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No pasará

Las casi 500 juezas federales que fuimos cesadas masivamente sin justificación alguna, para colocar en su lugar floreros guinda, les decimos al agresor que mientras estemos vivas NO PASARÁ el golpe de Estado que pretenden ejecutar

Por Sandra Karina Ibarra Carbajal

Doña Dolores Ibárruri Gómez apodada la “pasionaria”, fue un personaje destacado en la guerra civil española, conocida por sus álgidos e intensos discursos en contra del autoritarismo y en favor de la causa republicana, se le atribuye la réplica de la legendaria frase: “no pasará” refiriéndose al régimen fascista del General Francisco Franco. Tras el golpe militar de Franco en España, la pasionaria tuvo que salir exiliada de su país como muchos republicanos, algunos de los cuales, fueron recibidos con los brazos abiertos en nuestro país en la década de los treintas del siglo pasado.

Carácter, pasión y tenaz resistencia caracterizaron a Doña Dolores, quien enfrentó con valor y aplomo a la naciente dictadura militar de Francisco Franco, la cual, padecieron en España de 1939 a 1975.

Apropósito de mujeres “de armas tomar” Doña Celia del Palacio escribió un libro que tituló “Adictas a la insurgencia”, a través del cual, compila una serie de mujeres que se caracterizaron en su época precisamente por ser insurrectas, por revelarse ante la injusticia y ante el autoritarismo. Una de esas insurrectas la he mencionado en textos pasados, me refiero a Doña Gertrudis Bocanegra de Lazo de la Vega apodada la “heroína de Pátzcuaro”, porque la causa de su vida, fue la independencia y la libertad, y por ello fue ejecutada a manos del ejército realista en el patíbulo de la plaza pública michoacana, murió el personaje pero el ideal libertario persistió inmortal.

Cómo entender a Don José Vasconcelos y su lucha democrática, sin el activismo hombro con hombro, de Doña Antonieta Rivas Mercado, tanta pasión por la causa democrática sin duda dejaron huella en la historia mexicana, la muerte trágica de Rivas Mercado, en la Catedral de Notre Dame, en París, es muestra del nivel de intensidad en la pasión que le imprimió a su lucha y desde luego de la intensidad intelectual que motivó su vida y obra.

No es casualidad que las mujeres destaquen de esa forma en las causas libertarias y democráticas, no es casualidad como lo canta el maestro Sabina, que “las locas de la plaza de mayo” hayan sido el “único signo de salud mental” en la violenta dictadura militar argentina que produjo miles de desapariciones, asesinatos, torturas, violación, robo de menores, exilios forzosos, tras el golpe de estado militar acontecido en 1976.

Ante las intentonas del autoritarismo y concentración brutal de poder, las mujeres no sólo nos jugamos la democracia, las crisis autoritarias no sólo nos arrebatan a la república, sino que, nos despojan de los incipientes avances en la igualdad sustantiva de las mujeres. Al usar la palabra “sustantiva”, me refiero a que, no sólo se coloque el texto de la ley que hombres y mujeres somos “iguales” ante la ley, sino que, esa bonita frase baje a la realidad. De otra manera, no pasa de ser un discurso vacuo, desprovisto de contenido real y por ende, sin algún efecto positivo en la vida de las mujeres.

Recordemos que hace poco más de medio siglo, las mujeres en México ni siquiera podíamos votar ni ser votadas, menos aún, podríamos incidir en las decisiones estratégicas y diseño de políticas públicas que permitan en la realidad que las mujeres participen activamente en la vida pública, que tengan el poder real de incidir en las decisiones relevantes de libertad y democracia con perspectiva de género.

Hoy en México nos encontramos resistiendo un golpe de estado técnico, estamos viviendo el exterminio del Poder Judicial Federal a manos de los restantes poderes de la Unión dominados por un solo partido político (Morena), el cual, a su vez, responde a la voluntad de un personaje (AMLO) quien desde el “más allá” mueve los hilos, cual titiritero de la Presidenta Sheinbaum, primera mujer en asumir ese cargo en la historia de México.

A pesar de destacar que es la Presidenta con “A”, lo cierto es que, inició su legado cesando masivamente a cientos de juzgadoras federales en todo el país, bajo la ignominia del dominio patriarcal, con el sello de la simulación, siendo únicamente el títere que ejecuta los designios del autoritario que protagoniza el Maximato del nuevo siglo (AMLO).

Ante ese golpe de estado técnico, porque lo están ejecutando poco menos que a la velocidad de la luz, cometiendo el delito federal de violar suspensiones de amparo, las mujeres juezas federales, lejos de callarnos, levantamos el vuelo, así como lo describió Celia del Palacio, cual adictas a la insurgencia.

Las casi 500 juezas federales que fuimos cesadas masivamente sin justificación alguna, para colocar en su lugar floreros guinda, dominados por el partido en el poder (morena), les decimos al agresor que mientras estemos vivas NO PASARÁ el golpe de Estado que pretenden ejecutar, resistiremos hasta el último aliento, le duela a quien le duela.

Las juezas federales nos jugamos hoy, además de la democracia, el haber reventado los techos de cristal y pisos pegajosos que históricamente nos han limitado para acceder a cargos de alto calado en la vida pública. Esa conquista no la entregaremos en silencio ni saliendo por la puerta de atrás. Al que quiera la dictadura que le cueste en grande el golpe de Estado, con las consecuencias que ello significa en el posicionamiento de México en la geopolítica y en la economía global, el cual, no tardó en estallar, tal como vimos con el reciente escándalo del 25% de aranceles que amagó el presidente Trump porque (según refiere) en México estamos padeciendo un Narco Gobierno.

Así como el título del libro de Roberto Saviano, sabemos que las y los valientes están solos, así existan personajes que por acción o bien simple omisión (guardar silencio ante la injusticia) sean corresponsables del más grave ataque a la república, las juezas federales valientes andaremos en el sendero de la libertad y la democracia, no nos vamos a cansar ni a callar, porque además de la democracia, nos jugamos los incipientes avances de las mujeres en la vida pública de los últimos cincuenta años en México.

Con la calidad de “defensoras de derechos humanos”, vamos caminando el oscuro sendero de nuestra agonizante república, llevamos el manto de la justicia como capa, el juicio de amparo como escudo, y la Constitución como espada para defender los derechos humanos de todos y todas ante el fuerte y arbitrario. Las valientes están solas y a pesar del miedo, tenemos el coraje suficiente para resistir el golpe de estado.

*Jueza de profesión; activista por vocación; artista de corazón y escritora de ocasión.