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¿Para qué Control de Calidad en mi empresa?

Por Juan Arturo Flores/ 

Utilizando tanto los métodos tradicionales como los más recientes, administrar la producción con sistemas de control de calidad puede ser más fácil de lo que parece 

Es bien sabido que las empresas que tienen un control en la dirección de la calidad bien implementado, a la larga son las más rentables y las que tienen más ganancias en el mercado; esto se debe a que tienen menos márgenes de errores en sus procesos de producción y en sus servicios, llevando a la creación de un ambiente de confianza entre sus clientes y así la satisfacción y fidelidad total entre estos. Todo empresario y director de una organización quiere darle lo mejor a sus clientes y ser el producto o servicio mejor posicionado en el mercado, pero para alcanzar lo anterior no es suficiente con desearlo, es necesario implementar procesos y pasos a seguir para alcanzar dichos objetivos.

Estos temas de métodos de mejora continua y solución de problemas no son nuevos, ya las primeras bases de los procesos de control de calidad fueron implementados a principios del siglo XX con los sistemas elaborados por Frederick Taylor y Walter Shewhart en 1911 y 1920 respectivamente, quienes empezaron a separar el producto aceptable del no aceptable mediante la inspección final del producto ya terminado, para evitar que los productos defectuosos llegaran al cliente.

Ya en nuestros tiempos, una de estas herramientas más conocidas en este ramo se llama “sistemas de gestión de calidad”, que no es otra cosa más que una estrategia de gestión desarrollada en la década de los 50s por las industrias japonesas a partir de las prácticas promovidas por el experto en materia de control de calidad Edwards Deming y está orientada a crear conciencia de calidad en todos los procesos de organización y ha sido ampliamente utilizada en todos los sectores, desde la educación, industria, gobierno, de servicios, entre otras áreas.

Objetivo: calidad total en los procesos

El control de calidad es la forma más común que las organizaciones han utilizado para administrar la calidad. En el pasado, sus métodos solo han reaccionado a los problemas que han alcanzado un cierto grado. Existen métodos y programas de administración muy recientes tales como administración de la calidad total, ISO 9000, gestión de la calidad total, entre otras, las cuales se centran en la mejora constante de la calidad. Lo anterior con el objetivo de que los problemas deberían ser evitados antes de ser creados y todos los errores ser eliminados. Utilizando tanto los métodos tradicionales como los más recientes, administrar la producción con sistemas de control de calidad puede ser más fácil de lo que parece.

Estas acciones deben ser lo suficientemente relevantes como para tener un impacto en los objetivos de la compañía. Existen otras técnicas del control de la calidad como permitir la participación considerable de los empleados con ideas frescas que permitan sentir al trabajador parte de la misión de la organización, esto también es conocido como círculos de mejoramiento.

Es clásico saber que en el corto plazo el implementar estos controles algunos inversionistas lo ven como pérdida de tiempo y optan por abandonar estos sistemas de calidad para obtener más ganancia en poco tiempo, pero esta acción es contra producente porque a la larga se gasta más recursos en contentar a los clientes por fallas en los productos o servicios o tener que indemnizarlos con bonos o descuentos extras para resarcir el daño.

La influencia del líder en este asunto es vital ya que este último con su pericia es el que decide qué sistema de calidad es el adecuado para alcanzar la visión de la organización; qué cambios hacerle a este sistema en el proceso de su desarrollo para encaminarlo de lleno hacia los objetivos ya planteados; en pocas palabras, el líder es el que tiene la última palabra de qué sistema de gestión se usará porque él sabe y con el respaldo de sus seguidores cuáles son las necesidades así como las FODAS (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) de la empresa.

En resumen, no se ve a una empresa en nuestros días con éxito sin un método o sistema para mejorar la calidad en sus productos o servicios, sin un proceso de administración de la calidad realista y adecuada a sus necesidades, la organización del ramo que fuere, está condenada al fracaso.