
“Si no supiera que tengo algo muy importante que darle a la humanidad ya hubiera acabado con mi vida”.
—Ludwig Beethoven
Por Dora Sánchez Lucero
Esta semana festejamos otra vez a las mujeres con motivo de que el 8 de marzo, se celebró el Día Internacional de la Mujer. Aunque, la neta, no hay nada que festejar ni que celebrar al respecto, puesto que en este país, las mujeres desgraciadamente casi todas, somos un cero a la izquierda y nadie hace nada.
Da grima, da coraje, da vergüenza ante el mundo, que esto del maltrato a la mujer se empiece con las niñas. Las compran, las venden, las violan, las explotan, las matan y nadie hace nada mucho menos ahorita van a hacer nada, puesto que toda atención del país, está puesta en el circo de los políticos de todos los partidos que luchan a todo lo que da por estar en «la polla». Donde está el dinero de un pueblo, que cada día hace más ricos a los ricos y a los políticos.
Y para su mayor desgracia, también se olvida de las niñas que a diario perecen por maltrato de los adultos hombres y mujeres. No hace nada por las mujeres niñas. Por eso nos pasa lo que nos pasa.
Se ha dicho por ahí que todo tiempo pasado fue mejor y no es mentira. Y como nuestra edad es de adulta mayor, a la mejor les cause risa y crean que es mentira, pero era la época en que la Gustavo Adolfo Bécquer era el mejor poeta cuando yo era una niña de doce años, a quien le habían obsequiado rimas y leyendas de GAB.
Las niñas eran cuidadas, muy bien cuidadas por sus padres y hermanos mayores, a veces otros familiares estaban también al pendiente de los niños, incluso vecinos cuando veían a un niño o niña en peligro, se hacían cargo de que nada le pasara.
Eso ya no se estila. Es cursilería para los de hoy.
Me gustaría tanto que uno, uno sólo de los que hoy andan despezuñándose por lograr un hueso «en la fiesta del voto», ofreciera la mayor protección a las niñas mexicanas y también a los niños varones.
Duele tanto enterarse que otra vez han vendido, han violado y le han arrancado su vida a una niña.
En el Día Internacional de la Mujer: nada que festejar.
*