La ilusión de las cifras económicas
Por Iván Ballesteros Rojo/
Los recientes indicadores positivos en empleos de Sonora no cazan con la realidad del ciudadano, señala economista de la Unison; además de una gran economía informal y trabajos poco remunerados
Según cifras del Coneval y el Inegi, Sonora es uno de los estados que mejor se ubica a nivel nacional en generación de empleos. Dichas cifras han venido a ser la bandera de los funcionarios del gobierno estatal para enarbolar que “Sonora va bien”. Si bien es cierto que la tasa de desempleo está por debajo de la media nacional, así como la ocupación en el mercado informal de la economía, dichos empleos son remunerados con sueldos bajísimos.
Primera Plana platicó con trabajadores informales, así como con el investigador y docente de la Universidad de Sonora en la facultad de Economía, Dr. Germán Palafox Moyers, sobre estas cifras que se antojan un mal reflejo de la realidad económica del estado.
Doña Concepción vende comida corrida en un pequeño local ubicado en el Centro de Hermosillo. Asegura que sus precios son los más bajos de la zona. “De junio a agosto el negocio baja mucho. Hay pocas personas en la calle. No sé si por el calorón o las vacaciones en las escuelas, pero sí nos ha pegado muy fuerte. Algunos compañeros, que son vendedores ambulantes, decidieron parar estos meses y apenas ahora es que vuelven a la calle. No sacaban ni lo de la inversión”.
Doña Concepción asegura que ella vende porque da muy barato, pero que apenas saca para pagar la renta y comprar los ingredientes para elaborar sus productos. “Estos meses nos hemos aguantado. Pero de todos modos, ahora que está viniendo más gente, sale nada más para el diario. Casi no hay ganancias. Me da miedo subir el precio de la comida porque se me figura que ya nadie me va a comprar. La cosa está difícil para todos”.
Por su parte, Alberto y Juan se dedican a vender fruta y queso en un crucero de la ciudad. Juan: “Siempre sale, pero últimamente nos compran muy poco. Luego la merma que nos queda ni cómo recuperarla. No entiendo muy bien, damos más barato que en los mercados, y no sabemos por qué la gente no nos compra a nosotros. A lo mejor es porque desconfían que vendamos en la calle”.
Por su parte Alberto comenta: “Es una friega estar acá todo el día bajo el rayo del sol. Pero ni modo. Yo ya le busqué por todas partes y no hay trabajo ni de peón. Acá de perdida sale para el diario. Uno tiene que salir a trabajar aunque le pierda, no queda de otra”.

Para el Dr. en economía, Germán Palafox Moyers, las cifras son dudosas ya que no responden a una realidad tangible. Palafox nos explica por qué subieron los indicadores de empleos formales en el Estado: “La economía sonorense está soportada en dos grandes ramas, una la automotriz (la Ford), y la otra es el sector agrícola. Recordarás que en el 2011 se congelaron muchos productos agrícolas en todo Sinaloa, Sonora y gran parte de México. Entonces, como cayó la producción dicen que nosotros crecimos mucho. Pero la realidad es que se cayeron los otros procesos de producción. Muchos jornaleros fueron contratados como empleados, con todo y seguro, para limpiar, por ejemplo, los campos de papa, lo cual hizo que se “incrementaran” los niveles de empleo. La industria automotriz se ha mantenido pero tú lo puedes ver, siguen casi los mismos empleados desde hace años. Han contratado en los últimos años si acaso 100 ó 200 más. Entonces, ni ellos ni nosotros sabemos con precisión el ritmo de crecimiento de la economía. La economía sonorense ni crece mucho ni se versifica”.
La gran cantidad de personas que laboran en el sector informal en Sonora, nos explica el investigador, no tuvieron lugar en ninguna empresa y tuvieron que entrar a un sector que no cuenta con regulación.
“En todo el país hay más gente trabajando en el sector informal que en el formal. Qué quiere decir esto, además de que no hay oportunidades de trabajo, que esas personas no están pagando impuestos ni tienen acceso a seguro social. Hace falta una regulación en ese sentido. Otra característica de la economía sonorense es que ésta ha sido invadida por maquiladoras de aeronáutica y aeroespacial, mismas que pagan una miseria a sus empleados. Si bien los índices de desempleos bajan, dichos empleos no alcanzan para que el trabajador pueda pagar los enseres más básicos. De allí que opte por el mercado informal, o, lo que es más perverso, y es otro tema en la economía, los que encuentran oportunidades de “trabajo” en las filas del crimen. Carne de cañón que está saliendo de los sectores más marginales del estado”.
Las cifras, aparentemente positivas en la economía sonorense, parecen ser una ilusión. Un beneficio que no se ve reflejado en el bolsillo de las personas.