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Jennifer Villalobos, en la cima del atletismo

La hermosillense Jennifer Guadalupe Villalobos es campeona paralímpica y representará a México en Mundial Juvenil en Suiza; en su categoría ocupa el séptimo lugar a nivel mundial y primero a nivel América   

Por Gabriel Rigo Gutiérrez

Constancia, disciplina y extraordinario esfuerzo han colocado a esta joven hermosillense en la cima del deporte adaptado. Comprobó ser la mejor lanzadora de jabalina del continente y en agosto representará a México en el Campeonato Mundial de Para-Atletismo Juvenil en Nottwil, Suiza.

Jennifer Guadalupe Villalobos nació con discapacidad en su brazo izquierdo, sin embargo no ha sido limitante para colgarse 16 metales en su trayectoria como lanzadora de jabalina, bala y disco. La medalla más reciente se la trajo en marzo, del Para-Panamericano de Sao Paulo, Brasil, donde obtuvo bronce lanzando jabalina.

Fuerza física y mental

Jennifer Villalobos, estudia en Cecytes plantel “Justo Sierra” y en agosto representará a México en el Mundial de Para-Atletismo Juvenil en Nottwil, Suiza.
Jennifer Villalobos, estudia en Cecytes plantel “Justo Sierra” y en agosto representará a México en el Mundial de Para-Atletismo Juvenil en Nottwil, Suiza.

Pero llegar a la élite del deporte adaptado no fue fácil. La preparación física y mental es constante prueba para el atleta de alto rendimiento.

“Aquí en este hombro puedes ver la marca, es por la barra de las pesas”, nos muestra Jennifer mientras tomamos asiento en una banca del gimnasio del CUM. Ahí, entre resonar de metales, alaridos de esfuerzo y estruendosa música rítmica, con una gran sonrisa, va platicando a “Primera Plana” sobre sus rutinas.

Desde muy tempranito, se levanta para acudir al Cecytes plantel “Justo Sierra” —al norte de la ciudad—, donde cursará tercer semestre. Cumplidas sus labores escolares regresa a casa para comer; deja la mochila con libros y toma la maleta de entrenamiento; aborda un camión rumbo al CUM, donde entrena de cuatro a ocho (a veces nueve) de la noche y regresa a casa para seguir con las tareas.

En el gimnasio la preparación es hasta sudar la última gota de esfuerzo.

Mientras recorremos los espacios donde entrena pesas y saluda a sus colegas, explica que lo común es practicar el “arranque”. Consiste en levantar una barra de 20 kilos, con dos pesas de 15 kilos a los costados. En un solo movimiento los fierros pasan del suelo a la cabeza.

Con esto, comenta nuestra atleta paralímpica, además de ejercitar piernas, brazo, tronco, le sirve para el equilibrio. Algo fundamental para la técnica de sus lanzamientos.

Para Jennifer, las rutinas más desafiantes son las medias sentadillas. Con su menudo cuerpo de apenas 55 kilos, llega a cargar hasta 175 kilos en sus hombros. Desde luego, en todo momento apoyada por el entrenador Ricardo Sierra, hombre clave en su carrera.

Recuerda que por allá en el 2010 se lo encontró, él ya trabajaba para la Comisión del Deporte del Estado de Sonora (Codeson) entrenando personas con discapacidad. “No fue algo que buscaba, no buscaba pertenecer en el mundo del deporte”, confiesa. Primero empezó como corredora y poco a poco fue abriéndose lugar como lanzadora.

“No solamente es la fuerza sino la técnica que le das a la jabalina, al disco, a la bala, es muy importante y te hace ser mejor en el deporte”.

Lanzando sin miedo al mundo

Por su fácil desenvolvimiento y precisión en las palabras, pareciera que Jennifer siempre ha tenido trato con las cámaras y micrófonos. Sin embargo reconoce que antes era muy tímida.

“No le hablaba a las personas porque sentía que habría un tipo de rechazo por tener una discapacidad, agradezco eternamente a mi entrenador por impulsarnos y decirnos que así como yo existen muchas personas, incluso con más limitaciones que yo y eso me ha dado la fuerza que ahora tengo, de poder estar ante todo el público en el momento de los lanzamientos, entrevistas, ante todo”.

Esa fuerza la saca de su vivir día a día. En la calle o en el camión, cuando le señalan de su discapacidad pero a la vez le reconocen su fortaleza por avanzar, eso la motiva e impulsa a ser más grande.

“Las personas con discapacidad tienen limitaciones, más no tienen límites, es algo he adoptado para hacerlo en mi vida diaria”.

Su familia, es el motor vital de impulso. Siempre la han apoyado en todo. Su mamá, la señora Rosario Selene Gómez Valencia, su hermanita de 14 y su hermano de 11. Además de sus abuelos Catalina Valencia y Francisco Parra.

Y aunque antes se preocupaban cuando salía a competencias, hoy ya se han adaptado y se sienten orgullosos de ella.

“Vengo de una familia humilde, pero siempre han dado lo mejor para darme lo que ocupo; las instituciones también me han apoyado mucho, el Codeson, el IDH, y sobre todo la sociedad que, a veces no te apoyan económicamente pero saber que te están deseando éxito eso también cuenta mucho para uno como deportista”.

La mejor marca del continente Americano  

El gimnasio es el lugar donde trabaja con más entrega, asesorada por su entrenador Ricardo Sierra.
El gimnasio es el lugar donde trabaja con más entrega, asesorada por su entrenador Ricardo Sierra.

Cundo Jennifer se para en el centro del estadio de su potente brazo salen encendidos proyectiles.

Y conforme pasa el tiempo va superando sus propias marcas.

En junio de 2016, participó en la Paralimpiada Nacional en Guerrero, donde se colgó tres medallas de oro (bala, disco, jabalina) en categoría sub 19 de silla de ruedas y amputados clasificación F46. En disco logró 18.68 metros, jabalina 23 y bala 6.61.

Después, fijó su meta en los Para-Panamericanos de Sao Paulo, Brasil, que se celebraron en marzo. Ahí alcanzó 27.14 metros con jabalina, para traerse una medalla de bronce.

Pero como en los deportes la competencia es constante y siempre hay que calificar para acceder a más pruebas, en el “Desert Challenge Games” de Para-Atletismo que se realizó en mayo en Tempe, Az., la atleta obtuvo la mejor marca de toda su carrera. Lanzó la jabalina a 30.82 metros de distancia, logrando así el oro.

Estos eventos, denominados Grand Prix, ponen el ranking de las mejores marcas para eventos de talla Mundial.

Semanas después la Conade convocó a un selectivo en San Luis Potosí, para elegir a la delegación que representará a México en Suiza. Ahí le pedían una marca mínima de 18 metros y lanzó 28.42 m., para quedar en los primeros lugares nacionales y formar parte de los 16 atletas que irán a la justa internacional.

Pero ahí no acaba, cada prueba la acerca más a una meta más alta.

En 2019 se realizarán los juegos Para-Panamericanos en Lima, Perú, los cuales ya tiene en la mira. Y una vez superado, la meta final serían los juegos Paralímpicos Tokio 2020.

Después, como si dejara por un lado los sueños, y volviera a la banca del gimnasio del CUM, Jennifer señala con seriedad y compromiso: “son eventos muy grandes y seguiremos trabajando para poder asistir y colgarnos una medalla”.

Atletas paralímpicos, ejemplo nacional

Años atrás el deporte adaptado había sido olvidado por las autoridades estatales y federales, ni los esfuerzos ni las medallas merecían su atención. Sin embargo, los destacados resultados de atletas como los sonorenses han ido modificando ese pensamiento.

“El deporte adaptado había estado muy abandonado pero gracias a que vieron que el deporte adaptado da frutos están apoyándolo más y se agradece mucho, motivar a las instituciones a que sigan apoyando aún faltan muchas cosas y vienen más atletas que pueden sobresalir y que están entrenando muy duro”.

Y es precisamente a esos futuros talentos del atletismo que Jennifer exhorta a seguir adelante y no se echen para atrás en ningún momento:

“Que no se limiten, sigan adelante, si les gusta el deporte van a lograr algo enorme, van a ganar medallas, reconocimientos, y más que nada van a ganar experiencias de vida que te hacen crecer como persona y atleta”.