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La ira, la euforia, el descontrol: nueve infanticidios en Sonora

Por Rigo Gutiérrez E./

Casi era media noche del domingo, José Pérez entró a prisa a una clínica de Hermosillo cargando en brazos a su hijo de dos meses. Los médicos advirtieron la ausencia de signos vitales en el paciente. Los ojos del bebé se habían cerrado horas antes al recibir un violento impacto en su cabeza.

Pérez Paz, de 26 años y con largo historial delictivo, explicó a la Policía que dejó a su bebé dormido mientras se bañaba. Al salir, no vio respuesta en el menor y lo sacudió para reanimarlo. En algún momento cayó de la cama, argumentó.

El presunto agresor pasaba un momento de euforia o un ataque de ansiedad, efecto de la metanfetamina, sustancia encontrada en el examen toxicológico practicado por la Policía Estatal Investigadora.

Se trata del noveno infanticidio que registra en Sonora. La novena vida marchita a manos de un familiar.

Miguel Ángel Encinas
Miguel Ángel Encinas, Subprocurador de la Defensa del Menor en Hermosillo.

Para Miguel Ángel Encinas, Subprocurador de la Defensa del Menor en Hermosillo, los infanticidios al igual que la violencia en las familias tiene raíces multifactoriales. La conformación familiar. Los nulos canales de comunicación. Además de la pérdida del compromiso moral y legal para padres.

Para que nos ponga en perspectiva sobre la violencia intrafamiliar en Hermosillo, según sus informes ¿cuál es la evaluación que tiene la autoridad municipal de la problemática?

Nosotros como DIF municipal contamos con la responsabilidad de atender la ciudad de Hermosillo y sus comisarías, comunidades y delegaciones. Para ello contamos con esta unidad la Subprocuraduría de la Defensa del Menor y la Familia y aparte contamos con otra unidad en Poblado Miguel Alemán. Son dos unidades que se encargan de atender de manera estrategia asuntos como violencia intrafamiliar y conflictos, a pesar de que no lleguen a ser problema de violencia.

Además contamos con un Centro de Apoyo Psicológico Familiar en la Colonia Olivares; ahí damos tratamiento e impartimos talleres a los pacientes que recibimos.

La función de nosotros es atender el problema de fondo para dar seguimiento idóneo para resolver, pensaríamos que una sanción penal puede ser una solución del problema pero no, no es el objetivo principal. Primero tratamos ―si se puede― buscar una solución, si no, tomamos las medidas cautelares, dando aviso al Ministerio Público dependiendo de la gravedad del asunto.

En el 2012 en lo que respecta a DIF Hermosillo, específicamente de violencia intrafamiliar, se recibieron 791 denuncias sobre situaciones de maltrato. De los cuales el 56 por ciento corresponde a la ciudad de Hermosillo y el 44 por ciento al Poblado Miguel Alemán, corroborando el semáforo delictivo de la Secretaría de Seguridad Pública, que establece siempre al Poblado como foco rojo en delitos sicosociales.

Para entender el alcance de este tipo de violencia, ¿cuáles son las clasificaciones que hay y en qué momento interviene el DIF Municipal?

Antes que nada, como se trata de una conducta que pude ser tipificada como delito, nos enfocamos inicialmente a lo que establece el Código Penal: violencia intrafamiliar es cualquier acción u omisión que va dirigida a dominar, someter, agredir, física, sicológica, verbal, patrimonial o sexualmente a una persona integrante de una familia. Esos son los tipos de violencia que se atienden ante un Ministerio Público.

Pero entendiendo que la problemática puede ser más amplia, nos damos a la tarea de trabajar más integralmente y contemplamos algunos tipos de violencia como negligencia, omisión de cuidado y abandono.

Una omisión de cuidado, por ejemplo, puede ir desde no darle de comida a un hijo hasta no llevarlo a la escuela, si bien eso pareciera no ser un delito (no lo es), nosotros lo vemos como un ilícito que va enfocado a una desatención al menor.

***Más en edición impresa de Semanario “Primera Plana”.

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