Destacada

Obligación del líder: decidir objetivamente

¿Qué debe considerar un directivo para tomar las decisiones correctas?

Por Carlos Jesús Cruz Valenzuela

A líderes y directivos los encontramos en todos los ámbitos de nuestra sociedad, ya sea en el sector público, partidos políticos, iniciativa privada, la religión, organizaciones sociales o ciudadanas, por citar algunos.

Entre las tareas de aquellos está una que es imprescindible para sus respectivas empresas y desempeño: el tomar decisiones; y una vez tomadas, sin duda impactarán de manera positiva o negativa en el desarrollo de sus actividades y responsabilidades.

Con lo anterior surge la siguiente interrogante: ¿Qué es decidir?.

Y podemos responder que es un proceso humano que mediante la advertencia, distinción y discernimiento, se elige libre y valorativamente una determinación orientada a resolver algo; en palabras más sucintas: decidir es un acto que nos permite a alcanzar, realizar o planificar; conceptos ineludibles en toda organización encabezada por directivos y liderazgos ya que éstos tienen que planear para realizar y posteriormente alcanzar.

Factores clave para la decisión correcta

Existen pasos previos para tomar una decisión lo más prudente y objetivamente posible, los cuales expondremos en los siguientes renglones y esperemos sean de provecho para quien dirige o lidera algún ámbito.

El primero paso es realizar un diagnóstico objetivo y con apego a la verdad —entendida ésta como la sujeción de la recta razón del hombre a la realidad— vaya, hacer un diagnóstico real de la situación que exige tomar una decisión; para ello el líder o directivo debe ser objetivo y esto implica humildad y desprendimiento del “yo” de quien decidirá; que esté consciente—previo a decidir— del cómo están las cosas y no del cómo él quiere que estén. Aquí entra el desprendimiento del “yo” y la humildad que nos indica reconocer nuestras capacidades e incapacidades.

Como segundo paso y ya con un diagnóstico ligado a lo real que exige tomar la decisión, el líder o directivo la toma no solo basado en ello sino con apego a la realidad que aspire lograr, esto es, sus deseos, sus metas.

En este punto la decisión tomada lleva implícito el considerar, para concretarla, el concepto de la magnanimidad y el de la audacia; el primero corresponde a tener constancia y fortaleza en el camino que se habrá de recorrer para ver realizada la meta, ya que en dicho camino se podrán agotar energías físicas, espirituales y emocionales que ponen en riesgo el logro de lo decidido: deseo, meta, objetivo, etc. Correspondiente a la audacia, ésta alude a los recursos que se han de conseguir para lograr alcanzar la acción decidida, recursos materiales, humanos y hasta financieros según el tipo de decisión que se tome por parte del líder o directivo.

El camino a recorrer que anteriormente citamos para lograr lo que se decidió nos lleva al tercer paso y es el tema del mando, esto es considerar a las mujeres y hombres que habrán de participar en lograr ver cristalizado la decisión tomada y en ellos deberá existir no solo la confianza técnica sino también la confianza óntica, puesto que habrá personas capaces técnicamente pero incapaces moralmente y viceversa; cosas que quedarán para también generar una decisión del líder o directivo.

Evaluación de la realidad

En conclusión estos son consejos para tomarlos como herramientas de apoyo y hacer consciencia de cómo tomar una mejor decisión, pero en cada paso que describimos se encuentra un enemigo, en la objetividad se habló de humildad y un enemigo peligroso capaz de “transformar” lo real en algo irreal o imaginario o fuera de contexto, es la soberbia, que ciega al líder y le impide ver la realidad como tal provocando tomar decisiones que solo dejaran perjuicios mas que beneficios.

En el segundo paso lo que refuerza el camino para lograr las metas es la constancia y fortaleza estas se verán vencidas por la pereza, la inconstancia y la falta de fe en lo decidido.

En el tercer paso hablamos del mando y aquí nuevamente aparecerá como enemigo la soberbia con las consecuencias antes descritas incluyendo un enemigo más que es la corrupción.

Los líderes y directivos son de suma importancia puesto que cada decisión impacta en nuestra sociedad y ésta la integramos nosotros los ciudadanos, esperemos que siempre los gobernantes, empresarios, jerarcas religiosos y sociales tomen sus decisiones con apego a la realidad que acontece, será fácil evitar inconformidades y dificultades si proceden siempre llevando como jefa, a la hora de decidir, a la realidad.

*Licenciado en Derecho, Universidad de Sonora

Maestría en Liderazgo Desarrollador. ICES Universidades Corporativas