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Obvio, el resultado de la Revocación de Mandato

Obvio, el resultado de la Revocación de Mandato

Este proceso ha sido el más atropellado que se ha observado a lo largo de la incipiente democracia de nuestro país; existe un alto riesgo de regresar a las malas prácticas electorales de antaño

 

 

 

Por Óscar Gutiérrez Lojero

Los resultados de la Revocación de Mandato (RM) fueron los esperados, ninguna sorpresa, tal vez la que resultó, no tan obvio, fue la participación ciudadana, que alcanzó el 17.78 por ciento, es decir, las y los electores que acudieron ascendieron a 16.5 millones de un total de 92.8 de ciudadanos inscritos en la lista nominal aprobada para esta consulta, cifra muy por debajo de las expectativas esperadas, pese a la enorme promoción que realizó el Ejecutivo, algunos titulares de secretarías y sus funcionarios; integrantes de las cámaras tanto federal como locales, y por supuesto, las organizaciones adherentes al partido en el poder, Morena. Por la opción Que se le revoque el mandato por pérdida de la confianza, votaron 1 millón, 63 mil, 209, que equivalen al 6.44 por ciento; mientras que por la opción Que siga en la Presidencia de la República, se registraron 15 millones, 159 mil, 323 votantes, que corresponden al 91.86 por ciento; mientras que 280 mil, 104 personas optaron por anular el voto, que representó al 1.69.

Para Sonora, 300,127 electores acudieron a las urnas, que representa el 13.9 por ciento; de ellos por la opción Que se le revoque el mandato por pérdida de la confianza, votaron 12 mil, 259, que equivalen al 4.08 por ciento; mientras que por Que siga en la Presidencia de la República, se registraron 285 mil 60, que corresponden al 94.9 por ciento; mientras que 2 mil, optaron por anular el voto, que representó al 0.9. Con información de la Junta Local Ejecutiva del Instituto Nacional Electoral, se instalaron las mil 336 casillas a lo largo del territorio, en ellas el 82 por ciento de las mesas receptoras asistieron todos los funcionarios, en 18 por ciento se presentó al menos una inasistencia y se recurrió a las y los ciudadanos que estaban en la fila, este dato confirma el compromiso de la ciudadanía en participar, de capacitarse y contar las papeletas. En cuanto a la representación de los partidos político en la casillas, Morena tuvo presencia en mil 333, el PVEM en 87, el PT en 55 y el PAN 36. Y solo se presentaron pocas incidencias en la jornada.

Con estos resultados la revocación de mandato entró en su última fase y será el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que en su momento, emita la declaratoria de validez correspondiente, que su resultado también es obvio.

Según la consultora Integralía, la participación ciudadana en el país, la podemos descomponer por regiones, en la sur-sureste ascendió al 27 por ciento (por cierto la más alta); seguida por el centro 20.6; en el noreste 14.4; en occidente la más baja con 12.8; en la región noroeste integrado por Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa y nuestro estado 14.8 por ciento. Datos que llaman la atención, los estados con menor desarrollo económico y mayores niveles de pobreza apoyan más las políticas de la presente administración federal. Por supuesto, es también donde existe una mayor dispersión de recursos de los programas de desarrollo social. La misma firma consultora señala que el costo del voto de la revocación de

mandato ha sido el más elevado, al ascender a 95 pesos, mientras que para las elecciones de los años 2021 y 2018 fue de 67.8 y 58.8 pesos respectivamente. Este dato lo obtienen al dividir el presupuesto del INE entre el número de votantes que asistieron a las urnas.

Sin embargo, el proceso de revocación de mandato ha sido el más atropellado que se ha observado a lo largo de la incipiente democracia de nuestro país, que se ha construido a lo largo de las últimas cuatro décadas. Pese a las bondades de los mecanismos de participación ciudadana que se ha implementado recientemente. A lo largo de su organización e implementación se presentaron 188 quejas ante el Instituto Nacional Electoral, de ellas 5 con el ejecutivo federal, 4 contra el vocero de presidencia, 3 contra la titular de la Ciudad de México, 29 contra gobernadores, 61 contra legisladores y 70 contra funcionarios públicos, entre otras. Adicionalmente, se otorgaron 25 medidas cautelares ordenando el retiro de publicidad y mensajes de 159 solicitudes; y, 127 procedimientos sancionadores en sus órganos desconcentrados.

Existe un alto riesgo de regresar a las malas prácticas electorales de antaño, ya que el aparato gubernamental, el partido en el poder y las organizaciones adherentes a estos, propiciaron desde el inicio de esta revocación, acciones que ya se habían superado: como las solicitudes de la revocación firmadas por muertos, por electores inexistentes, la alteración de credenciales, entre otros; la promoción ilegal de la consulta, el acarreo y lo más grave amenazas a los beneficiarios de los programas sociales si no asistían a votar. El descaro de algunos funcionarios de primer nivel que se sumaron a la promoción y hasta lo nunca visto la actividad desplegada por parte de un militar con todo y uniforme. Prácticas y conductas que no deben de repetirse y por supuesto deben sancionarse.

Lo obvio, los resultados la revocación de mandato refrendaron que: la ciudadanía ni los opositores a la actual administración solicitaron la consulta, fue el propio Ejecutivo quien la deseaba; por lo tanto se volcó la maquinaría oficial y partidista a la promoción. Pero la ley señala, que para ser vinculante se requieren el 40 por ciento de participación de las y los ciudadanos, y como esto no aconteció el resultado no significa nada en términos legales.

La ciudadanía como en todos los procesos electorales es la que tiene la última palabra; así lo muestran los resultados, obvio ganó la ciudadanía. Fortalezcamos los mecanismos de participación ciudadana a nivel nacional y estatal, serios y responsables. Más participación más democracia.