
En la actualidad el estrés nos lleva a un límite emocional y mental que afecta nuestro estado de ánimo y por ende, la manera en que nos llevamos con los demás
Por Marina Brauer
Se considera que la medicina del futuro va estar orientada a normalizar a seres sanos, desajustados por el acoso diario de diferentes estresores que están sobre estimulados o bombardeados por la información visual, que encontrar una pausa para asimilar lo que estamos viviendo, suena como una tarea imposible.
El ser humano enfrenta una realidad muy distinta de las pasadas centurias, donde se producían masivas infecciones epidémicas que diezmaban a las poblaciones.
Resulta decisivo pensar que la salud dependerá de la sabiduría individual para responder y adaptarse a las exigencias de la modernidad. Pareciera así que las actuales enfermedades serán sobrepasadas.
El estrés psicológico aparece como algo frecuente que es captado por la sociedad como una enfermedad de la modernidad y no como mera respuesta fisiológica, comprendida esta enfermedad como males contrarios al bienestar.
¿Qué nos provoca estrés?
Primero vamos a ver la definición de “Estrés”: es el comportamiento heredado, defensivo y/o adaptativo, con activación específica neuro-endocrino-emocional ante un estímulo percibido como amenazante (estresor) para nuestra integridad o bienestar.
1.- Estresores físicos: condiciones que nos afectan primordialmente en nuestro cuerpo tales como los cambios extremos de temporada, la contaminación ambiental, un choque eléctrico o el ejercicio prolongado.
2.- Estresores psicológicos: aquellas amenazas que son atribuibles a la reacción interna de la persona, pensamientos sentimientos y preocupaciones acerca de amenazas percibidas.
3.- Estresores psicosociales: provienen de las relaciones sociales generalmente por aislamiento o excesivo contacto (como ocurre en condiciones de hacinamiento).
El estrés es el comportamiento heredado, defensivo y/o adaptativo, es un comportamiento grabado en nuestros genes que nos permite alertarnos del peligro y reaccionar en él y eso explicaría su aporte a la sobrevivencia.
En la actualidad el estrés nos lleva a un límite emocional y mental que afecta nuestro estado de ánimo y por ende, la manera en que nos llevamos con los demás. Es importante identificar el comportamiento que viene de un modo reactivo.
Parte de la solución es analizar que en la vida estamos haciendo mucho basando nuestro valor en la cantidad de cosas que hacemos, y que siempre estamos en alerta. Una cosa básica es preguntarnos “¿qué tan satisfecho estoy en mi vida en general con nuestras relaciones familiares, amigos, trabajo y con nuestro bienestar?
¿Cómo es tu relación con el celular?
El estrés digital nos genera sobre estimulación y la presión a la comparación. ¿De dónde surge esta necesidad de consumir y ser validado? Está relacionado con la herida de la infancia que es llamada el “estilo de defensa idealizado”. Se forma a la edad de 2 años y es la etapa en que la que estamos integrando ¿quién soy? Si en nuestra infancia no tuvimos papás que nos dieran dirección clara, no hay conexión con lo interno. De pronto nuestro sentido de ser se vuelve la comparación porque no hay un “yo” integrado y nos enfocamos en lo de afuera.
En la modernidad nos debemos preguntar ¿cómo puedo mejorar mi relación conmigo y mi celular sin caer en acciones radicales como borrar un mensaje o salirme de mis redes sociales por completo?
Preguntarnos ¿cómo me voy a sentir? Debo tomar la decisión de cuánto tiempo nos podemos permitir y ser firmes a nuestra promesa de no navegar sólo ese tiempo.
Es vital pensar qué medidas podemos tomar para ir haciendo cambios en nuestra rutina, qué es conveniente y que no para mantener una buena relación con nosotros mismos y con los demás y así evitar tener un enojo integrado que se va a convertir en una frustración.
Identifica qué te estresa
No debemos olvidar que existen situaciones estresantes a las que nos vemos enfrentados diariamente, pero que con frecuencia preferimos evitar. Puede ser el manejo del presupuesto familiar o la interacción que la pantalla se prenda por una notificación y automáticamente se genere ansiedad otro causal que no se pueden despegar del celular, o que tu red favorita termina siendo un recordatorio de las cosas que “deberías estar haciendo y te quedaste atrás”: eso se llama estrés digital y por consecuencia va alterar todo el sistema nervioso sin contar que en la modernidad el grueso de la población tiene una sobrecarga electromagnética que por consecuencia altera las horas de sueño, la convivencia familiar y las relaciones sociales porque cada una de las personas incluyendo los pequeños están integrados a los equipos y lo más deprimente es que se está perdiendo el contacto humano, por lo que debemos replantearnos qué carencias tenemos y realmente que deseo hacer para darnos la oportunidad de hacer algo al respecto para tener realmente lo que queremos.
Nuevos tipos de estrés
ESTRÉS EMOCIONAL: Algunos de los síntomas son ansiedad, miedo, irritación, confusión, dificultad para la concentración mientras tu mente se preocupa mucho por el futuro.
ESTRÉS FÍSICO: El estrés es un sentimiento de tensión física, es la manera en que el cuerpo reacciona a una demanda o desafío.
BURN OUT: Es un estado que comprende el agotamiento emocional, físico y mental causado por un estrés excesivo y prolongado, con el que encuentras dificultad en encontrar motivación para las tareas mínimas.
ESTRÉS POSITIVO: También conocido como eustrés, es el tipo de respuesta al estrés que sentimos cuando nos emocionas y nos invita a accionar.
En octubre del 2019 investigadores de Harvard Medical School publicaron un estudio sobre la correlación entre longevidad y las funciones cerebrales (así como la corteza cerebral), en que encontraron que demasiada actividad neuronal o excitación excesiva (que se traduce a lo que nuestras neuronas sufren cada vez que estamos dando scroll rápido, a un anuncio o video bombardeando la pantalla) se presenta como una contracción muscular o un cambio de humor.
Se reveló no sólo que la alteración de la actividad neuronal puede influir en la duración de la vida sino también en su fisiología, uniendo este hallazgo a una variedad de condiciones incluidas la epilepsia, Alzheimer y la demencia, sin importar la edad que tengas.
En resumen los expertos recomiendan el ejercicio, de acuerdo a múltiples estudios las personas físicamente activas tienen menos probabilidades de disminuir su función mental. El sueño es crucial porque ayuda a eliminar proteínas anormales en la salud del cerebro y mejora la memoria en general, por lo que es importante cumplir con las horas y así tener la interacción social evita la depresión y el estrés.