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¿Perdón? Tal vez… olvido nunca

Por Feliciano J. Espriella /

En un evidente acto desesperado por revertir la tendencia a la baja de su aceptación, Enrique Peña Nieto, presidente de México electo por mucho menos de la mitad de los mexicanos, pidió perdón esta semana por el añejo pero no olvidado asunto de la “casa blanca”.

Puso de nuevo en la agenda nacional el tema de la suntuosa mansión que la ‘generosidad’ de Televisa y el Grupo Higa, uno de los consorcios constructores más favorecidos por Peña Nieto como gobernador del Estado de México y como presidente de la República en los inicios de su mandato, pusieron a disposición de la primera dama y su connotado esposo, casi por ‘quítame esas pajas’.

Pedir perdón por el escándalo de la “casa blanca”, no me parece que le vaya a dar a Peña dividendos para mejorar la calificación de los ciudadanos a su gobierno y mucho menos a quien abandere a su partido, el PRI en 2018 para que retenga la Presidencia.

Al contrario, un acto de contrición como es el hecho de pedir perdón, no es más que la confirmación de culpabilidad por una acción de la que ya lo había exonerado, su lacayo o fiel escudero, como gusten identificarlo, el hoy ex secretario de la Función Pública Virgilio Andrade, quien había llegado al puesto precedido de un halo de honestidad que ni tardo ni perezoso destruyó en unas cuantas semanas.

Ni el primero ni el último en pedir perdón

“No es común que un presidente se disculpe ante su pueblo. Y menos en México. Pero acaba de suceder por segunda vez en los últimos 40 años”, escribió el periodista mexicano, Gerardo Albarrán de Alba, su artículo para el diario argentino Página 12, titulado “Peña Nieto pide perdón por su mansión”, en el que expone los posibles motivos detrás del acto de contrición del presidente mexicano.

“México es el país más corrupto entre los 34 Estados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el número 11 entre 22 naciones latinoamericanas y el 95 entre 168 países evaluados en 2015 por Transparencia Internacional. Comparado con los países del G-20, sólo Argentina y Rusia están peor que México”, destacó Albarrán.

Si bien causó revuelo que el Ejecutivo pidiera disculpas públicamente, manejando la información como un hecho insólito en el ejercicio del poder, sin embargo no fue el primer mandatario mexicano en hacerlo, en 1982 José López Portillo hizo algo similar, en donde con lágrimas, pidió perdón por el mal manejo en su gubernatura que dejaba al peso con una gran devaluación.

“A los desposeídos y marginados, a los que hace 6 años les pedí un perdón, que he venido arrastrando como responsabilidad personal, les digo que hice todo lo que pude para organizar a la sociedad y corregir el rezago. Tras ello, soltó unas lágrimas. También comentó que «soy responsable del timón pero no de la tormenta”.

En aquella ocasión la población mexicana, agobiada por los enormes problemas económicos que afrontaba el país, sintió en la patética actuación del presidente una burla más que una disculpa y profundizó la rabia popular que le siguió hasta su muerte.

¿Error o tráfico de influencias?

“En carne propia sentí la irritación de los mexicanos, la entiendo perfectamente. Por eso, con toda humildad, les pido perdón. Les reitero mi sincera y profunda disculpa por el agravio y la indignación que les causé. Y en esto reconozco que cometí un error. No obstante que me conduje conforme a ley, este error afectó a mi familia, lastimó la investidura presidencial y dañó la confianza en el gobierno”, dijo Peña Nieto al presentar su iniciativa anticorrupción.

Resulta ingenuo esperar que el Presidente diga que cometió una ilegalidad. Pero empañar una disculpa diciendo una especie de ‘no hice nada, pero si tú dices que te ofendí, te pido perdón’, demerita la buena voluntad del solicitante. Tal vez por eso nadie le creyó.

Sé turista en tu estado

Estamos en el período vacacional y tal vez muchos estén pensando en alejarse unos días de sus rutinas y su entorno y no hayan decidido aún a dónde ir. Una excelente opción en estos casos es mirar hacia dentro de nuestro estado e incluso de nuestro municipio.

La semana pasada el alcalde Manuel Ignacio Acosta y Eduardo Lemmen Meyer, Director General de Turismo Municipal, dieron a conocer un amplio abanico de opciones para quienes nos visiten e incluso para los mismos hermosillenses.

Lemmen Meyer González informó que las opciones de entretenimiento que Hermosillo tendrá este verano incluyen Rappel, Senderismo, Hicking, recorridos guiados en la ciudad, visitas a la comunidad Comcaac en Punta Chueca, recorridos guiados al Estero de Santa Cruz, Cruce a la Isla del Tiburón.

Además, recorrido por manglares, las Dunas de San Nicolás, Ranchos Ecoturísticos, visitas a la playa El Colorado, Kayaks, ciclismo, paseo al Cerro de la Campana, recorridos nocturnos en el Cerro de El Bachoco,  Domingos en la Víactiva, y mucho más, ejemplificaron.

Excelentes opciones de diversión y esparcimiento con mínimos desembolsos.

Por hoy fue todo, gracias por su tolerancia y hasta la próxima.