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Juega en un albur Faustino Félix su futuro político

Por Feliciano J. Espriella/

Dos decisiones polémicas del alcalde cajemense podrían convertirse en problemas de tipo social, político y hasta laboral

Con casi nada que ganar y todo que perder, el alcalde de Cajeme Faustino Félix Chávez, tomó recientemente un par de decisiones que le podría arruinar su hasta hoy promisoria y brillante carrera política.

Una de ellas, afecta directamente los bolsillos de la población. En un entorno económico que se viene paulatinamente descomponiendo con tendencias a empeorar, no puede haber nada más impopular que exprimir los cada vez más escasos recursos de la gente.

El establecimiento de parquímetros en Cd. Obregón, cuyo costo incluso será superior a lo que se cobra en la capital del estado, ha sido una decisión abrumadoramente cuestionada y muy impopular, que seguramente redundará en pérdida de capital político para el alcalde así como del Partido Revolucionario Institucional, que tiene en esa región su principal bastión.

Agrava la situación en este tema, el hecho de que el contrato para operar los parquímetros se otorgó a una empresa sin antecedentes que utiliza inmovilizadores, con lo que el costo de las infracciones se disparará. Los parquímetros se contempla empiecen a funcionar a partir del próximo 01 de diciembre, cobrarán 8 pesos la hora cuando en otras ciudades la tarifa promedio es de 5 pesos.

La otra decisión, privatizar el servicio de recolección de basura, ha sido todavía más controversial y amenaza con convertirse en conflicto no sólo social y político, sino también laboral.

Desde que se dio a conocer el convenio, ha recibido el repudio de gran parte de la población que ha visto con sospechosismo la firma de un convenio multimillonario a un plazo que consideran demasiado largo, y que además incluye una leonina sanción para el Ayuntamiento de Cajeme en caso de cancelación anticipada.

El que con leche se quema hasta al jocoque le sopla

 … reza un dicho mexicano muy popular. Parecería que algunos políticos aunque jóvenes pero al parecer educados en la vieja guardia, no han percibido cuánto ha cambiado la cultura mexicana en las dos últimas décadas, la cual giró de una tácita tolerancia hacia la corrupción a un hartazgo y rechazo abierto.

En la actualidad, convenios como los presentes, concretizados gracias al ‘poder de la firma’ de una sola persona, son de inmediato calificados y clasificados como precursores de futuros actos de corrupción. Dos temas tan importantes, donde se involucran millones de pesos que son recursos públicos y por lo tanto de la población, no debieron ser tomados tan a la ligera por el alcalde Félix Chávez.

En el caso de la basura, se agrava la situación porque está depositando uno de los más importantes y sensibles servicios que prestan los ayuntamientos a la población, en manos de una empresa transnacional sobre la que existen muy fuertes cuestionamientos por malas experiencias en otros municipios del país.

En el caso de los parquímetros habrá seguramente mucho disgusto, pero no pasará de allí. La gente al depositar su dinero en los aparatitos o pagar las multas para no hacerlo, seguramente se lamentarán y se la mentarán, pero será todo.

Pero en el caso de la recolección de basura, el asunto es mucho más peligroso. Si todo sale bien, pocos se lo agradecerán y reconocerán al alcalde. Seguramente muy pocos.

Pero si llegara a salir mal, como ha sucedido y con esta misma empresa en otras ciudades, el estigma quedará indeleble y permanentemente asociado al alcalde por el resto de su carrera política, si es que no acaba con ella.

El PRI no puede darse el lujo de perder el sur del estado

El sólo hecho de haber realizado el convenio con Tecmed sin consultar a la población y las fuerzas políticas, económicas y sociales, es ya un agravante que empieza a mover negativamente el ambiente político del segundo municipio más poblado de Sonora.

Seguramente será un argumento de mucho peso para los partidos de oposición en los próximos comicios y muy posiblemente causa de pugnas al interior del propio Revolucionario Institucional.

De hecho, ya brincó un distinguido priísta, miembro de uno de los grupos políticos más poderosos del estado, Rodrigo Bours Castelo, quien en un video en su cuenta de Facebook, critica acremente la decisión: “Veamos que ha pasado con anteriores privatizaciones. En el país ha habido abuso y corrupción. Pero no solamente en el país, en México, en el Estado, también en Cajeme, está concesionada la toma de lectura y entrega de recibos de Omapas a un particular desde hace varios años, le cuesta al ayuntamiento millones de pesos anuales…”.

Sin duda, decisiones polémicas del alcalde Faustino Félix. Aunque también habrá que reconocer no se anda ocultando, como el pasado lunes cuando un grupo de inconformes fueron a reclamarle hasta el Ayuntamiento. Salió a dar la cara afirmando que no renuncian a su obligación de brindar un servicio público y no habrá despidos, falta ver en qué termina todo.

Por hoy fue todo, gracias por su tolerancia y hasta la próxima.