Más de 100 licencias con goce de sueldo en el sistema de salud
Por Imanol Caneyada/
Para cubrir los salarios de los trabajadores con licencia, los Servicios de Salud de Sonora han desviado fondos otorgados por el Gobierno federal y etiquetados exclusivamente para atención médica, según consta en una denuncia en Contraloría
El pasado lunes 6 de mayo, el gobernador Guillermo Padrés anunció un plan de austeridad con el que, entre otras cosas, transparentaría las finanzas del Gobierno del estado y erradicaría la corrupción.
No obstante, desde el 14 de diciembre de 2010 existe una denuncia en la Secretaría de la Contraloría del Estado de Sonora para que se investigue las más de cien licencias con goce de sueldo con cargo al Gobierno del estado, otorgadas ilegalmente desde 2008 para el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud (SNTSS) y el Sindicato Único de Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Sonora (SUTSPES).
Lo anterior, según consta en la Queja-Denuncia presentada ante la Contraloría por el Sindicato de Empleados de los Servicios de Salud de Sonora.
Dos años y cuatro meses después, no ha habido respuesta de las autoridades.
Los hechos expuestos en la denuncia son los siguientes:
En 1996, el Gobierno federal descentralizó los servicios de salud en todo el país; de resultas, se creaban los Servicios de Salud de Sonora.
De esta forma, el gobierno del estado asumía el compromiso de efectuar todas las acciones, gestiones y actos necesarios para que en las leyes o decretos de creación del organismo público descentralizado que se haría cargo de los servicios de salud en la entidad.
Desde el punto de vista gremial, antes de la creación de los Servicios de Salud de Sonora, los trabajadores estaban adscritos, bien al SUTSPES si dependían de la Secretaría de Salud sonorense, bien al SNTSS, si dependían del Gobierno federal.
En la denuncia interpuesta ante la Contraloría, los quejosos señalan que posteriormente a la creación de los Servicios de Salud de Sonora, organismo descentralizado, el SNTSS y el SUTSPES, errónea e ilegalmente, han continuado ostentándose como representantes de los trabajadores de la salud de los Servicios de Salud de Sonora, aunque no existe ningún contrato colectivo entre ambas organizaciones sindicales y el organismo descentralizado.
A decir de los denunciantes, hasta 2006, los Servicios de Salud de Sonora habían otorgado al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud 60 licencias sindicales con goce de sueldo.
En junio de 2008, el entonces secretario de Salud y presidente ejecutivo de los Servicios de Salud de Sonora, Raymundo López Vucovich, otorgó 100 licencias sindicales con goce de sueldo al SNTSS, con las que se vieron beneficiados el propio Vucovich, el secretario general del sindicato en Sonora, Mario Villalobos García, y el entonces coordinador general de administración de los Servicios de Salud de Sonora, Édgar Chávez Hernández.
Siempre según la denuncia, para cubrir los salarios de los trabajadores con licencia, los Servicios de Salud de Sonora han desviado fondos otorgados por el Gobierno federal y etiquetados exclusivamente para atención médica.
Posteriormente, el 01 de marzo de 2010, la subdirectora de Recursos Humanos del organismo descentralizado, Inés María Coronel Gándara, otorgó más licencias con goce de sueldo al SNTSS, aunque la denuncia no especifica cuántos.
Lo anterior forma parte de la batalla legal y pública que el Sindicato de de Empleados de los Servicios de Salud de Sonora, encabezado por el neurocirujano Carlos Manuel González Méndez, emprendió hace poco más de dos años, contra los Servicios de Salud de Sonora y la Secretaría de Salud.
Un estimado indica que, mensualmente, estas licencias con goce de sueldo podrían estar costándole al erario público alrededor de tres millones de pesos.
En el número anterior de Primera Plana, publicamos la denuncia del mismo sindicato, en el sentido de que el sistema de salud pública en Sonora estaba en quiebra; que las deudas del Hospital General y el Hospital Infantil superaban los 600 millones de pesos y que había pacientes que habían fallecido por falta de insumos, medicamentos e instalaciones adecuadas.
