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Piden añadir a 6 mil afectados más al Fideicomiso Río Sonora

Alejandro López Caballero, alcalde de esta capital, solicitó a la Secretaría de Gobernación sumar al plan de remediación de afectados por la contaminación del Río Sonora, a más de seis mil pobladores de comunidades ubicadas al sur de la presa El Molinito.

Estas comunidades conocidas como río abajo, son centros de población rural dedicados a la agricultura, ganadería y pesca, que están seriamente afectadas en sus actividades productivas, refiere la petición del alcalde recibida y sellada en la dependencia federal, el 3 de marzo.

El presidente municipal pide que se incluya en el Fideicomiso a los habitantes de los ejidos Molino de Camou (2 mil 800), La Victoria (mil 800), Mesa del Seri (900), San Juan-San Bartolo (500), Fructuoso Méndez (80), que advierten estar en peligro por las filtraciones de la presa que ya han contaminado los pozos, incluso los que abastecen a la población de Hermosillo.

Expone que luego del derrame de la minera Buenavista del cobre subsidiaria de Grupo México, de acuerdo a los muestreos de Conagua tanto los ríos Bacanuchi, Sonora y la presa El Molinito estaban contaminados con metales pesados como cobre, arsénico, aluminio, cadmio, fierro, manganeso y plomo, cuyos niveles han estado fuera de las normas ecológicas y de salud, posterior al derrame.

Agrega que esto provocó un daño inusitado en todos los habitantes de la región que redundó en todos los aspectos de su vida personal, laboral, económica y social.

Las tierras de cultivo no fueron preparadas con tiempo mientras duró la suspensión de aprovechamiento de las aguas superficiales de la presa, así como tampoco de los pozos aledaños, los cuales algunos han quedado prácticamente contaminados, precisa el escrito.

Además, ciertos productos y agricultores no han podido utilizar los volúmenes autorizados y la disposición de agua para consumo humano ha sido prácticamente nula, siendo el Organismo Operador de Agua de Hermosillo (Aguah) quien tuvo la necesidad de cubrir con camiones cisterna el abastecimiento diario de esas localidades.

La actividad económica fue diezmada al grado de que hubo la percepción general de que los productos de consumo de esas localidades se encuentran contaminados, por lo mismo fueron excluidos del comercio y por obvias razones dejaron de producir los beneficios económicos que obtenían como actividad económica preponderante, provocando desempleo.

López Caballero expone también que las afectaciones en los habitantes de las comunidades río abajo están documentadas en informes técnicos, dados a conocer por las autoridades en la página electrónica oficial de Grupo México.

Y son afectados pues la presa El Molinito es el lugar de descarga de los cauces contaminados del Río Sonora, señala el documento enviado al Delegado de la Secretaría de Gobernación, Adolfo García Morales.

El derrame llegó hasta Hermosillo

El 6 de agosto, la minera Buenavista del Cobre subsidiaria de Grupo México registró un derrame en una de las piletas de lixiviados, de donde se vertieron 40 mil metros cúbicos de sulfato de cobre acidulado y otros metales, cuyos niveles fueron determinados fuera de las normas ecológicas, de salud y del estado de la calidad del río previo al derrame.

Los tóxicos recorrieron 17.6 kilómetros del arroyo Las Tinajas, 64 kilómetros del Río Bacanuchi y 190 kilómetros del Río Sonora, hasta llegar a la Presa El Molinito que abastece de agua a los habitantes de Hermosillo.

A su paso se afectaron alrededor de 25 mil habitantes de los municipios de Arizpe, Baviácora, Huépac, San Javier, Aconchi, Mazocahui y Ures, municipios de la zona del Río Sonora que son atendidos dentro del Fideicomiso que constituyó Grupo México para resarcir daños y que opera el gobierno federal.

Afectados de las zonas rurales de Hermosillo han luchado porque se les incorpore en el resarcimiento de daños con medidas de presión como bloqueos carreteros y plantones frente al palacio municipal y gobierno del estado, donde alrededor de 600 ejidatarios de Topahue, San José de Gracia y Buena Vista, ya lograron ser incluidos.

Los habitantes de las comunidades río abajo, ubicadas al sur de la presa Rodolfo Félix Valdés, conocida como El Molinito, desde septiembre pasado, han estado exigiendo que se les incluya en el resarcimiento de daños, ya que en esta área se quedaron alojados todos los metales venenosos. La insistencia no ha tenido respuesta.

La página oficial del Fideicomiso Río Sonora no ha actualizado sus estadísticas desde hace tres meses; en los últimos muestreos a la presa El Molinito se detecta la presencia de altos niveles de metales venenosos.

El Molinito, presa de paso

Desde el año 1700 como Hacienda del Pitic, hoy en día Hermosillo, ha dependido de agua del Río Sonora para su abastecimiento.

La presa Rodolfo Félix Valdés, mejor conocida como El Molinito, se construyó en 1991, con el propósito de evitar derrames eventuales de la presa Abelardo L. Rodríguez, y abastecer de agua a Hermosillo.

Este sistema hidráulico se encuentra a 22 kilómetros río arriba, de la presa Abelardo L. Rodríguez, y su destino era el control de avenidas, por lo cual no debe almacenar agua a lo largo del tiempo.

El ejido Molino de Camou se localiza en el kilómetro 15.5 de la carretera que conduce al Río Sonora y las viviendas están localizadas a 750 metros de la presa que fue construida «aguas arriba» de las tierras del ejido.

Actualmente la presa El Molinito tiene un embalse de 81.5 millones de metros cúbicos de agua, que representa un 62.6 por ciento de su capacidad de almacenamiento.

El Universal