
CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA.
Por ing. Marco Antonio Bernal Portillo
Se antoja escribir sobre este tema, emulando al gran Gabo, con motivo de la iniciativa enviada por el Ejecutivo Federal el pasado 5 de febrero del año en curso, donde se solicita al Congreso de la Unión, prohibir la Minería a Cielo Abierto, algo de los más absurdo, ilógico, e impensable para quienes estamos dedicados no solo a hacer crecer, sino implementar medidas cada vez más estrictas y acordes al cuidado del medio ambiente y del agua, cumpliendo con la más estricta normatividad existente aún perfectible, en el ámbito donde nos desarrollamos.
¿Cómo habríamos de ir en contra de ello?, afectando en menor medida a las comunidades donde contamos con la fuerza laboral necesaria evitando llevar personal de otros lugares.
Pues bien, la instrucción ya está en comisiones en la Cámara de Diputados donde fue aprobada, seguramente sin cambiar una coma a la petición presidencial, y como paso siguiente, su destino será el Senado de la República para hacer lo mismo que en la cámara baja, es decir, aprobar la iniciativa o más bien simplemente cumplir con una instrucción de otra instancia del poder público, del poder Ejecutivo.
Es increíble el desconocimiento en grado de ignorancia que manifiestan en el tema quién tuvo esa perversa idea, y de los legisladores que la aprueban, no midiendo las consecuencias que esta decisión conlleva al aprobar una propuesta como tal, más aún, dejarla a criterio del Ejecutivo Federal para definir quien sí o quien no podrá realizar esta actividad, dejando la puerta abierta para estimular la corrupción en una actividad que si bien es cierto se dan casos, pero es una gran verdad que la gran mayoría de las empresas mineras se manejan con altos estándares de confiabilidad e índices bajos de malos y turbios manejos en un tema que se supone debe cerrar puertas a ese mal y no exponer e incitar a caer en esa práctica irresponsable, madre de todos los males y vicios de nuestro país como lo es la corrupción.
Solamente como un dato, en otras oportunidades he tenido que describir cómo se llega a la decisión técnica-económica de operar a cielo abierto o de manera subterránea, explicada de una manera muy simplista, dependiendo del tipo de depósito mineral, si es en vetas seguramente será minado en forma subterránea, si es un depósito diseminado metálico ejemplo; oro o cobre, o no metálico como las calizas para la fabricación de cemento es decir de bajos valores en el caso de los metálicos pero en grandes volúmenes, indudablemente se decidirá ir por método de extracción a cielo abierto, porque los estudios de exploración y de factibilidad económica así lo definen, no es una decisión a gusto del cocinero del restaurante, y esa decisión se toma en base, si el proyecto estudiado es económicamente rentable por un método o por el otro, en el caso de las calizas, el sistema no puede ser de otra forma, más que a cielo abierto, pregunta ¿se dejará de extraer calizas y se parará la fabricación de cemento?
No encuentro una explicación más sencilla, pero, aun así, dudo que los legisladores alcancen a comprender y yendo más lejos valorar las graves consecuencias que esta decisión implica como veremos más delante.
Por otra parte, desconozco si las autoridades federales, las estatales (Gobernador del Estado), y Presidente Municipal respectivamente del estado de Sonora y la ciudad de Hermosillo bien llamada el corazón minero de México, han cuantificado la pérdida de empleos bien remunerados que habrán de retirarse en la entidad y esta ciudad, recibiendo además de las comunidades alejadas a los centros de población los empleos perdidos, los cuales irán acercándose en busca de trabajo, así como las fuentes de trabajo en áreas de proveeduría minera, hotelería, vivienda y una lista grande de negocios que se verán seriamente afectados por la falta de concurrencia de clientes a estos servicios, y no se diga las participaciones de contribución fiscal que dejarán de recibir el estado y municipios, situando a la entidad y por ende al país del cual el estado representa el 30% de valor y volumen de producción minera, en una desventaja respecto de otros países, sin captación de recursos de riesgo, con el lamentable resultado de tener que importar, insumos que genera la actividad extractiva principalmente con la extracción de minerales a cielo abierto y son base esencial de nuestro desarrollo.
Les dejo de tarea a las autoridades los números que indudablemente cada quien en su área de responsabilidad y competencia tienen presupuestado cada año.
Finalmente es duro lo que voy a decir,
“Cada actividad tiene el líder que merece”,
¿Qué significa esto?
Existe en la capital del país el sindicato empresarial llamado Cámara Minera de México (CAMIMEX), que agrupa a las principales (pero no todas), empresas mineras nacionales y una buena cantidad de empresas de capital extranjero que operan en el país, siendo esta reconocida como una organización sumamente importante, única, necesaria y definitoria del curso de la actividad minera nacional, organización que a mi juicio debería de asumir responsablemente el liderazgo nacional, es decir de todos, grandes, medianos, y pequeños de la actividad minera, petición que personalmente por diversos medios y hasta en forma personal he planteado desde hace más de treinta años sin éxito, considerando que es el sindicato empresarial más antiguo de la república y en todo este tiempo no ha logrado abrir una sucursal en ningún centro minero importante del país.
Ahora bien, el comunicado que emite CAMIMEX, respecto de la iniciativa de NO a la Minería a Cielo Abierto, resulta demasiado tibio, concentrándose sólo en cifras y números, más no en el verdadero espíritu y objetivos por los cuales la minería que generalmente se encuentra en lugares alejados de los centros de población, llevando capacitación, nuevas tecnologías, infraestructura caminera, electricidad, agua potable, salud, educación, vivienda, cultura ambiental y del trabajo, con sueldos más del 30% por arriba del promedio nacional que pagan otras industrias, con todo ello, además expectativas de progreso, mejor vida y bienestar para los pobladores de las comunidades cercanas, lo cual es verdaderamente parte de la vocación de la actividad minera, aunada por supuesto a la generación de riqueza en las regiones mineras, regiones que algunas resultan como polos de desarrollo para otras industrias, por lo que esta iniciativa afectará de una forma efectivamente dañina al desarrollo del país, por lo que CAMIMEX tiene una gran responsabilidad y una tarea muy importante que cumplir, tarea a la que nos unimos todos los que amamos y vivimos esta noble actividad.
*Foro Permanente en Defensa de la Minería
Miembro activo