La pregunta importantes es ¿Por qué el ataque en Kursk?

Libran una guerra en gran escala, en territorio ruso, y miles de ucranianos ven que movilizarse ahora para devolver la invasión, resulta irresistible… Y los han enviado a resolver la guerra de una vez
Por Manuel Gutiérrez
Lo que vale la pena no es solamente repetir los datos reconocidos, sino analizar más profundamente el porqué, las cosas suceden en la guerra de invasión de Rusia a Ucrania y ahora en su ataque profundo en Kursk. ¿Por qué?
La realidad es que la famosa gran ofensiva de Kyiv, no logró llamar la atención mundial, tampoco logró objetivos vitales en su esfuerzo. Recuperaron terreno, que terminaron cediendo en su repliegue, ordenado, pero repliegue al fin.
Cuando parecían agotados, sin capacidad de hacer otra cosa que sostenerse en la gradual caída de Donestk, vino esta ofensiva relámpago, con objetivos muy claros, en lo estratégico, al margen de que permanezcan como dueños o no del terreno.
Ciertamente sorprendieron y ganaron los titulares. Los analistas de CNN como Nick Patton, el 8 de agosto, son lo que guían este condensado que explica lo que pretenden ganar o lo que pueden perder, porque es una apuesta muy alta, riesgosa y va a incidir en el futuro de la guerra.
Hasta ahora, la Inteligencia de Ucrania se había limitado a apoyar grupos de voluntarios, o la Legión San Miguel, de rusos disidentes que tomaron las armas contra Putin, con operaciones en la frontera e incursiones más o menos exitosas pero pequeñas.
Pero el cambio con la gran ofensiva de verano otoño del año pasado, es que está fue inesperada, buscó el punto débil del frente. Lo encontraron. Pero esta vez no fue apoyar a los disidentes, sino que emplearon el 22 Regimiento de Blindados y Tropas de Asalto, oficiales de Ucrania, que en número no oficial superan los 5 mil combatientes dentro de Rusia.
Rusia informa que la ofensiva se detuvo, pero miente. Las evidencias y la información mundial reitera que el asunto llevado ya a diez días de combate, se ha vuelto un choque complejo, pese a que Rusia movió a sus terroristas mercenarios Wagner, así como artillería, bombarderos, y blindados con urgencia.
Putin no ha señalado que la emergencia termine, y el número de evacuados en las nuevas zonas de combate llegan ya a 84 mil refugiados. Rusia vive ahora la pesadilla que Ucrania ha soportado durante sus avances alternativos, todo un problema logístico, humanitario y un desajuste de la imperturbable solidez del poder de Putin.
El cambio sorprendió totalmente. La estrategia de Ucrania era mesurada, conservadora, lenta y hasta predecible. Tras de semanas de sufrir el desgaste y la lenta penetración de los zaristas, el golpe actual, fue una noticia que acaparó titulares en el mundo, y aceleró más ayuda de los Estados Unidos y de los aliados, asombrados que ven una posibilidad a corto o mediano plazo de resolver con una negociación victoriosa.
Este ataque, puede ser lo que advirtió el nuevo ministro de guerra, Andrei Belousov, en su intento de llamada telefónica para pedir al Pentágono, que hiciera desistir a Ucrania de intentarlo. Pero pasó por encima de Sergi Shoigu, está por encima como secretario de guerra, y en tercer término Valery Guerasimov, es el hombre que pretende resolver esta crisis como comandante en el frente. Incluso tomó prerrogativas de Putin… muy riesgoso.
Tras semanas de sufrir bombardeos en infraestructura y ciudades, Ucrania no presentaba una solución militar más efectiva. De hecho, Putin advirtió que les lloverán más misiles en zonas urbanas de ciudades y en su sistema eléctrico, como represalia. El avance lento pero estable en zonas de Pokrovk y Sloviank, de pronto cambió con la urgencia, de que la casa propia estaba siendo apedreada.
Mientras Putin hablaba de “gran provocación” la jugada de Ucrania, esto asustó a los analistas de este país por la audacia. Sin duda la idea es lograr afectar la salida de gas de Rusia, lo que no se ha logrado hasta hoy y que justificaría el riesgo y costo, cuando no va vayan por más.
Todo se explica por la presencia del nuevo jefe, Oleksandr Syrskyi, en las fuerzas de Ucrania que dio ese paso. Incluso algunos critican la disposición de sacrificar bajas en las batallas de desgaste, para lograr objetivos, en cierta forma, Ucrania entró a hacer la guerra al estilo ruso, con grandes movimientos de blindados, grandes extensiones tomadas de 400 kilómetros cuadrados, en tanto que la idea de la astucia y dar las batallas a conveniencia, habían imperado en Ucrania.
Ucrania había optado por usar las nuevas armas de los aliados contra bases aéreas, navales, terminales energéticas, para desmantelar la economía de la invasión. Pero ahora toma la iniciativa en el terreno ruso, con el problema logístico mayor y se expone a lograr objetivos más difíciles.
Al parecer, la munición está siendo subsanada en Ucrania, que no sufre escases, sobre todo en terreno enemigo, sería absurdo invadir sin municiones.
A la par parece que plantea una guerra más ambiciosa mostrando capacidad de uso de los misiles de más alcance, y plantea un reto al dominio aéreo que ha ejercido Rusia, siempre con los nuevos F-16 y nuevos aparatos checos, y lo soviético, que es operable.
La posibilidad de que el ataque sea un jaque que obligue a la negociación y a resolver en pláticas terreno por terreno y en condiciones de igualdad, entre los contendientes, hace interesante este esfuerzo porque esto ya se fue muy lejos para ambos.
La duda se aplica a ambos lados. Rusia pierde muchos efectivos en sus avances de cientos de metros, y su capacidad de desgaste, y movilización se pone a prueba en ataques de mayor alcance, porque no hay mucho que hacer si sale Ucrania avante de Kursk, pondrá un asedio más cerca de Moscú, lo que creará un problema político.
A la par, Ucrania presiona navalmente en el Mar Negro, en Crimea, y con operaciones anfibias refuerzan una ambiciosa manera de hacer la guerra, que sin duda, deben resolver antes de Trump y antes de que sea tan costosa para ambas partes, que colapsen.
Lo dicho, por ello los antiguos romanos hablaban de que si quieres la paz, llévale la guerra a Cartago por Sagunto, la segunda guerra púnica.
Mientras Cartago invadía Roma, con Aníbal Barca, cruzando los Alpes, Roma planteaba en regreso la destrucción de esa población fenicia rival idea de Escipión, claro con la batalla de Zama, pendiente y la previa de Cannas, una debacle de Roma que pudo perder, pero ganó. En su momento, fue una gran duda y nada claro para nadie.
Esto es lo que ha hecho Ucrania, no es nuevo, pero la decisión de arriesgar hace evidente que la solución debe forzarse de alguna manera, ganar en el frente, da mejores argumentos de negociación, puede abrir la puerta la paz en alerta o un cese al fuego supervisado por potencias neutrales en equidad y buscar justicia para los crímenes de guerra…esto es lo más difícil.
Porque de otra manera, para Ucrania sería pírrico, haberse defendido de Rusia y perder territorios y vidas civiles, en tanto para Rusia, haber invadido y perdido la guerra en el contra ataque que le devolvió el daño. También ya es algo pírrico.
Ya tiene bajas de casi 600 mil hombres, en otro tipo de país no totalitario, con eso ya hubiera ocurrido una crisis de gobierno, aunque ya hubo una purga militar. Zelensky se juega también su futuro en esa ofensiva.
Esto es lo que lleva 10 días de suspenso y choque, sin que se aclare nada, en tanto los avances y las movilizaciones siguen, porque el frente está consumiendo con exceso, todo lo que tienen ambos y usos nuevos de tanques y drones.
Ahora, libran una guerra en gran escala, en territorio ruso, y miles de ucranianos ven que movilizarse ahora para devolver la invasión, resulta irresistible. Y los han enviado a resolver la guerra de una vez.
Los rusos ahora ven desmoronarse la propaganda triunfal, y que van a necesitar más sangre y perder patrimonios, ante lo que se convierte en un ataque determinante, si logran afianzarlo y no detenerse en su avance, Ucrania hizo que la apuesta llegara a un punto muy alto.
Punto de quiebre, sin duda, a verse en pocos días. La otra es que Ucrania salga como entró, dejando una estela de destrucción, pero debe tocar el gas, objetivo esencial, destruirlo. O poner a prueba la verdad del poder de militar de Putin, asegurándose un buen colchón de recuperación.
Y tiene el otoño cerca el tiempo y clima ameritan resoluciones apresuradas.
Este tipo de incursión profunda, también figura en las academias militares, “Delenda est Cartago” decía el belicoso orador y tribuno Cicerón, nada pacifista, más si tienen éxito y esto fue en lo hoy es España…y hablar de paz era mortal en Roma.
El problema es lo extenso del frente, de la frontera y del territorio en guerra, olvidaron Kursk, pero los defensores, no y ahí todo cambió.
Pero todo está en el aire y en que los aliados no dejen solos con las provisiones y armas, al esfuerzo que está haciendo Ucrania, sin duda, era impensable durante 3 años de guerra.
Ahora, está sucediendo, y están mostrando capacidad en el juego de la guerra, que Zelensky deseaba devolver al territorio ruso, lo que no exime de riesgos, a nadie, es un momento de grandes decisiones esta vez, Putin no dormirá continuamente de noche. Nunca lo hubiera creído cuando ordenó la operación Z, pero así son las guerras.