‘Ley Antialcohol’, a la controversia
Por Feliciano J. Espriella/
Aunque se pretendía bajar los accidentes automovilísticos una vez reformada la Ley de Tránsito, la estrategia continúa sin dar resultados; los restauranteros cuestionan las bases del cálculo del límite de alcoholemia en Sonora
Tres muertos en accidentes de tránsito en la ciudad de Hermosillo al iniciar el año, son prueba contundente de que fue erróneo el supuesto esgrimido por la diputada Perla Zuzuki Aguilar para impulsar la aprobación de la nueva Ley de Tránsito que entró en vigor a partir del 01 de enero de 2014. “Buscamos ―dijo en su oportunidad― reducir los accidentes fatales”. Los hechos demuestran que estaba equivocada.
Entre las leyes que aprobó el año pasado el Congreso Local, una de las más controversiales fue la llamada “Ley Perla Zuzuki”. La legisladora se la sacó de repente de la manga en lo más parecido que hay a un “madruguete”, sin el más elemental análisis o estudio que la respaldara.
Ignoraron olímpicamente los propietarios de centros nocturnos y restaurantes, quienes se consideran directamente afectados por esta Ley. El C.P Ernesto A. Martínez Nieves, presidente de Canirac Hermosillo nos comentó:
“En ninguna ocasión nadie nos mencionó nada de lo que estaba pasando en esta iniciativa. Nos enteramos porque los medios nos entrevistaron en una reunión en Los Lagos, nos preguntaron que si nos afectaba que bajaran los grados de alcohol, la respuesta inmediata fue que sí”.
El aspecto más álgido es el relativo a la disposición de los límites de alcohol permitido a los conductores, previsto en el Art. 81, que dice lo siguiente:
“… Se considera que una persona se encuentra limitada en su capacidad para conducir un vehículo, cuando tenga 0.40 de gramos de alcohol/litros de contenido alcohólico en su sangre o 0.040 gramos de alcohol/210 litros de aire espirado”. El límite anterior era del doble, 0.080 gramos de alcohol.
Chango ve, chango hace
Basando el proyecto de Ley de manera mimética, Zuzuki Aguilar, tal vez admiradora del famoso “torito” del Distrito Federal, simple y sencillamente quiso fusilarse lo que establece el reglamento en aquella ciudad.

Tal vez debido a la ignorancia de la diputada en asuntos de alcoholemia, que parece que es generalizada en todos los legisladores, pensaron que estaban homologando la nueva Ley a la del DF. Sin embargo, la realidad es que la pusieron a la mitad de la que opera en aquella ciudad.
Lo confirma el secretario de Salud, Bernardo Campillo García. En oficio dirigido al presidente de Canirac, de fecha 14 de enero pasado, en respuesta a la pregunta ¿Cuáles estados tienen menor límite de alcoholemia que Sonora y qué unidad de medida utilizan?, textualmente respondió:
“Los equipos para la medición de concentración de alcohol en la sangre mediante el método de aire espirado que operan en el Distrito Federal, utilizan como unidad de medida ‘miligramos de alcohol en un litro aire espirado’, considerando a una persona incapacitada para conducir, alcanzar un valor de 0.4000.

“El límite aplicado en el Distrito Federal es de 0.4000 mg / Litro de aire espirado, equivalente a 0.0839 g / 210 Litros de aire espirado, que es la unidad de medida del estado de Sonora, por lo que actualmente el Distrito Federal permite el doble que el Estado de Sonora”
Los legisladores sonorense encabezados por Perla Zuzuki no tomaron en consideración que en los cálculos entre una y otra entidad para determinar la medición de concentración de alcohol en la sangre, tomaban bases diferentes. No, ellos simple y sencillamente tomaron los números absolutos y los aplicaron en Sonora.
Sintetizando: la base para el cálculo en el DF es un miligramo de alcohol en un litro de aire aspirado, y aquí en Sonora, es un gramo de alcohol en 210 litros de aire espirado.
¿Concertacesión?
La iniciativa en su primera presentación al Pleno fue literalmente vapuleada por los diputados de oposición. En la segunda se aprobó por unanimidad. De hecho, los dirigentes de la Canirac se entrevistaron con diputados de la fracción priista, quienes les mostraron simpatía y comprendiendo el riesgo de dañar a la industria restaurantera, ofrecieron apoyarlos. A la hora de la verdad lo olvidaron

El periodista Jesús Olivas Figueroa, en su columna Contra Peso, en una publicación que tituló ‘La ley «Perla Zuzuki», desfasada’, refiere las irregularidades que se dieron para su promulgación. Transcribimos un párrafo:
“…en su segundo intento, como por arte de magia logró la votación requerida para hacer de su iniciativa una ley que pasaría prácticamente fast track, envuelta en una serie de sospechas que dejaban mal parados a la mayoría de los diputados priistas, debido a que el sospechosismo, llevaba implícito una dosis de negociaciones que beneficiarían a los rojos en la redacción del prepuesto por aprobar”.
A la luz de los acontecimientos, la Ley evidentemente no está cumpliendo con el principal de sus supuestos: la reducción de accidentes. Está generando en cambio abusos de las corporaciones policiacas y, más lamentable aún, ha puesto en jaque una actividad que genera 30 mil empleos permanentes en la entidad. Ya ha habido cierre de establecimientos y despidos de personal. Esto lo abordaremos en nuestra próxima edición.