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Juez declara no culpable a agente que disparó a joven nogalense

Por Daniel Sánchez Dórame

ARIZONA, 23 de Abril.- Un jurado encontró al agente de la Patrulla Fronteriza, Lonnie Swartz, no culpable de asesinato en segundo grado, pero no pudieron llegar a un veredicto sobre otros dos cargos menores por homicidio involuntario en perjuicio del joven mexicano José Antonio Elena Rodríguez, quien cayó muerto al pie del muro fronterizo con ocho disparos en la espalda y dos en la nuca porque supuestamente agredió con piedras a oficiales de migracion en Nogales, Sonora.

La tarde de este lunes, luego de cuatro días de deliberación y tras un juicio que duró una semana, los miembros del jurado informaron al juez de la Corte de Distrito en los Estados Unidos, Raner Collins, de su creencia de que no podrían llegar a un veredicto unánime sobre los dos cargos menores.

El agente de migración Lonnie Swartz es acusado de disparar su arma de cargo a través de la valla fronteriza en Nogales en el año 2012 y matar a José Antonio Elena Rodríguez, un adolescente mexicano de 16 años de quien se dice que estaba entre un grupo que arrojaba piedras al otro lado de la línea Internacional, sin embargo, en el lugar donde ocurrió la agresión el muro está sobre un risco de piedras de 10 metros de altura más otros cinco metros de altura de la valla, es decir, para lastimar a los agentes de la Patrulla Fronteriza el joven debió arrojar las piedras más de 15 metros de altura, pero recibió todos los disparos en la espalda cuando iba huyendo.

Según las investigaciones de autoridades en los Estados Unidos, el agente Swartz disparó su pistola 16 veces en 34 segundos, desde tres posiciones diferentes. El adolescente fue golpeado ocho veces en la espalda y dos veces en la cabeza. El gobierno ha dicho que Swartz continuó disparando a Elena Rodríguez después de que él estaba vivo en el suelo y mostró que el agente actuó deliberada o imprudentemente sin importarle la vida humana.

Sean Chapman, uno de los dos abogados que representan a Swartz, no discute qué el agente disparó y mató al adolescente, él defensor ha dicho que repeler la agresión estaba justificado, además apuntó que el adolescente murió en uno de los primeros disparos, por lo que el resto de los impactos son legalmente irrelevantes.

En el juicio la defensa describió un escenario caótico en un área peligrosa a lo largo de la frontera conocida por el contrabando y donde el balanceo no es infrecuente. Swartz testificó que tuvo que tomar una decisión en una fracción de segundo y eligió defenderse a sí mismo y a sus compañeros agentes del orden público esa noche.