a los árabes que casi en todo el mundo le dan seguimiento.
La ala radical del mundo árabe es representada por los grupos militantes fundamentalistas, pero no en políticas institucionales de los pueblos árabes. Eso es otro tema. Al proceder Israel a golpear o destruir a Hezbolla o Hamas, les está haciendo un trabajo sucio, pero que alguna manera les da beneficios dado que negocian más fácil con los judíos que con los hermanos islámicos.
Es decir, se entienden mejor con el enemigo ancestral, que con los amigos de siempre obsesionados con venganzas y pureza islámica, que son obtusos, en permanecer en la contienda.
Negociar con ellos, les resulta incómodo. Lo genial de la gente de Israel, es advertir ese punto débil, y explotarlo, golpeando a palestinos, huties, y libaneses militantes, con toda tranquilidad. Ni siquiera han llovido condenas morales o discursos. Y en la lista seguirá Irán, salvo presiones internacionales de Occidente, pero es de dudarse, serán golpeados.
La muerte de 20 dirigentes de Hezbolla, a una velocidad sorprendente, incluso del líder por 4 décadas Hasan Nasrala, para eliminarlo, Israel disparó 80 misiles en una zona habitacional reducida, pero se suma a Fatah Sharif Abu Al Amin, líder de Hamas, que murió en el sur de Líbano, junto a su esposa, nuera e hijo.
Las incursiones en Líbano, han dejado más de 120 muertes, cientos de heridos, y miles de desplazados que buscan refugio poniéndose a salvo de los proyectiles de muerte.
Para los libaneses militantes, esto fue “martirio” y nuevos reemplazos ocuparán el sitio de la cúpula que Israel aniquiló, aunque ya surgió el Jeque Naim Qassem, un religioso con capacidades académicas que ayudó a fundar el grupo en 1982 y ha tenido varios periodos como secretario general adjunto desde 1991, incluso escribió un libro llamado “Hezbolla: The story from within”.
Los dirigentes eliminados por Israel, son considerados como piezas claves de la política de Irán, que fomenta las milicias anti-judías en los países vecinos, por lo que considera que está vulnerable, cómo responder de conformidad a la retórica, por más dolor y duelo que sientan, no es el momento en que Irán salga bien parado de un choque con Israel, por lo que deberá evitarlo por ahora, en espera de condiciones propicias y eso precisamente es lo acaba de equivocarse al atacar con los drones, un show que nada sirve, repitió el fracaso. Y facultó la acción judía.
Israel se ha percatado de su fortaleza, de la solidez del apoyo norteamericano, que también representa muchos intereses del mundo árabe, por lo que no quieren arriesgarse a perderlo. Entonces, Israel sabe que puede deshacerse de sus enemigos, con toda tranquilidad, lo que no es bueno para una política pacifista, pero el poder militar no puede ocultarse, lo tienen y lo usan y no tienen dilemas morales en su guerra.
Para que se den una idea: Nasrala, murió por el ataque de 80 misiles aire tierra, en una zona reducida, que tienen miras infrarrojas, son armas sofisticadas, con alcance de casi 200 kilómetros, un misil de este tipo tiene un costo de 1.9 millones de dólares por misil.
Definitivamente la muerte del líder de Hezbolla, no fue barata, pero estos costos, son lo de menos en una condición de guerra. Y se refleja que Israel va con todo e Irán se suma a los futuros blancos, no será un show mediático la represalia, será dura y estratégica.
Lo que pretendemos exponer hoy es que el mundo árabe va a movilizarse de conformidad a las políticas de los Estados Unidos y de intereses de la zona con Israel. No por el discurso de resistencia palestina y de guerra en Líbano que es del siglo pasado.
El asunto palestino ya no es del siglo XXI y Rusia, se encuentra muy mermada como para liderar en la zona en forma conveniente, con esa narrativa. Está en un tránsito muy complicado con su invasión a Ucrania, como para volver a ser proveedores y líderes del mundo árabe, que tampoco funcionó en las batallas del pasado, la URSS resultó un fiasco, sus armas obsoletas y las barrieron en los frentes los judíos. Ahora, no está el teatro ni para ese fin.
La victoria de Israel será un hecho, hasta que la ONU la detenga, pero es factible que no lo haga. Es otra regla moral, laxa cuando se trata del país de 10 millones de habitantes y representantes en todo el mundo y en puestos clave de política, finanzas, medios y está afianzado como un Poder Mundial.
Y el mundo árabe será cómplice que ve cómo ciertos vecinos incómodos desaparecen, el asunto de Israel es no exagerar la rosca, porque hay un punto en la tolerancia árabe en que no hay que abusar, de alguna manera están viendo que es la potencia incontenible del medio oriente.
Curiosamente a nivel diplomático, se habla de escalada, no de invasión. Y los recursos y ningún límite tiene Israel en sus iniciativas, en tanto Ucrania se está desfondando en el sur y este en que la presión de Rusia, sostenida, puede invalidar lo que están logrando en Kursk, por ahora, incluso Zelenzky busca una victoria, de ser factible en la mesa, con el apoyo de la ONU en sus negociaciones que obliguen a Rusia a negociar, pero no debe caer en derrotas militares estrepitosas o su plan se desvanecerá. El peligro existe de un colapso y necesitan ayuda más que nunca.
Zelensky admitió el riesgo, la moneda sigue en el aire. Pero regresamos a Israel.
Roma sabía dominar naciones….
Israel no debe olvidar lecciones de la historia. Si, sus bombarderos entran a velocidad supersónica a la hora que gusten y no hay blanco en Irán ni en ninguna parte que se les resista. Tampoco a sus divisiones de Abrams, y de tropas bien entrenadas, equipadas y feroces.
Pero no todo es destruir la resistencia militar enemiga, hay que saber ocupar. Y deben dejar suficiente sociedad viable para que sea rentable la dominación, tener un cementerio no genera utilidades, eso desde el pasado se ha visto.
Roma lo sabía, dejando guarniciones importantes, que podían ser de hasta dos legiones en zonas turbulentas como Israel de la Biblia, pero dándoles juego de muchas maneras.
Pero permitía libertad religiosa, autonomía y autogestión de los conquistados, que conservaron autoridades locales, cierta capacidad representativa en el contexto imperial, negocios boyantes con los poderes locales que también prosperaban y protección a las casas reales que se sujetarán a la política de Roma, mientras no alentaran la independencia, no les importaba que tuvieran regencias.
Prosperidad, comercio, nexos, alianzas y beneficios mutuos que son lo que ahora busca gobiernos de pueblos árabes, hasta ciertos niveles de voz y representación. No se les puede borrar del mapa y alentar esa idea, es absurda y destructiva por más poder militar que tengas.
Así era el imperio romano. ¿Cómo será el imperio israelita, que puede estar en su inicio?
Si es radical, extremo, exterminador, y exagera en el uso de fuerza contra palestinos, libaneses, yemenitas, puede volcar el concepto de alianza, ante el abuso y obligar a los árabes a asumir la inevitable guerra que no quieren por ahora, por lo pronto Irán se dejó ir en un momento muy delicado, tendrá consecuencias casi le hizo un favor a Israel.
No es fácil derrotar a Israel, todos los árabes lo saben, pero deben recordar que ocupar es saber hacerlo, de tal manera que lo asfixien a los pueblos dominados.
Eso me temo, que no lo aprendido la pandilla de Netanyahu, demasiado radicales, sionistas y colonizadores. Por eso no hay respuestas radicales a los ataques de los judíos, pese a los discursos de duelo, y las manifestaciones, los iraníes, y sus aliados, una cosa es desear, y otra poder cumplir los deseos; todo queda en saliva y frases de odio, y ahora le metida de pata de Irán, un conflicto ancestral, porque tampoco es fácil borrar al mundo a millones de árabes la proporción poblacional no les favorece, aunque sea una élite mundial y su población muy guerrera.
Dice Jean Mayer, judío francés historiador reconocido: “Israel no puede darse el lujo de perder una primera batalla con el mundo árabe, porque cuando la pierda, estará aniquilado” y tiene mucha razón, pero el poder marea y hay que aprender a ejercerlo, así como a usar la fuerza. Irán en tanto les firmó una carta poder para la represalia de Israel, una espiral sin fin en más de 5 mil años de historia en que han estado abajo y muchas veces arriba, como la rueda de la fortuna.