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Lo oscuro del pacto migratorio de la ONU

Supone un grave ataque a la integridad de los países que se unen al mismo y todo un agente desestabilizador que terminará creando graves conflictos de identidad entre los ciudadanos

Por Dr. Jorge Ballesteros

El 10 de diciembre de este año tuvo lugar en Marrakech, Marruecos, la firma del pacto migratorio de la ONU, el cual viene siendo redactado desde el 2016 y que sin embargo casi nunca es nombrado por los medios de comunicación oficial mundiales, pues este pacto significara el cambio total de las sociedades europeas, así como ahora las hemos conocido. Pues según pronósticos se espera que a través de este pacto emigren al continente europeo entren 200 y 300 millones de africanos.

El Pacto Global para la Migración no significa otra cosa que la sustitución de la actual población europea por inmigrantes provenientes en mayor parte de África.

165 Estados de los 193 que integran Naciones Unidas firmaron en Marraquech el primer acuerdo sobre movilidad internacional de personas.

El pacto se dirige a regular la migración de todo el mundo, es decir a todo país perteneciente a la ONU que haya dado su venia y consentimiento a través de la firma del mismo. 

Para explicar mejor su finalidad, diremos por ejemplo que por este pacto, millones de centroamericanos no solo tendrán el derecho de ingresar a los EE.UU. y disfrutar todos los beneficios sociales que este ofrece, sino que también tendrán el mismo derecho a ingresar a cualquier país de Sudamérica o Asia que haya firmado el pacto y disfrutar de los beneficios ya mencionados, sin que el país receptor tenga el menor derecho a protesta o a decidir cuándo y cuánta migración es suficiente para no desequilibrar su economía y paz social.

Se quiere hacer del derecho a migrar, un derecho universal, es decir un derecho de establecimiento mundial; equiparando para esto los estándares de vida de todo lugar, lo cual provocará a que si por ejemplo un ciudadano somalí, congolés o tunecino, migra a Ecuador, Chile o Argentina y se reporta en la oficina de migración, ahí como nuevo poblador migrante, el estado de Ecuador, Chile o Argentina, deberá financiar y subvencionar todos los gastos que el nuevo migrante requiera como nuevo habitante del país por el escogido con estándares europeos, por supuesto es decir habitación, vivienda, seguridad social y salud y dinero para gastos personales.

Y en caso de existir estos estándares, el país receptor deberá de crearlos y ponerlos solo a disposición exclusiva de los migrantes.

Se pretendía que este pacto fuera firmado por más de 190 países miembros de la ONU, el cual al parecer sería sin carácter vinculante, aunque en su contenido se estipula la obligación de todos los países firmantes con el pacto, así como el hecho de que el supuesto pacto no vinculante se refiere y ataña a derechos y tratados internacionales que sí son vinculantes. Ese es el sucio ardid que al ONU utiliza para timar a la opinión pública.

Los principales puntos de este pacto son los siguientes:

1.- A través de este pacto se institucionalizará la emigración de manera permanente como un derecho fundamental del ciudadano y derecho de gentes sin posibilidad de ser derogado.

2.- Los términos migrantes legal e ilegal, se cambiarán por migrante regular e irregular.

3.- Equiparar independientemente el estatus legal que esto signifique la denominación de refugiado emigrante, así migrantes económicos serían tratados como refugiados, esto significaría en la práctica que incluso migrantes ilegales no podrían ser deportados a sus respectivos países, en ese sentido cualquier ilegal que atraviese la frontera de cualquier país no será criminalizado.

4.- El migrante tiene el derecho, según su voluntad y deseo a emigrar y exigir como lugar de residencia el lugar de su preferencia y que mejor le acomode.

5.- El país receptor del migrante, se obliga a cubrir todos los costos que la nueva situación del migrante acarree, es decir vivienda, vestido, alimentación, seguridad social, salud y demás que sean necesarios para su bienestar.

6.- Los medios de comunicación se obligan a presentar la imagen del migrante de manera positiva, cualquier crítica acaecida  contra este pacto o política migratoria, será a partir de entonces penalmente sancionada y prohibida. Al mismo tiempo que se le quitará, de ser el caso, cualquier pensión económica que haya estado recibiendo. (Se suprime la libertad de expresión).

La firma de este pacto no significará otra cosa, sino la renuncia a la soberanía del país firmante, pues luego del cual, el país firmante no tendrá potestad para definir y regular el contingente migratorio que se le designe. Preguntas como ¿Cuántos migrantes vienen o dónde se les establece y domicilia? Será jurisdicción y dominio único y exclusivo de la ONU. (Un esbozo de gobierno mundial que quiere establecer el NOM)

Supone un grave ataque a la integridad de los países que se unen al mismo y todo un agente desestabilizador que terminará creando graves conflictos de identidad entre los ciudadanos.

Luego de la firma de este pacto en Marruecos, la migración global pasa a manos de la ONU, que no es otra cosa más que un hacinamiento de políticos de izquierda y progresistas globalistas, que junto a George Soros, buscan exterminar cualquier remanente de estado constitucional y causar caos colando a culturas totalmente dispares en un mismo lugar y de este modo eliminar cualquier identificación con alguna nacionalidad.

Nuevamente las élites globalistas nos quieren dominar y generarán una nueva crisis económica a nivel mundial. Podemos decir que atrás de todo esto está George Soros y sus patrones, los Rothschild y los Rockefeller, que son los que dominan en la ONU, que se ha convertido en un instrumento del Nuevo Orden Mundial.

El pacto fue diseñado por los multimillonarios banqueros judíos para crear un flujo interminable de recursos humanos al servicio de sus planes para el expansionismo global a expensas del estado y la soberanía nacional.

El pacto es antidemocrático, en el sentido de que el representante de cada país asume el poder de decidir sin ningún mandato democrático o consulta con los ciudadanos de aquellos países que apoyarán la pérdida de soberanía e identidad a través del aumento de los flujos migratorios.

El pacto tiene un enfoque totalitario de cualquier oposición a él, alentando a la nación a crear leyes contra el derecho fundamental de la libertad de expresión.

Por un tuit de Marcelo Ebrard nos enteramos que México también firmará el pacto mundial migratorio. Por ser EE.UU. el objetivo, las fronteras mexicanas sufrirán el  impacto. Debemos prepararnos para asimilar emigración masiva de El Salvador, Nicaragua, Honduras y Guatemala.

Cederá el derecho a la ONU, es decir que México estará obligado a dar programas de reasentamientos. Esto incluye terrenos, casas, servicios de seguridad social, infonavit, desempleo (e incluso ya se les está pagando), por si fuera poco aparte de recibirlos se deberá ayudar económicamente a sus países de origen.

La realidad de este pacto es que legitimará y alentará la inmigración económica ilegal masiva, que se agregaría a los cientos de millones de inmigrantes ilegales que existen en el mundo y sería equivalente a un «pacto de fronteras abiertas».

Además, el pacto también va a alentar a las naciones a abrir sus sistemas de bienestar. Esto haría que los ingresos fiscales de la salud, educación, e infraestructuras entre otras cosas se desviarán para pagar el «bienestar» de los inmigrantes ilegales. Una crisis económica más para México, sumada a las últimas torpezas de López Obrador en este rubro.

Algunos países no están de acuerdo con firmar el Pacto y EE.UU. ha sido uno de los primeros dijo que no se iba acoger a este pacto de inmigración de la ONU y decía Donald Trump que no puede apoyar un proceso que podría socavar el derecho soberano de estados unidos a aplicar nuestras leyes sobre inmigración y asegurar nuestras fronteras

En estos momentos los países que no estarán presente en la cumbre que se celebrará los próximos 10 y 11 de diciembre son: EE.UU., Hungría, Austria, República Checa, Croacia, Bulgaria, Polonia, Israel, Australia, Eslovaquia,  Italia, chile, Italia, Suiza, República Dominicana y Brasil que abandonará el pacto cuando tome posesión Bolsonaro.

A pesar de no ser un pacto vinculante, la ONU insiste en la necesidad de la adhesión a dicho pacto, argumentando que “es coherente con los tratados de los derechos humanos y respeta plenamente la soberanía de los estados”. Sin embargo, los países que no quieren tener nada que ver discrepan fuertemente con el mismo y lo ven precisamente como un gran ataque a esa “soberanía de los estados”.

Este Pacto Global para la Migración no es nada nuevo, es algo que lleva gestándose durante años desde la ONU. Ya en el año 2000, la propia organización publicaba sus primeros documentos en esta línea. Bajo el título, Inmigración de Reemplazo (textualmente), hace 18 años la ONU publicaba un borrador con las principales intenciones que se ocultan detrás de estos objetivos. Curiosamente, a partir de ese año fue cuando se comenzaron a experimentar las primeras crisis migratorias en algunos países de la Europa Occidental.