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Las deudas ahogan a trabajadores; entrevista con Héctor Robles, dirigente de CTM Hermosillo

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El líder sindical sostiene que de acuerdo a estudios, por el incremento en canasta básica, el salario mínimo debería ser de 300 pesos diarios en lugar de 80

Por Rigo Gutiérrez E.

El llamado paraíso de la mano de obra barata, pero bien calificada, poco a poco comienza a desdibujarse. Entre la espiral de deudas y la pesada carga impositiva del gobierno federal, la clase obrera local hunde sus pasos sobre arena movediza. Cada año el Día del Trabajo nos refresca la memoria de lo lejos de alcanzar un salario digno, pero lo cercano a Estados Unidos.

En entrevista para Primera Plana, Héctor Robles, dirigente local de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), brinda un panorama de cómo está la fuerza laboral y sus principales preocupaciones.

De entrada, el dirigente sindical nos pone en contexto y señala que bajo esa central obrera convergen 92 sindicatos. Es decir, si en la ciudad se estima existen alrededor de 2,500 empresas con más de 50 trabajadores, el 65% tienen contratos colectivos con CTM. Representan al 70% de la mano de obra. Conocen dónde y qué le duele al trabajador, además de realizar periódicos estudios económicos.

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Recientemente, platica, crearon un Observatorio para estudiar el impacto de la alza de precios de la canasta básica. Le dieron seguimiento de noviembre de 2016 a enero, en los cinco principales mercados. El resultado: un incremento de 24%.

Ese análisis fue clave durante las revisiones salariales entre el “bloque” de sindicatos de la industria y los empresarios. En promedio lograron aumentos de 7.5%.

“Hoy podemos decir que rompimos un tabú porque de cinco años atrás no pasábamos del 5% de aumento —asegura—. Hubo empresarios que se resistieron, pero hubo quienes hicieron un esfuerzo y se logró un 8.5% directo al salario”.

¿Cómo calificaría este periodo de revisiones contractuales?

Lo califico de muy positivo pero estamos muy por debajo del costo de la vida de los trabajadores. Me refiero a elementos como el consumo de la canasta básica y los servicios (agua, electricidad, gas).

Todavía nos falta mucho para tener un salario de acuerdo como lo establece la constitución política, que sea suficiente para satisfacer necesidades de un padre de familia a sus hijos, que dé para alimentación, para vestido, salud y recreación.

Creemos que nuestra lucha deberá ir de manera gradual, ahora estamos montados en nuestro promedio que es 7.5%, el próximo año de ahí en adelante deberán ser los incrementos para ir haciendo más corta la brecha entre el salario y el poder adquisitivo de los trabajadores.

En la conmemoración del Día del Trabajo en esta capital, vimos dos panoramas distintos. Por un lado, un sector reunido con la Gobernadora, la CTM; y por otro, trabajadores con proclamas desde la calle. Para algunos esto fue como marcar niveles entre los trabajadores ¿Cuál considera que debe ser el mensaje?

Quiero dejar en claro que irnos a conmemorar el aniversario del Primero de Mayo, en ningún momento el formato nos va quitar la vista del objetivo que queremos como organización. Y nuestra participación con el Consejo Sindical Permanente se mantiene firme y apoyando a las 42 organizaciones que constituyen este Consejo.

Tiene que ver con varios elementos el decidir que no vamos a marchar en las calles, sin embargo nuestra solidaridad para los compañeros que sí hicieron la clásica marcha del Primero de Mayo.

Nosotros lo hicimos por las siguientes razones: siempre el contingente de CTM desfilaba hasta el final, eso nos generó situaciones como desmayos o situaciones incómodas y no es tanto por el clima, es por el tiempo que se quedaban esperando y aunado al clima nos generaba molestia, al punto que año con año la gente estaba dejando de ir.

Esas fueron los elementos que nos dieron la razón para decir vámonos a una concentración en donde no dejemos a un lado las demandas fundamentales de los trabajadores como el Infonavit, Seguro Social, Fonacot y Justicia Laboral.

¿Más allá de las situaciones de logística, no hubo alguna condición política en esta decisión?

Hay quienes la quieren ver así, para nosotros fue muy claro, no fue un paseo. Creo que las demandas al programa de Infonavit fueron muy puntuales en cuanto a qué opinamos los trabajadores en relación a los proyectos de desarrollo de vivienda, que no estamos de acuerdo cómo los están financiando, cuando deben ser dinero del fondo de ahorro de las cuotas obrero-patronales.

Si bien es cierto que el Seguro Social ha avanzado, todavía tiene mucho que hacer.

También críticas al Fonacot, que registra intereses de casi hasta el triple que la banca.

Y el severo endeudamiento que tiene la gente por los bajos salarios, fue lo que nos motivó para hacer este encuentro para alzar la voz y decirle al gobierno federal que sus políticas de recaudación de impuestos son desmesuradas.

Los trabajadores ya no soportan el bajo salario, que desde hace más de 30 años sigue anclado, no permiten que el incremento sea más del 4%. Y los impuestos que les retienen a los trabajadores son hasta dobles. Es una carga impositiva muy pesada que de por sí los salarios precarios no nos dan y entonces qué tenemos: trabajadores sin capacidad de ahorro, endeudados, y que por esas deudas los van ahogando, hasta buscar una salida como puede ser las drogas o caigan en depresión y lleguen hasta el suicidio.

El año pasado se generó todo un debate sobre el salario mínimo y la posibilidad de establecerse en 100 pesos… En estos momentos las expectativas de la inflación para cierre de año según Banco de México alcanzaría alrededor de 5.5%, ¿Cuál consideran la cifra ideal para el salario mínimo y regresar este tema al debate?

Cuando recién entró Enrique Peña Nieto llamó a un “Pacto por México”, los partidos políticos empezaron a tomar las banderas para incrementar el salario. El PAN dijo que 10 mil mensuales, el PRD que 8 mil, y ahí empezaron a jugar con las banderas.

Hay estudios que tiene Coneval que han determinado, según los productos que consumen los trabajadores, que el salario mínimo debería ser de 300 pesos diarios en lugar de 80. Esto para que realmente pueda comparar la canasta básica y pagar los servicios.

Aquí en Sonora afortunadamente los sindicatos han venido abatiendo los salarios mínimos. Nuestros salarios son contractuales, esto es en base en los procesos de producción, es decir los niveles.

Por ejemplo, en el área de manufactura los primeros tres meses su salario ronda los 110 y 120 pesos; después de los tres meses suben de 120 pesos; después de los seis meses perciben hasta 160 pesos; después de los nueve meses ya andan entre los 190 hasta 200 pesos. De ahí en adelante pueden andar hasta los 300 y 350 pesos que es el nivel máximo.

Ahorita los precios han seguido incrementando, más regulados, más presionados pero el costo de la canasta básica sigue subiendo.

Con la llegada de Donald Trump como presidente de Estados Unidos y el anuncio de medidas proteccionistas ¿qué efectos han visto en cuanto a la estabilidad de empleos, sobre todo en el sector manufacturero?

Es lamentable que lo diga, pero una de las razones por las que las empresas no se van a ir, es porque tenemos dos elementos fundamentales: los bajos salarios  y la mano de obra calificada que tenemos en Sonora.

Cuando Trump amenazó con subir aranceles a las empresas que se quedaran en México, Ford dijo ‘yo estaba construyendo una planta en San Luis, la dejo de construir pero en Sonora sigo produciendo el Focus’. Me queda claro que las decisiones de producción las van a tomar los empresarios y las amenazas políticas no son muchas veces los intereses del empresariado.

Aunque en su momento entre los trabajadores hubo una inquietud, ahora ya superamos el fenómeno de esa amenaza, no pasó nada y aquí siguen. Y una de las cosas que no van a ser competitivas las empresas de aquel lado es, algo que uno lamenta decirlo, pero los salarios que tenemos aquí es la primer garantía de que no se van a ir.