Juez y parte en combate a la corrupción
Por David Figueroa/
Todos exigimos transparencia y combate a la corrupción, todos estamos ya de acuerdo, pero falta quién se atreva a aplicar la ley
Mientras el presidente de México Enrique Peña Nieto ‘instruye’ a la Secretaría de la Función Pública para que se le investigue a él mismo, a su esposa Angélica Rivera y a su Secretario de Hacienda Luis Videgaray por posibles actos de corrupción en la compraventa de la casa blanca y otras, en los estados no hay mucha diferencia, como Sonora donde la primera Contralora Ciudadana participa en sus tiempos libres en actos proselitistas del partido en el gobierno.
Sin restar seriedad a la voluntad del presidente Peña Nieto, como del mismo Gobernador en el caso de nuestro estado, es difícil pensar que lograremos combatir la corrupción cuando somos juez y parte; y ejemplos de voluntad hay muchos pero en realidad acciones contundentes muy pocas.
El tema viene al caso porque desde inicio del presente año el ánimo y la suma de todos los sectores sociales por instalar de una vez por todas el Sistema Nacional Anticorrupción ha ido en aumento. Todos queremos, a todos nos gusta, todos estamos de acuerdo y aplaudimos esta propuesta, pero ¿por qué no se ha concretado?
El Partido Acción Nacional a través de las cámaras presentó una propuesta que hasta ahora ha sido al menos la más analizada, estudiada, comentada en la opinión pública; pero falta mucho para garantizar que no terminará siendo un caso más donde se cambia para seguir igual, un aparato más que sólo engrosará la burocracia de México.
Es parte de la vulnerabilidad humana que en entornos de poder exista la tentación de buscar beneficios personales cuando se tiene tanta facilidad y sobre todo impunidad como aún sucede en nuestro país.
Por eso sin transparencia, sin la aplicación del Estado de Derecho no habrá democracia que alcance. Ante un entorno de fragilidad legal lo único que queda es el equilibrio que se supone garantiza una democracia fuerte, con voces de verdadera oposición y voluntad para contrarrestar esta impunidad.
¿Dónde están hoy estas voces en México? Es una pregunta interesante que debemos analizar con profundidad, pero en tanto áreas como las contralorías internas siguen siendo parte de la glosa y la nómina gubernamental, sin facultades suficientes, es decir sin dientes para aplicar la ley en contra de quienes la quebrantan, y mucho menos con independencia de aquéllos a quienes se supone ‘les cuida las manos’.
Hasta ahora pues nadie ha probado verdaderas ganas de combatir la corrupción en nuestro país se trate de quien se trate, desde el ciudadano que busca con ‘mordidas’ evadir trámites o pago de impuestos; hasta los mismos gobernantes, legisladores o funcionarios que se enriquecen de la noche a la mañana; pasando por proveedores dispuestos a dar ‘moches’ para obtener millonarios contratos del gobierno. La corrupción es pues un problema transversal.
En conclusión, todos exigimos transparencia y combate a la corrupción, todos estamos ya de acuerdo, pero falta quién se atreva a aplicar la ley con todo lo que ello implica, aún cuando se trate de intereses propios, de amigos o familiares.
Ahí está y sigue atorado el tema.
Sin transparencia y combate a la corrupción no habrá garantías para un crecimiento económico.
Seguir haciendo sin hacer nos seguirá llevando a frases de frustración como la de “ya sé que no aplauden” del Presidente Peña Nieto, porque efectivamente no hay mucho que aplaudir en el tema de combate a la corrupción.
Agradezco sus comentarios y retroalimentación a través del correo electrónico [email protected]; y en redes sociales: Twitter @DavidFigueroaO /Fb David Figueroa O.
*David Figueroa Ortega es empresario, Ex Cónsul de México en Los Ángeles y San José California; Ex Diputado Federal; Ex Alcalde de Agua Prieta; Ex Dirigente del PAN en Sonora.