
Crisis migratoria “tocando” puertas de Sonora
Por Gerardo Moreno Valenzuela
Un grupo de expertos abordan desde distintos ángulos el fenómeno migratorio, los efectos sociales, su alcance y critican la estrategia del Gobierno Mexicano; coinciden que la familia migrante será la más afectada
Académicos, investigadores y representantes de organizaciones de defensa de los derechos de migrantes aseguraron que la llegada de Donald Trump al Gobierno de los Estados Unidos, sin duda, generará una nueva crisis migratoria mucho mayor a las antes vistas y que hace darnos cuenta que el gobierno de México y el de Sonora no están preparados, ni se han preocupado por estar listos ante este fenómeno que será mucho más crudo y cruel que antes.
Impulsados por el Seminario Niñez Migrantes y el Colegio de Sonora, el lunes 20 de enero, se realizó un foro de análisis sobre el discurso, y ahora las acciones, del nuevo presidente de los Estados Unidos Donald Trump, y el cómo debe actuar el gobierno mexicano y en Sonora.
Nueva crisis migratoria
Melissa Vértiz, representante del Grupo de Trabajo Sobre Política Migratoria, una red de sociedad civil que desde el 2010 acompaña al Poder Legislativo para la promoción y generación de marcos normativos para la protección de los derechos de personas en movilidad, aclaró que con el regreso de Donald Trump hay siete preocupaciones claras:
El regreso o la permanencia de políticas migratorias restrictivas con tintes completamente racistas, las políticas de dos géneros discriminatorias; el despliegue de tropas a la frontera sur; la persecución, criminalización y privación de libertad de personas migrantes a partir de las redadas; políticas de externalización de fronteras como el proyecto de quédate en México; un discurso basado en narrativas racistas y clasistas; y la vinculación entre migración y cuestiones de seguridad nacional con la visión que los migrantes son los enemigos de la nación.
“Qué esperamos del gobierno mexicano… lo primero es que esperaríamos que no cobije, ni desvíen, a las poblaciones, es decir, es importante seguir insistiendo el papel que tiene México como país de origen, tránsito, destino y retorno es fundamental que a partir de lo establece nuestra Constitución las autoridades a nivel federal, estatal y municipal, trabajen no solo en el ámbito migratorio y de asilo, sino de salud, de trabajo, de Educación, de justicia, pues cumplan con sus obligaciones constitucionales de respeto protección y garantía de derechos humanos”.
Resaltó que es importante que se fortalezca el sistema de asilo, el sistema de protección de niños, niños y adolescentes, pero no solo la gestión migratoria, sino también la atención integral, incluyendo el fortalecimiento de los sistemas de protección y sobre todo encaminar hacia una política de integración económica, laboral, social y política, entre otras cosas.
Un mayor nivel de crueldad
El doctor Israel Ibarra, del Colegio de la Frontera Norte y del Observatorio de política migratoria y Derechos Humanos, aclaró que el problema es que la crisis migratoria alcanzará un nuevo nivel de crueldad, pues se estima de 5 millones de menores viven en Estados Unidos con al menos uno de sus padres en situación irregular, ahora corren riesgo de ser deportados.
“La política de deportación se endurece, Donald Trump ha prometido al iniciar su segundo mandato una purga sin precedentes, la deportación de 11 millones de personas en situación irregular sin importar que sean padres o madres de ciudadanos estadounidenses, la primera consecuencia será devastadora familias desmembradas menores dejados atrás hogares de destruidos”.
Explicó que las deportaciones en México sin duda tendrán impacto en las familias y la dificultad de reintegrarse una vez que esta familia sea deportada, según datos de la encuesta nacional de la dinámica demográfica, el 28% de los deportados que están viviendo en la frontera norte viven solos, ese porcentaje es del doble de aquellos que regresaron voluntariamente.
“La frontera se ha convertido en un territorio de exiliados donde los deportados sobreviven sin redes de apoyo y sin familia y con lo que se ha anunciado este día esta situación se va a tornar todavía mayor en el resto del país. El panorama no es mejor. Sólo 43% de las personas deportadas logran mantener una familia nuclear”.
Aquí, dijo, el reto será trabajar en políticas y acciones para poder reintegrar a todas esas familias a una dinámica social, que para muchos, en especial para los niños, será muy diferente a lo que vivían y ahora deberán adaptarse y ahí las autoridades y la sociedad deben tener un papel primordial.
Quieren sellar la frontera
José Guadalupe Rodríguez, de la Universidad de Sonora, aclaró que con la llegada de Donald Trump también llega una ideología que se puede llamar “trumpismo”, que es una raza blanca, anglosajona y protestante, con una visión expansionista y conservadora.
“El trumpismo que está empujando una visión política neo imperialista y expansionista, cómo lo identificamos, pues la declaración de expandir territorialmente lo dijo y no es gratis que quiera cambiar al Golfo de México y bautizarlo con el Golfo de América por aquella vieja doctrina Monroe de América para Estados Unidos, aunque ellos dicen América para los americanos.
También encontramos un control del Canal de Panamá, y también escuchamos que Canadá tiene que aliarse con Estados Unidos y también comprar Groenlandia.
Entonces en su agenda se identifican un trinomio que es energía, fronteras y tecnología; en el primero es erradicar las energías verdes y producir más petróleos, buscará controlar las fronteras con el ejército, el declarar terroristas a los cárteles y con eso sellar las fronteras, y controlar el desarrollo tecnológico. Y por último, viene la política migratoria, donde buscan deportar a millones y millones de personas”.
Discurso de violencia y discriminación
Por su parte la doctora Mónica Toledo, del Colegio de Sonora, explicó que una de las preocupaciones es este mensaje de América para los americanos, donde busca una población homogénea que excluye a todos los demás, y las interacciones cara a cara que se tendrá con la población Latina, porque el discurso de Trump fomenta la violencia, discriminación y xenofobia, de manera cotidiana.
“En cuanto a la política migratoria es muy claro que fortalece la noción de la seguridad nacional y hay un discurso grave que nos alerta por supuesto, qué tiene que ver con la invasión no, hace una analogía entre invasión y migración, lo cual es sumamente peligroso, pero no solo se queda en el discurso”.
Aclaró que buscará promover la militarización, que tiene que ver con fortalecer las fuerzas armadas para derrotar al enemigo, que en este caso son las personas migrantes, entonces habrá una criminalización del migrante que será muy peligrosa.
“Es importante pensar si México mantendrá el papel de contención y de disuasión, seguirá México replicando el modelo militarista en sus fronteras, es una pregunta que estará todo el tiempo y creo que tenemos que analizar también si seguiremos manteniendo la noción de seguridad nacional haciendo eco de las políticas de Trump”.
En este contexto, dijo, que será necesario encontrar y replicar políticas migratorias exitosas, desarrollar la integración de las personas migrantes con los entornos en México y Sonora, la atención a la salud mental, discutir sobre el derecho a no migrar, centrarnos en la seguridad humana y hacerlo de manera integral.
Incertidumbre y miedo
La doctora Gloria Ciria Valdéz, investigadora del Colegio de Sonora y coordinadora del Seminario Niñez Migrante, precisó que la narrativa de Donald Trump se asemeja a la arquitectura brutalista, que causa incertidumbre, miedo y está llevando a las familias mixtas en Estados Unidos a tomar medidas al respecto, son familias compuestas por personas que tienen la residencia y personas que no tienen documentos para estar en ese país.
“Toman medidas que atentan contra la salud de ellas mismas, en lo laboral y lo educativo, madre de familias, padres de familia, no están yendo a los servicios médicos, jóvenes de preparatoria no están yendo a actividades escolares, que implica movilizarse por la ciudad, por el peligro de que una patrulla fronteriza los vaya a detener y les vaya a pedir su documentación”.
Eso también lleva a pensar qué medidas se van a tomar para las personas que van a ser deportadas, pero también a las familias completas o incompletas que van a estar llegando, producto de esta incertidumbre, entonces, se necesita una política de integración transversal en México, pero en especial en Sonora.
Se les debe garantizar al llegar la documentación como INE, Curp y RFC, y será necesario, de inmediato, un programa laboral, de vivienda, de salud y sobre todo educativo, donde ningún niño, niña o adolescente quede fuera de la escuela.
“Nosotros creemos, en el Seminario Niñez Migrante creemos, que es preciso que la situación migratoria en México y en el estado de Sonora no sea tratado como un tema contingencia, desde hace muchos años debe de ser tratado con un Programa de Inclusión constante y permanente”.
Para esto, reiteró que es necesario que se publique en el Boletín Oficial del Estado, la Ley Mesabancos en espera que fue aprobada en abril del 2023 y que ya van para dos años sin su promulgación, además, instalar una mesa interinstitucional en el estado de Sonora, donde se integren los primeros, segundos y terceros respondientes se integren y discutan sobre la situación que el retorno traerá, en especial para niños, niñas y adolescentes migrantes.
Se necesita también un programa de hospitalidad migrante en el estado, donde a estas personas, sin importar de donde vengan, no se les vea como delincuentes, como una persona que viene a causar daño, con Trump o sin Trump, es necesario hacer cambios en la política migratoria.
“Es necesario cambiar la política migratoria de refugio, así como las políticas de inclusión que tenemos, porque no son suficientes o son paliativas, en muchos de los casos. Necesitamos cambiar esa perspectiva, esta situación con Trump nos da la oportunidad de zarandear las estructuras, porque desde hace años no contamos con una política basada en derechos humanos, o son migratoria y de refugio en México, necesitamos avanzar en ello”.
Desintegración familiar
Los académicos coincidieron que la política impulsada por el gobierno de México, de fortalecer las redes de protección consular debieron realizarse desde hace tiempo, pero también preocupa el discurso de decir vamos a proteger y recibir a los connacionales mexicanos, desprotegiendo al resto de migrantes extranjeros que seguramente serán deportados por nuestra frontera.
Entonces el llamado es que el gobierno debe cobijar y atender de manera integradora a todas las personas migrantes.
También que no se han escuchado políticas de integración psicoemocionales, en especial para los niños y niñas que nacieron en Estados Unidos, que su lengua nativa es inglés y su vida estaba allá y que ahora se verán obligados a irse a México y Sonora será un duro golpe y no hay una sola acción en ese sentido.
Ya que una de las políticas más dramáticas que traerá la política migratoria que impulsa el nuevo gobierno de Estados Unidos es la desintegración familiar, porque no hay políticas de inclusión cultural y ese será una problemática que se verá, donde habrá familias fracturadas y mientras no haya el apoyo consular el problema seguirá pasando.

